Reproducimos aquí un artículo publicado por «Vida Nueva Digital» sobre la disolución de los Sodalicios de Vida Cristiana.
El papa Francisco ha ordenado suprimir el Sodalicio de Vida Cristiana por los graves casos de abusos de todo tipo cometidos por su fundador y la cúpula directiva, así como las innumerables corruptelas económicas vinculadas a esta plataforma eclesial. Este lunes, 20 de enero, la propia entidad, presente en 45 países, comunicó públicamente la disolución.
Vida Nueva repasa los principales hitos de esta organización católica, una de las más influyentes de Latinoamérica de los últimos cuarenta años, que ahora afronta su final.
1/ El nacimiento de la organización (1971-1980)
El 8 de diciembre de 1971, el laico peruano Luis Fernando Figari funda el Sodalicio de Vida Cristiana, junto a Sergio Tapia, Gerald Haby y estudiantes del Colegio Maristas de San Isidro. Aparentemente basa sus ideas del beato Guillermo José Chaminade, varios padres dela iglesia y relevantes religiosos españoles de la Edad Moderna, pero la realidad es que se esconde tras de sí el ideario de la Falange y un deseo de trasladar el ser y hacer de Primo de Rivera a Perú revestido de un manto eclesial. Su planteamiento de gobierno es de naturaleza vertical y recae sobre un superior general elegido cada seis años por asamblea general. En 1978, tras crecer a través del apostolado juvenil, inicia las Misiones Universitarias, hoy parte del Movimiento de Vida Cristiana para la colaboración espiritual de zonas rurales y urbanas marginales.
2/ Internacionalización (1981-1990)
En 1981, el arzobispo de Arequipa ordena el primer sacerdote de la organización, Jaime Baertl. Sólo cinco años después, el cardenal y arzobispo de Río de Janeiro Eugênio de Araújo Sales invita al Sodalicio a iniciar su primera comunidad fuera del Perú, en Brasil. El Sodalicio gestiona la parroquia de Nossa Senhora da Guía, en zona de favelas. Al finalizar la década, la organización se extiende a a Colombia asumiendo una parroquia a solicitud del arzobispo de Medellín, Alfonso López Trujillo. Asimismo, se crea una segunda comunidad en la ciudad de Petrópolis, en Brasil, que colabora con el apostolado juvenil y la atención solidaria.
3/ El cénit del Sodalicio (1991-2000)
La organización funda en 1992 una comunidad en la diócesis de Santo Amaro, en la ciudad de São Paulo en Brasil. Es el precedente al primer gran hito de la institución. El 22 de febrero de 1994, el Sodalicio es erigido como sociedad de vida apostólica de derecho diocesano por el cardenal y arzobispo de Lima, Augusto Vargas. En diciembre, se celebra la I Asamblea General Ordinaria de la entidad. Dos años después, la organización crea su primera región, Perú, que integra las jurisdicciones de Lima, Callao, Chosica, Lurín y Arequipa. En diciembre, a raíz de la creación de la Diócesis de Chosica, se erige la parroquia Nuestra Señora de la Cruz y se encomienda al Sodalicio. Y, un año después, se crea la región Brasil con comunidades en Río de Janeiro, Santo Amaro (en São Paulo), y Petrópolis. El 8 de julio, el papa Juan Pablo II aprueba la institución como sociedad de vida apostólica laical de Derecho Pontificio, dependiente de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. El 28 de octubre, el Sodalicio funda en Roma el centro Nostra Signora dell’Evangelizzazione. Es la primera comunidad de la organización fuera de tierras americanas. También, crea en Arequipa la Universidad Católica San Pablo. En enero de 1999, la organización crea la comunidad Nuestra Señora del Carmen en Chile. Un año más tarde, la entidad es denunciada por el periodista y exmiembro José Enrique Escardó en su columna semanal de la revista Gente por abusos psicológicos y físicos durante el tiempo que vivió en las comunidades del Sodalicio.
