El testimonio que voy a relatar ahora mismo, ya lo sé, será corto, sin muchas explicaciones, con muchísimas lagunas de por medio, pero las que fuimos servidoras sabemos que lo nuestro era escuchar, las preguntas había que saber hacerlas, y cuando eres joven crees en todo lo que escuchas, porque crees que personas consagradas no mienten, no tergiversan la historia, no ocultan unas cosas y cuentan las que conviene, etc.
Las preguntas, como es lógico, surgen después de años, porque después de varios años vas adquiriendo experiencias, ves muchas cosas, pero ya no puedes preguntar: la duda no es bienvenida, menos aún si los superiores interpretan esa duda según el modo de actuar del fundador o del Instituto. ¡Cuidado!
Vamos al tema, la “gran crisis de las servidoras” o también conocido como “el éxodo de las servidoras”.
Llegamos a Argentina, al estudiantado Santa Catalina; habían otras hermanas también recién llegadas, todas, por supuesto, jovencísimas. Circulaba por la biblioteca una fotocopia escrita por Buela, no me acuerdo como se titulaba… “El éxodo de las Servidoras”, creo yo, (que me corrijan), algo parecido a las Reminiscencias, escritas también por Buela, o mejor dicho, dictada por él.
Por supuesto, ese escrito causaba mucha curiosidad, una curiosidad sana: conocer cómo empezó la cosa, la historia de un Instituto donde vivías. Si había pasado algo negativo en aquel entonces, qué más da, era la verdad, y las cosas se corrigen, se vuelve a empezar. Encima de la verdad se puede construir lo que sea. Pero bueno, la provincial en aquel momento era la Madre Rocio, y nosotras no teníamos que leer eso y luego hacer las preguntas como es lo lógico, ¡no! la superiora provincial, con la fotocopia en mano, nos explicaba resumidamente lo que había pasado.
¿Cómo nació las SSVM?
Un grupo de chicas de San Rafael conociendo algunos padres y seminaristas del IVE, querían vivir el mismo carisma, fueron al padre Buela y se lo dijeron; Buela entonces funda las SSVM. No estoy segura si esas chicas aún eran menores de edad o no.
Buela encarga al padre Nadal que se ocupe de las chicas: me imagino que el mismo Buela elige a la hermana Cristina Neckan para ser la superiora. Según recuerdo, nos contaban que Buela no tenía tiempo, ni quería tener nada que ver con las mujeres.
Como no había sacerdotes suficientes en el IVE, las chicas se tenían que dirigir con padres diocesanos, y ese ha sido el gran problema, según Buela. Recordemos que todas las desgracias que han pasado en el IVE han sido o por culpa de los diocesanos o de la misma Iglesia Universal, lo de siempre: envidia y persecución.
La crisis
Luego pasó lo siguiente, según lo contado por la provincial: muchas servidoras cayeron en la soberbia, solo querían estudiar y hacer menos apostolado, había mucha confusión dentro y por eso muchas decidieron irse, inducidas por los diocesanos. Es decir, no fueron fieles a su vocación, tenían mal espíritu y Dios no las bendijo. “El éxodo” se explica porque muchas, por la noche y a escondidas, salían. La pregunta es: ¿Por qué a escondidas? En ningún momento se nos explicó si había pasado algo entre el padre Nadal y Buela; me imagino que el padre Nadal tendría mucha información de lo que estaba pasando. Una pregunta que una joven consagrada no pensaría en formularla, pero: ¿un grupo de chicas haciendo una experiencia de vida religiosa pasa semejante éxodo por culpa de los padres diocesanos que les ponían cosas en la cabeza y el obispo no interviene? … ¿no dijo nada al respecto?…
Sin embargo, concluye la provincial: “Dios nos ha purificado”, muchas congregaciones se alejan del carisma, se relajan en las costumbres, etc., pero nosotras fuimos purificadas desde el inicio, es como decir, ya hemos pasado lo nuestro. Y se acaba con un: tenemos que ser fiel al carisma del fundador. También recuerdo que algunas servidoras decían: “he visto a fulana”, alguna de las que se habían ido, todas esas chicas vivían tristes, amargadas porque no fueron fieles al carisma y a su vocación.
Les he dicho que la historia era breve, pero contada como una gran hazaña por parte de las que quedaron. Como verán, hay muchas preguntas aún por responder.
Testimonio anónimo por pedido explícito
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