¿Y si todo fuese verdad?

Mani y Jero ya no podían tomar mate juntos en las siestas del Seminario,
pero, así y todo, se las ingeniaban para seguir con sus pláticas “peligrosas”,
por las cuales habían sido suspendidos de las agradables infusiones argentinas.

Ahora buscaban momentos de intercambio verbal, a escondidas.

Jero hace rato que se había propuesto “salvar” a su amigo, “hermano”, Mani.
Sin embargo, la tarea se le estaba haciendo cada vez más ardua a medida que su
hermano en religión se asentaba más en la “obediencia de tercer grado”.

Éste vendría siendo el segundo capítulo de la primera temporada de lo que cada
vez más se iba pareciendo a la serie “Prison Break”.

En este capítulo veremos cómo nuestro “Jero”, para quien vio la serie, “Michael
Scofield”, trata de salvar a su “hermano” Mani, “Lincoln Burrows”.

En ese ambiente carcelario se sentía Jero; no así su cada vez más
distante amigo Mani, que parecía tan a gusto en la comunidad de Fox River, que la misión de
Scofield se asemejaba, cada vez más, a una “misión imposible”.

Después del sonido de la campana marcando el “recreo largo” de la mañana,
Jero, asegurándose que no lo controlara ningún “buchón”, se acercó a Mani y le
hizo la gran pregunta: “¿Y si fuera todo verdad?”

El aludido, que sabía las reglas de la situación, miró a su entorno, y le
dijo con fingida tranquilidad: ¿Lo que dicen de nosotros, de la Congre y el
Padre?

-Claro- apuró su amigo Jero “Scofield”. – ¿Si fuera todo cierto lo que
dicen del IVE?… ¿Qué harías vos? –

-Es imposible que sea cierto. Nada puede ser y no ser al mismo tiempo-,
filosofó su amigo Mani “Burrows”. -Son calumnias, y las calumnias son, por
naturaleza, mentiras. Imposible que sea cierto.

-Ya se-, acotó el “salvador” Jero, cada vez más desesperanzado. -A lo
que voy es, si fuera hipotéticamente hablando, todo verdad. ¿Qué harías vos? –

Su amigo Mani, girando su cabeza todo a su alrededor, luego se cerciorarse
el “campo libre”, le volvió a sentenciar: 

-Las hipótesis de nada sirven. Lo que
importa es lo que de hecho sucede. ¿Para qué perderías el tiempo con hipótesis
imposibles? –

La esperanza de salir juntos de la cárcel se iba apagando en
el corazón de Jero. Michael Scofield era muy precavido, y para sacar a su “hermano”
de la prisión, debía seguirle el juego, al menos, como estrategia.

Le insistió:

-Tenés razón, Mani querido. Pero quisiera que sólo por un momento te abstrajeras
de lo que aprendiste sobre las “hipótesis imposibles”, y concedieras la
oportunidad a la siguiente: imagínate que el Padre Buela es culpable, y que
la Congregación está en plena deriva sectaria… ¿Vos qué harías?…

Mani tenía la gran habilidad de la gambeta, recurriendo al cambio de
tema como escapatoria. Pero todo tiene un límite, y a veces perdía la pelota, y
no le quedaba más que responder en nombre propio. Su amigo interlocutor lo
había vencido:

-Seguiría en la Congre, obvio-

Maickel Scofield entendió todo en ese mismo segundo. Con una sola
mirada, captó hasta qué nivel de profundidad su “hermano” Mani había caído.
Tomó conciencia de que era imposible mover inteligencias y voluntades en ese
estado, y sin demostrarlo mucho, bajó la mirada.

– ¿Y vos? – lo invadió Mani. – ¿Qué harías si fuera todo verdad? –

Scofield no se la esperaba, pero su instinto y naturaleza inteligente no
se demoró ni una milésima de segundo. Recurrió a “sálvese quien
pueda”, y, renunciando a la huida en equipo, se protegió diciendo:

-Nada, amigo. Como vos decís, es imposible que suceda. Es una hipótesis inútil.
–

Nadie a sus alrededores escuchó ni advirtió el susodicho diálogo. Pero los
dialogantes ya estaban separados, y ya no era necesario marcarlos de cerca. 

“Prison
Break” había comenzado, pero esta vez, definitivamente, sin aliados.

Luis de la Calle