El cuarto del Padre Buela

¿Qué tenía de particular? …

Nada… O, mejor dicho: bastante. Ahora lo veremos.

Hace unos días escribíamos un artículo breve pero profundo sobre el evidente “atardecer del IVE”. Nos acordábamos de zambas y composiciones, muchas de ellas, alabando la magnífica obra del Padre Buela: el IVE.

Y era en una de esas zambas, que traíamos a la memoria, -sobre todo para los que han conocido de cerca-, una de las estrofas que describía los “atardeceres de fuego”. Bueno: en esa misma composición, tan poética como promocionada, hay otra expresión que a mí siempre me “chocó”, y que nunca la dejé de considerar, como menos, infantil. Cantaba así: “El Padre Buela invadido en su cuarto, curitas hambrientos de caramelos”.

¿Qué tenía de particular el cuarto del Padre Buela?

¿Es que en serio nunca se lo han preguntado? … ¿Qué cuernos tenía ese famoso y aludido cuarto del Padre Fundador? …

No podemos evadir la tentadora respuesta: “Pregúntenselo al Payo”.

Sí. Seguro que lo conoces. Si fuiste alguna vez miembro masculino o femenino de esta “orden”, habrás conocido o sentido nombrar al “Hermano Payo”.

¿Y qué tiene que ver este Hermano Payo con el cuarto del Padre Buela?

Por ahí viene la cuestión. Todavía nos seguimos preguntando: ¿Qué cuernos tenía el Payo para que se le entreguen todos los poderes directamente emanados del mismísimo Fundador? … ¿Por qué el “Payo” administraba este cuarto durante la ausencia del susodicho? … ¿Bajo qué excusa “religiosa” este hermano tenía cuenta bancaria personal, licencia para vestir como quiera y hablar como se le antoje, a semejanza de su ídolo; tratar a las religiosas como le plazca, lo mismo a los religiosos, sin que nunca se lo corrija, manteniendo siempre el acceso a la “sagrada” habitación del Padre Buela, invadido por “curitas hambrientos de caramelos”?… ¿Es que en serio nunca se lo han preguntado?

Este artículo puede ser que lo entiendan sólo algunos; quizás, como ya dije, los que han pasado por la famosa “Finca” y conocen a lo que me refiero. Pero había que decirlo. Un misterio jamás explicado rondaba en torno a esa cueva de aduladores llamada “cuarto del Padre Buela”.

Había que visitarla, por supuesto, sí o sí, mientras el mismo Padre Buela estuviera “de visita” (con o sin permiso de los Comisarios Pontificios). Sonaba la campana del recreo de 20 minutos, y todos los chupamedias iban corriendo al cuarto, a ver quién lograba el puesto más cercano al Gran Gurú, para recibir religiosamente las “máximas”, y las burlas, de «Al Capone». Claro; si tenías algún defecto, sea físico o espiritual, tenías que ir último para que no te agarre de punto.

Volviendo al inicio: ¿Había algo de particular con esa habitación? Y la respuesta no la tenemos; solamente brindamos descripciones vergonzosas de lo que después, más adelante, se vino a saber de este fundador, acerca de inclinaciones homosexuales, incluidos los abusos.

La pregunta obvia queda abierta: El “administrador” del sagrado cuarto… ¿sabía algo? … O peor aún: el dueño del cuarto, ¿sabía algo del administrador?

Lo que sí queda claro es el nivel de adulación que existía en aquella época, que, hasta las zambas de la Institución lo plasmaban burdamente en sus letras.

“¡Curitas hambrientos de caramelos!” Vaya manera infantil y enfermiza de recibir “alimento” espiritual de
quien debería ser el ejemplo de toda la congregación. Si los miembros han aprendido a beber whisky y ser chismosos, decir malas palabras y burlarse sin escrúpulo, ser “manga ancha” en moral sexual y mentir según la ocasión, que no se sorprendan: con los recreos de 20 minutos aprendieron bastante bien del “modelo” a quien adularon.

Despierten y entérense que existen otros modelos mejores a quienes seguir, muchos de los cuales, si eran perseguidos de verdad, obedecían; si escribían libros de moral y pastoral, lo practicaban primero; y si se equivocaban como pecadores que eran, lo reconocían y pedían perdón. Se llaman santos.

“El Padre Buela invadido en su cuarto” … Ciertamente que eso ya es historia. Pero les aseguro que si algún día llegase a volver el Padre Buela a la Finca, allí estarán de nuevo: todos los curitas, hambrientos de idolatría.

Luis de la Calle


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Comentarios

5 respuestas a «El cuarto del Padre Buela»

  1. Personal

    Hola Luis. Bueno ante todo disculpa errores es q no soy de idioma castellana.
    Te agradezco mucho por lo q haces, hace poco q descubri este blog y me alegro q hay alguen q no tiene miedo denunciar lo q pasa en ive. Yo por desgracia fui miembro por años y siempre vivi con amenazas y acusas muy graves aunque fui inocente. No voy contar aqui por que es escandaloso lo q hicieron ive y ssvm…. aruinan la vita a muchos chicos y chicas.
    Gracias y adelante, y espero q algun dia serà revelada la verdad tambien de las "servidoras" de buela es una prision con el sistema kgb.
    PS. Las fabulas me encantan lastima q son verdareras y solamente quien lo vivio puede entender.

    1. Luis

      Me alegro que te guste lo que publico. Tienes razón. Algún día la verdad saldrá a la luz. Cordiales saludos

  2. Anónimo

    Nunca fuiste hambriento de “caramelos “ al famoso cuarto??

    1. Luis

      Hambriento jamás fui. Pero debo confesar que sí, lo visité en uno de los recreos. Por eso hablo de lo que conozco.

    2. Anónimo

      Y por haber ido “en uno de los recreos” te crees autorizado para montar toda esa historia?? Vamos Luis!!!

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