Por lo que hemos estado analizando sobre este blog en particular, podemos afirmar que ha generado mucho interés y reacciones opuestas.
Como ejemplo y muestra de ello, se podría ir a ver los comentarios de lectores con distintos pseudónimos haciendo críticas feroces o manifestando su incondicional apoyo.
Algunos lectores incluso me escriben a mi correo electrónico que dejé a disposición, pidiéndome el libro “Los riesgos de la vida religiosa”, o agradeciendo el trabajo del blog y alentando a seguir con las publicaciones.
Hoy no vamos a abundar en estos detalles. Simplemente hacemos esta introducción para adentrarnos en otro fenómeno que se ha dejado ver también en algunos lectores comentaristas.
Partamos del hecho de que un comentarista suele ser un asiduo lector, que no se pierde el contenido que sale periódicamente, y que manifiesta un claro interés en la temática.
Sin embargo, como es lógico, no todos los comentarios salen a la luz, por una cuestión de control y dominio totalmente lícita y entendible por parte de los moderadores del blog, usando criterios propios, por supuesto, que hacen referencia a la temática, a las maneras de dirigirse a las personas y otras cuestiones.
Un llamativo comentario de una persona llamada Marcos, y que seguramente estará leyendo este artículo ahora, nos ha sorprendido particularmente, por tratarse de amenazas hacia mi persona de realizarme acciones judiciales por una foto en que se ven 3 niñas con las monjas, subida sin las autorizaciones de sus padres.
No trataremos aquí la cuestión legal de dicha acción, sino que hablaremos de un síntoma que nos parece tener Marcos y quizás unos cuantos lectores más que aparentan no importarles el blog, pero que en verdad están preocupados y hasta casi obsesionados con lo que se publica. El anómalo lo encontramos catalogado dentro de los fenómenos psicológicos llamado «disonancia cognitiva».
Veamos un poco de qué se trata:
Este fenómeno ocurre cuando una persona tiene actitudes, creencias o valores que entran en conflicto entre sí, lo que puede generar una sensación de malestar o incomodidad. En el caso al que nos referimos hoy sobre este blog, la persona puede decir que no le interesa un tema en particular para mantener una imagen coherente con sus actitudes y creencias, pero en realidad está obsesionada con él, lo que crea una disonancia cognitiva que puede ser difícil de resolver.
Algunas de las características de la disonancia cognitiva son:
Sensación de malestar: La disonancia cognitiva genera una sensación de malestar o incomodidad en la persona que la experimenta. Este malestar puede manifestarse de diferentes maneras, como ansiedad, tensión o estrés.
Conflicto interno: La disonancia cognitiva surge cuando una persona tiene dos o más pensamientos o creencias que entran en conflicto entre sí. Este conflicto interno puede ser consciente o inconsciente.
Necesidad de resolver la disonancia: La persona que experimenta disonancia cognitiva siente la necesidad de resolver el conflicto interno para aliviar la sensación de malestar. Para ello, puede cambiar sus pensamientos, actitudes o comportamientos, o buscar información que le ayude a justificar sus creencias.
Coherencia cognitiva: La resolución de la disonancia cognitiva implica la búsqueda de la coherencia cognitiva, es decir, la necesidad de que los pensamientos, creencias, actitudes o comportamientos de la persona sean congruentes entre sí.
Resistencia al cambio: En algunos casos, la persona puede resistirse a cambiar sus creencias o actitudes para resolver la disonancia cognitiva, especialmente si éstas son muy arraigadas.
En resumen, la disonancia cognitiva es un fenómeno psicológico que genera una sensación de malestar en la persona que lo experimenta, y que surge cuando hay un conflicto entre pensamientos, creencias, actitudes o comportamientos. La resolución de la disonancia implica la búsqueda de la coherencia cognitiva y puede requerir un cambio en la forma en que la persona piensa o actúa.
Conclusión:
Nos preguntamos: ¿no sufrirán alguna de estas dolencias muchos de nuestros lectores que, en verdad, lo que estarían buscando es una solución a ese conflicto interno de lavado de cerebro durante décadas, y por esa razón entran al blog para informarse?
En todo caso, al comentarista frustrado que espera la publicación de su amenaza legal le digo que puede proceder tranquilo con la ejecución de lo que planea, o hacer lo que quiera, y si en todo caso quiere que la gente lo lea y escuche, le sugerimos que pague su propio blog, y nosotros probablemente seremos los primeros en no leerlo.
Luis de la Calle
Deja una respuesta