La cuestión del Padre Buela

 «La cuestión del Padre Buela, fundador del Verbo Encarnado»

Bueno, ¿Qué decir de esta noticia publicada en el periódico argentino “Clarín” el domingo 9 de abril de 2017? Nada…el Padre Carlos Miguel Buela, fundador del Instituto del Verbo Encarnado, está condenado a reclusión por la Iglesia Católica desde hace un par de años  por abusos sexuales a seminaristas pertenecientes a la congregación que ¡él mismo fundó!

Por supuesto, esa condena nunca se llevó a cabo de manera efectiva, gracias a un par de secuaces dentro del mismo Verbo Encarnado que cubrían las miserias de su fundador. Al padre Buela se lo vio paseando estos años por varios lugares: Malta, Italia, Buenos Aires  son algunas de las comarcas en las que se mostró, según nos reveló nuestra fuente.

La novedad, más bien, es que la noticia sobre el fundador salió un poco tarde en los medios; yo diría varios años después…

El que escribe, ya había denunciado estas aberraciones del Padre Buela en el año 2008, es decir, hace nueve años atrás. Y nadie tomo nota de esto, sino más bien, se buscó desacreditar y destruir mi reputación durante todos estos años. Si desean, pueden corroborar lo que digo en los archivos de la casa generalicia del Instituto en Roma. Claro, si no lo hicieron desaparecer los antiguos jerarcas que dirigieron la batuta durante casi dos décadas en el Verbo.

Pues bien, sepan que yo fui un miembro del Verbo Encarnado desde fines de la década del ochenta hasta mi salida en el año 2009.

Walter J. Bejarano

17-abr-2017 

Ver en: La Gran Ola de Vida

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Comentarios

2 respuestas a «La cuestión del Padre Buela»

  1. Anónimo

    Yo lo conocí a Buela en 1990. Era obvio entonces que era un Puto Malo, Dominador. Un tipo muy desagradable

    1. Abusos SSVM

      Su persona nunca me atrajo, más bien huía de él. Era un tipo burlesco, se reía de todo y de todos para dominar y dominar la opinión de los suyos. Ponía a sus miembros a hacer payasadas delante de todos como si fuera sus bufones, y el que no estuviera de acuerdo no era humilde y no tenía virtud. Se veía cosas muy desagradables y grotescas!