Éxitos personales vs. fracasos institucionales en el IVE/SSVM

Una de las estrategias más frecuentes del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) es apropiarse de los logros de sus miembros y, al mismo tiempo, desligarse de sus fracasos. Cuando algún sacerdote o religiosa realiza una obra positiva, el Instituto se jacta de ello como si fuera una prueba irrefutable de la bondad de su carisma y de su sistema de formación. En cambio, cuando aparecen escándalos o caídas graves, el discurso oficial insiste en que se trata de debilidades personales, de pecados individuales, sin ninguna conexión con la institución.

Esta lógica es profundamente engañosa. En realidad, la verdad parece ser justamente la contraria. Los éxitos personales de muchos miembros del IVE no son consecuencia de la formación recibida dentro de la institución, sino más bien del carácter, las virtudes y la fe heredada de sus familias cristianas. La mayoría de las vocaciones que perseveran surgen en hogares profundamente creyentes, donde los valores del esfuerzo, la caridad y la oración fueron transmitidos desde la infancia. Estos frutos son personales y familiares, no institucionales.

Por otro lado, los fracasos y pecados que tantos miembros del IVE han exhibido a lo largo de los años sí tienen una raíz institucional. La educación interna es deficiente, los programas de formación carecen de solidez académica y espiritual, y el mal ejemplo de los superiores marca a fuego a las comunidades. A esto se suma una estructura eclesial que, lejos de sanar o corregir, se muestra corrupta hasta la médula, reproduciendo patrones de abuso de poder, manipulación y ocultamiento sistemático.

Por tanto, es necesario invertir la lógica del relato oficial: los logros del IVE no son suyos, sino de las personas y de las familias que supieron transmitir virtudes; en cambio, los fracasos no son simplemente personales, sino el resultado directo de una formación enfermiza y de un sistema institucional profundamente desviado.

Reconocer esto es fundamental para no dejarse engañar por la propaganda triunfalista y para comprender que el problema no está en los jóvenes generosos que alguna vez ingresaron al Instituto, sino en el entramado mismo de una estructura que multiplica defectos y apaga los verdaderos dones recibidos de Dios.

Comentarios

5 respuestas a «Éxitos personales vs. fracasos institucionales en el IVE/SSVM»

  1. Elisa

    A mí me gustaría xq se cubre al «Juan Alcaraz y no se publica nada de lo que está haciendo,debería estar preso,xq no los denuncian en la justicia penal?Si ya saben a qué los obispos los encubren y no hacen nada.Se le endilga hasta hijos a este seudo sacerdote y sigue como si nada

  2. Ex

    Poe ejemplo, el Ive ha tenido otros Romanelli y otros Canito, los superiores se encargan de borrar sus memorias

    1. Han tenido varios tipos excelentes, de inteligencia y virtud superiores, y esa inteligencia y virtud fue lo que los obligó a irse. Era imposible para ellos transar con la corrupción de los Cima, Fontana, etc.

  3. Ex

    Y van más allá , si esa religiosa o sacerdote ha hecho alguna obra positiva y ya no está, se sigue hablando del logro , pero se prohíbe hablar de la persona .

  4. Observador

    Interesante reflexión, muy aguda e inteligente.
    A todos nos consta lo que en su momento el Padre Ramiro Sáenz le advirtió al mismísimo Padre Carlos Buela: «Padre, si usted no corrige sus propios defectos personales, la Congregación los heredará como parte del carisma».
    Dicho y hecho: las «sanas» costumbres del Padre Buela, se transmitieron como valores del IVE, y allí tenemos, por ejemplo, el mal vocabulario, la afición al whisky y la «libertad de espíritu » en tomarse vacaciones y vuelos por todo el mundo.

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