4/ Las primeras denuncias (2001-2010)
En 2001, el Sodalicio crea la región Colombia, comprendida por las jurisdicciones de Medellín, Cali y Bogotá. Un año más tarde, se produce un incremento del poder de la organización. Además de establecerse en Guayaquil, el cardenal Juan Luis Cipriani ordena obispo auxiliar de Lima a José Antonio Eguren, primer miembro de la organización en la cúpula de jerarquía eclesiástica. En julio de 2006, Eguren es nombrado arzobispo de Piura, creando en esta ciudad y en Ayaviri nuevas comunidades para el Sodalicio. En 2007, en Lima, la Policía halla al sodalité Daniel Murguía en un hotel con un niño de once años al que iba a fotografiar desnudo. Fue expulsado de la sociedad y encarcelado. Tres años más tarde, las acusaciones de abusos alrededor del Sodalicio se intensifican. La Iglesia suspende la beatificación de Germán Doig, que había sido vicario general de la organización, al aflorar varios testimonios que le incriminan en estas prácticas. La organización eliminó toda mención a este laico peruano, fallecido en 2001. En diciembre de 2010, Figari, el fundador de Sodalicio, renuncia al cargo de superior general por ‘motivos de salud’.
5/ Abusos sexuales y tráfico de tierras (2011-2015)
En agosto de 2011, un diario de Lima informa de denuncias contra Figari por abuso sexual. Los periodistas Pedro Salinas, exmiembro del Sodalicio, y Paola Ugaz publican en 2015 el libro Mitad monjes, mitad soldados, en el que narran los abusos sexuales, físicos y psicológicos llevados a cabo por Figari, Doig y otros miembros de la cúpula sobre varias personas de la organización. El fundador reconoció excesos en la formación pero negó los abusos sexuales. Respecto a Eguren, el libro indicaba una trama de tráfico de tierras en la ciudad de Piura realizada por la organización criminal ‘La Gran Cruz’ en connivencia con una empresa del Sodalicio. El 22 de abril, la Santa Sede designó un visitador apostólico para investigar las acusaciones. La Fiscalía del Perú abrió una investigación en octubre para hacer lo propio. Un mes más tarde, la Conferencia Episcopal Peruana, rechazó cualquier tipo de abuso y se ofreció a colaborar con la Justicia.
6/ La condena de los líderes (2015-2020)
Los informadores que revelaron los hechos fueron denunciados por difamación grave, dentro. El 5 de abril de 2016, el superior general del Sodalicio, Alessandro Moroni, declaró culpable moral de las acusaciones a Figari y lo declaró persona non grata para la institución. La Santa Sede, por su parte, nombró al cardenal arzobispo de Indianápolis, Joseph William Tobin, como delegado ad nutum de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica para el Sodalicio de Vida Cristiana para dar sostenimiento al superior general y al gobierno de la entidad, entre otros aspectos, en el caso Figari. En febrero de 2017, Figari fue exclaustrado de las propiedades del Sodalicio por orden papal acusado de abusos sexuales y faltas reiteradas, recalando en Roma. El Sodalicio publicó un informe con los abusos de diversa índole cometidos por su fundador desde 1974 a 2010. A finales de ese año, el juez pidió nueve meses de prisión preventiva para Figari y otros tres exmiembros de la entidad, relativos a abusos sexuales. Un mes más tarde, la Asociación Peruana de Ateos reclamó al papa, en su visita a Lima, permitir que el fundador del Sodalicio regresase a Perú para responder por sus cargos.
7/ Disolución y reparación (2020-2025)
En 2021, el diario peruano La República informó de la venta de una mansión por parte de Figari, mediante sociedades interpuestas, donde, al parecer, se producían parte de los abusos. En 2023, una comisión pontificia de alto nivel, rubricada por orden papal y conformada por los obispos Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, realizó una investigación sobre el caso que terminó el 14 de agosto de 2024. Ante las conclusiones, el papa decretó la expulsión de Figari del Sodalicio por crímenes canónicos y daños al bien de la Iglesia. El 2 de abril, Eguren había solicitado su renuncia al obispado ante la gravedad de las denuncias que pesaban contra él. El 2 de noviembre, tanto este prelado como otros miembros de la cúpula de la entidad son expulsados de la organización. El 18 de enero de 2025, el Sodalicio es disuelto por el Vaticano ante las denuncias y las irregularidades halladas en la organización.
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