El Padre Miguel Fuentes, creador de la página Web «El Teólogo Responde», estudió en Roma teología moral y familia. Luego de sus estudios lo enviaron a San Rafael, al seminario mayor del Instituto del Verbo Enсarnado, donde prácticamente pasó toda su vida sacerdotal. Tal vez eso explica su carácter hosco y poco sociable: nunca fue destinado a una de las misiones que tiene el IVE, tampoco a parroquias con un trabajo pastoral en contacto con la realidad (la Parroquia «Nuestra Señora de los Dolores», que se sitúa dentro del predio del Seminario Mayor del Instituto del Verbo Encarnado en Argentina, no puede decirse que sea una parroquia como «normal», ya que es asistida por todo un seminario y es muy poca la concurrencia laical que tiene).
Cuando el Instituto del Verbo Encarnado comenzó con muchísimos problemas morales entre sus miembros, fue el Padre Miguel Fuentes quien comenzó a tratar y asistir a cientos de religiosas y sacerdotes. Él mismo aconsejó y se hizo cargo de abrir la famosa residencia, una casa para el tratamiento de religiosos con problemas sexuales, depresión, problemas vocacionales etc… A todo aquel que tenía problema en su comunidad y que los superiores no sabían qué hacer se lo enviaba a esa residencia.
El Padre Fuentes, junto a algunos laicos (el Dr. Jorge Randle, padre de varios religiosos del IVE) llevó a cabo esas dos casas: una para los sacerdotes, otra para las religiosas. Lamentablemente no todos los que han pasado por ahí tienen buenos recuerdos de esas «terapias», no aprobada ni por la iglesia, ni por las autoridades sanitarias argentinas.
Un método de terapia al estilo de un ejercicio espiritual, con tiempos de silencios, de charlas de este mismo sacerdote y del que incluso medicaba en algunos casos, el Doctor Jorge Randle… todo en una ambiente de secreto estricto de los que pasan por ese lugar. Ya que son algunos meses sin conexión con el resto, aislados de todos.
Aquellos que tenían un estado depresivo, lo alojaban en esa casa sin contacto con los demás, recibiendo sermones de todo lo mal que hicieron, haciendo penitencia, leyendo los libros solo permitidos pel Padre Fuentes, hablando en consulta solo con ellos… sin ver a nadie más.
Un tratamiento muy cerrado que en algunos casos despues de meses de mal trato psicológico para algunos, lograron escaparse (literalmente) y luego de eso pidieron la dispensa de sus votos. De 30 religiosos que han pasado por esa residencia, solo el 3% agradece su paso por ahí; el resto tienen muy malos recuerdos, abrumadores para su psicologia cansada y enferma, por una vida religiosa totalmente estructurada y estresante.
En este video que el sacerdote publica, se enorgullece de los 30.000 emails que respondio a sus preguntas ,ayudando a tantos laicos… Yo me pregunto, y le pregunto a los religiosos de su congregación:
¿Por qué no pudo dar respuestas a las tantas consultas que recibía de los religiosos que le contaban los abusos sexuales, psicológicos, los escándalos de que eran testigos en las misiones por parte de sacerdotes, por parte de algunos superiores enfermos, por falsas vocaciones que eran manipuladas?
El mismo Padre Fuentes, a sus dirigidas, les aconsejaba ir contra su voluntad: «si te cuesta estar encerrada, reza, ofrécete a ser contemplativa», logrando así el quiebre psicológico de muchas, que sí obedecían pero después empezaban con un montón de problemas de salud, ya que ese no era ni su temperamento ni su vocación.
Lo mismo con las misiones: «hay que ofrecerse a lo que más te cueste». Pero él nunca salió a una misión ni vivió en un monasterio. Él sí tiene clara su vocación; dar charlas morales y preparar clases. Y que nadie lo saque de esa «misión» por que ahí si conocerán su verdadero carácter.
30 años del «teólogo inmoral», digamos… ya que en esos 30 años podría haber ayudado a tantos que no hablaron en confesión sino en consultas…
Le trajeron denuncias, problemas graves morales dentro del Instituto; y en vez de actuar, denunciar, ayudar a las víctimas, tuvo la cobardía de enviarlos a la residencia, aconsejarles que guarden silencio, que no se metan, o que dejen la vida religiosa.
Su silencio lo hizo cómplice en muchos casos. Mantenía en la residencia sacerdotes acusado de abusos a menores y decía que luego de su tratamiento se habían curado y los devolvía a las misiones. Jamás se lo escuchó dar una charla sobre cómo actuar con los casos de abusadores o de abusados. Todo eso se silencia. Tal vez por eso sigue siendo el gurú del IVE. Por que no se mete y tapa lo que tiene que tapar.
Yo le diría, irónicamente
Padre Miguel Fuentes:
«Feliz 30 años de silenciar conciencias, feliz 30 años de tapar los abusos en el Instituto del Verbo Encarnado. ¡¡¡Lo hizo bien!!!».
Siga adelante. La máquina de destruir personas y devolverlas destrozadas al mundo rotas ha funcionado.
Ya son más de 500 entre el Instituto del Verbo Encarnado y las Servidoras del Señor y la Virgen de Matará «fuera del sistema».
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