Estimados lectores de buena voluntad:
A muchos amigos y también enemigos les ha gustado las «Fábulas» que hemos estado publicando en este blog. A quien más, y a quien menos, pero pensé que sería mejor destinar un lugar propio y a parte del actual, razón por la cual creé un nuevo espacio para ofrecerles todas las fabulitas que vayan saliendo.
Soy conciente de que poseen un estilo particular con mucha ironía y con algunos elementos bastante «argentinos»… Éste fue un motivo más que me llevó a separar los sitios, y que los entendidos en el tema se puedan dirigir con mayor unidad temática y practicidad a este nuevo blog.
Se llama «Fábulas del Verbo Encarnado», y contiene solamente eso: alguna que otra historia ficticia, pero con mucha base en la realidad sobre distintos aspectos de la vida en la congregación del IVE.
Alentamos a los lectores de buena voluntad a visitarlo y compartirlo si lo desean. Los que no están muy de acuerdo con lo que expongo, seguirán estando siempre invitados a leer y comentar.
Aquí les dejo el enlace al nuevo blog:
https://fabulasdelverboencarnado.blogspot.com/?m=1
El subtítulo del blog, a modo de lema, reza: «A buen entendedor, pocas palabras».
Dicho esto, no hace falta explicar más.
¡Que Dios los bendiga!
Luis María de la Calle
Comentarios
9 respuestas a «Fábulas del Verbo Encarnado»
Estimado Luis, algunos solo publican de forma anónima para burlarse de ti, sin embargo, algunos solo pueden publicar de forma anónima por otras razones, como me comuniqué en privado.
Exactamente amigo. Dios lo bendiga
Gracias Luisito por publicar mi comentario… tengo la mejor buena voluntad, por eso me preocupo de cómo le darás de comer a tus hijos… si fracasaste como Padrecito Luis ojalá no fracases como papá Luis
Está bien. Agradezco su buena voluntad. Pero si de verdad estuviese preocupada o preocupado, primero, no lo conocería como un "anónimo", segundo, si alguien se preocupa de verdad por lo que usted dice, estaría escribiendo al privado, al mail que dejé para que me contacte quien quiera. Nada de eso veo. Sin embargo publico su "preocupación". De paso le respondo que gracias a Dios estoy llevando bien esa tarea.
Nada impide que una preocupación sea expresada en forma anónima. De hecho si, movido por mi preocupación, decidiera donarte, ANÓNIMAMENTE, un millón de pesos para ayudarte a mantener tu familia, estoy seguro que solo te limitarías a un “muchas gracias, rezaré por usted”, pero no me pedirías que revele mi identidad, pues a los donadores anónimos no se les puede exigir eso.
Vaya hipótesis! Usted parece saberlo todo, diciendo "estoy seguro" que diría o haría tal cosa…
Lo felicito por su visión. Pero a esta altura, lo que queda claro es que quiere discutir. Yo no seguiré el juego y hasta aquí llega mi paciencia. Que siga bien su día.
No quiero discutir, solo dejar en claro que tú no lo sabes todo… Acaso no dirías eso ante una donación anónima?? Gracias por tu paciencia y tu tiempo!!
Y con esto pensas darles de comer a tus hijos? Ponete a laburar !!!
Respondo porque me concedo unos minutos de mi vida a palabras tan necias como las que acaba de poner por escrito el “desconocido” “anónimo” o como se llame.
Tendría que retenerme al dicho “palabras necias oídos sordos”, pero no. Sólo por esta vez las escuchamos y las respondemos:
Si a usted, señor o señora, no le interesa lo que en este blog se publica, aténgase a sus gustos y preferencias, y deje de leerlo.
Siempre hemos hablado de “lectores de buena voluntad”. Gente como usted no merece ni que se publique su comentario. Pero lo publicamos como ejemplo.