Cuando el amor a una institución humana es más fuerte que el amor a Cristo

En estos días, el Instituto del Verbo Encarnado celebra a lo grande sus 40 años de fundación. Para esta ocasión, las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará prepararon un videito para los sacerdotes agradeciendo los muchos bienes recibidos a través de ellos y su fundador. El video es bastante infantil, donde cada hermana dice un versito o una frase de memoria, con extractos de las Constituciones resaltando lo hermoso que es el Instituto del Verbo Encarnado.

Ciertamente, muchas de estas jóvenes no tienen idea de la historia de su instituto; son muy jóvenes y solo repiten lo que sus mayores les enseñan. Pero da pena que con el paso de los años siempre deban cambiar las caras de los videos o de las hermanas que eligen para las fotos, ya que luego salen del Instituto y hay que renovar las fotografías en las misiones. Más allá de eso, este video en particular se centra en demostrar la gracia de pertenecer al Instituto. Como ellas mismas lo dicen: «Una gracia especial de pertenecer a esta familia, que es obra de Dios, pensada desde toda la eternidad». Es notable que un video de 10 minutos remarque continuamente lo especial que es ser del IVE.

Aquí al lector le puede llamar la atención lo siguiente:

  • En el video se nombra y agradece cientos de veces al Instituto más que a Cristo mismo, por quien se hicieron religiosas.
  • Se habla del instituto como una verdadera familia, sabiendo que su realidad está muy lejana de eso. Hoy presenta juicios en distintas partes por abandono de personas, religiosos que viven dentro de sus muros en las más grandes soledades, sin obra social, enfermos y con la total antipatía de un grupo que, si no tienes un amor ciego a la institución humana fundada por Buela, puedes caer en la desgracia más grande dentro del IVE.
  • Se ponen extractos de famosas ordenaciones sin contar, por ejemplo, que del grupo fundador se ordenaron 19, saliendo la mayoría, incluido el superior general, Padre José Luis Solari. Del grupo multitudinario de 49 neosacerdotes del 2001 (porque juntaron varios años de ordenaciones suspendidas), solo 20 quedan actualmente en el IVE. Pero esa parte obviamente no se habla, de los sacerdotes que abandonaron (la mitad dejó el sacerdocio y la otra mitad continúa su sacerdocio lejos del IVE).
  • Se agradece «por los buenos consejos y el amor a la congregación»: se agradecen los años de manipulación y sectarismo. Ya que no está bien visto querer colaborar más con un sacerdote diocesano que con alguien del Instituto del Verbo Encarnado, ni menos consultar espiritualmente a alguien ajeno. Todo es traición al carisma y al mismo Padre Buela.
  • «Infinitas gracias por las misiones», pero tampoco se habla de la mayoría de los fundadores de esas misiones que quebraron o colapsaron por incursionar jóvenes en misiones que solo servían para que el IVE se expandiera y no pudieran cerrarlo.

El último llamado de la religiosa lo hace a lo que hoy es su gran temor:

  • «Fidelidad a la unidad para que no los devoren los de afuera». ¿Quiénes son los de afuera? ¿La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica? ¿Las visitadoras enviadas por el Vaticano? Con esto se exhorta a que nadie se atreva a querer pensar distinto, o tener su propio criterio, o querer colaborar con el comisario, la Iglesia, ya que todo esto rompería la unidad. ¿Dónde está el 4° amor blanco que profesan de amor a la Iglesia?

Con estas angelicales voces dejan plasmado una vez más, que todo gira en el amor al Instituto como tal. Esa obra humana que es más fuerte que la divina y que se antepone al punto de tener que dar la vida si es necesario por la congregación, de tener que convertirse en una secta si fuese necesario con tal de no traicionar la casta religiosa del IVE.


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