«La pesadilla de la monjita»

La monjita se iba a dormir meditando el evangelio del día siguiente, y hasta el momento, nunca había tenido una pesadilla relacionada con el sagrado texto.

Pero esa noche fue una revelación: años más tarde la recordaría como “la gracia de la iluminación” …

La lectura correspondía a San Lucas, el capítulo 10, hacia el final, donde se leía una famosa parábola de Jesús: “el buen samaritano”.

La monjita solía leerlo a última hora, antes de que apaguen las luces, prácticamente ya en la cama, y de esa manera, hasta “soñaba” con Dios… Le había recomendado esta piadosa práctica una superiora, allá por los años de noviciado, la maestra de novicias justamente, una señora simpática con algunas, y medio agria con otras…

Pero esta vez, no soñó dulces sueños de ensueños, sino que “escuchó” una parábola muy similar a la del décimo capítulo de Lucas, pero con personajes y diálogos cambiados… Se despertó aterrada.

Algo así fue lo que años más tarde logró poner por escrito y hacernos llegar para nuestra propia iluminación. ¡Ah, me olvidaba! Cuando compartió este escrito, la echaron de la congregación… Los cargos eran por generar murmuración y mal espíritu.

“Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores…” comenzaba el texto que había leído a las 10:45 de la noche…

Pero de repente… ¡epa! El texto en el sueño cambió…

“Casualmente, bajaba por aquel camino un seminarista y, al verle, dio un rodeo.” 

¿Cómo podía ser? Ella recordaba que el texto original siempre hablaba de sacerdotes, no seminaristas.

Y para colmo, la pesadilla traía glosas inesperadas:

“No… no puedo detenerme, – murmuraba el seminarista-, porque tengo que cumplir los horarios. Además, si este tipo salió del mejor seminario, por algo será. Es peligroso para mi vocación. Mejor sigo…”

Lo peor de la pesadilla es que la monjita se acordaba cada una de las palabras de estos intrusos personajes que de repente atropellaban la escena y agregaban frases medio apócrifas…

“De igual modo, una monjita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo” …

¡Sí, una monjita! Eso mismo le dictaba el sueño que, de extraño pasaba a ser estremecedor. ¿Ahora también una monjita como ella tomaba lugar en la parábola?

La glosa, a modo de revelación con moraleja, la asustaba:

“No… no puedo detenerme, porque si salió es porque se equivocó, y es muy peligrosa para mí. El problema era ella, y porque tenía juicio propio, terminó así. Pobrecita… se puede condenar en el mundo. Mejor sigo rápido porque tengo que llegar a Jericó a las 20 hs que empieza la adoración. Y hay que ser santa. El que obedece no se equivoca; no hay otra manera de ser santa.”

Lo más extraño para nuestra monjita fue el final de esta historia: el samaritano que, en teoría, ayuda al prójimo herido, resulta que era también una chica que había salido del convento, ex servidora, de esas peligrosísimas. ¡Qué paradoja! ¡No podía ser!

A las 6 de la mañana sonaron las campanas para la Misa.

La monjita no había podido conciliar el sueño, o la pesadilla.

Se calzó el hábito, y se fue confundida a escuchar la lectura del evangelio según San Lucas.

El curita que celebraba era jovencito, de esos que sólo repiten lo que le han dicho sus formadores durante 8 años seguidos. Leyó el evangelio, y cuando todas esperaban el bonito sermón del día, de tres minutos, nuestra monjita se llevó una última sorpresa:

El cura flaquito sacó de su bolsillo una hoja, -o mejor dicho, 8 hojas-, y comenzó a leer.

No podía hacer un sermón común ese día. No. Le habían mandado que leyera un escrito, un poco extenso, pero muy necesario para el momento que estaba pasando su “Congre”.

El escrito que no llevaba firma, y que estaba publicado en un sitio web “no oficial” de su propia congregación, se titulaba “La gracia del combate”.

A la monjita le pasó, sin embargo, una buena: a los dos minutos de lectura, justo cuando el curita empezaba el título “Dichosos los perseguidos a causa de la justicia”, se durmió profundamente… Pero esta vez no soñó nada.

 

Moraleja:

Esta fábula me la inventé yo, con el fin de ilustrar el comportamiento y la actitud de muchas monjitas, (seminaristas y curas), que ven caer a derecha e izquierda tantas compañeras e incluso amigas suyas, y, sin embargo, por seguir el pensamiento sectario del IVE y de las Servidoras, miran a otro lado y piensan que hacen bien.

 

Luis de la Calle

 

 

 

 


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

9 respuestas a ««La pesadilla de la monjita»»

  1. Anónimo

    Fui seminarista del IVE desde marzo del 2012 hasta marzo del 2016. Cuatro años exactos. Recuerdo una conversación que una vez tuve ahí con un compañero del seminario, en mi segundo año: "che, ¿viste que dejó tal seminarista?" le dije, y este me trató de cambiar de tema, diciéndome "de eso no se habla". Yo insistí con la conversación, puesto que era un exseminarista querido el que había dejado, a quien yo apreciaba.
    Y este me responde citándome el Salmo 91, 7: "Mira, uno de los padres (formadores del seminario) me dijo la otra vez que Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha. A ti no te alcanzará”.
    Pero, el salmo no tenía relación con una interpretación de ese tipo, claramente. Se refería a los impíos, a los que viven sin Dios. No se podían interpretar y aplicar las palabras del Salmo a los ex miembros del IVE. Entonces, quedé sorprendido de su respuesta, puesto que se lo había dicho uno de los formadores. Igual, su respuesta era el vivo reflejo del pensamiento subyacente en el IVE. Los que dejaban "la congre" pasaban a llamarse siempre "muertitos", y muchas veces, "enemigos". Hasta me enteré (siendo yo miembro religioso del IVE) que a los miembros que se iban, y denunciaban las cosas vividas allí dentro, se los llamaba "miembros malparidos", adjetivo acuñado por Buela para los sacerdotes y seminaristas ex miembros de "la congre". "Malparidos" y "desagradecidos", les llamaban.
    Algo rescatable que puedo decir que aprendí en este seminario, en mis años de filosofía, es aquél principio de “el obrar sigue al ser”. Entonces, puesto que ellos obran cómo una secta en muchas cosas –siguiendo el mismo principio que de ellos aprendí–, puedo concluir, sin exagerar, en que ellos son una secta.
    Hago mi comentario anónimo, para evitar los ataques de los laicos fanatizados del IVE, a quienes les gusta desacreditar y tachar de "enemigos de Cristo y de la Iglesia" a los disidentes de su secta. Amo a Cristo y a su Santa Iglesia, y por eso mismo sé que no se debe callar la verdad de lo que pasa en esta congregación, cuyas casas de formación deberían ser cerradas de inmediato por la Santa Sede, para evitar que le sigan haciendo daño a tantos jóvenes mediante la manipulación que ejercen, y su falsa e infundada espiritualidad, que tienen el descaro de calificar como "seria", y que "muerde la realidad".

    1. Luis

      Impactante tu testimonio. Increíble que se haga esa exegesis. Más demoníaco imposible

    2. Anónimo

      Me extraña Padre Luis,esto es demoníaco,el falso testimonio la calumnia,el haber logrado el demonio arrebatarnos hacia su lugar!… no este testimonio!

    3. Anónimo

      Demoníaco es usted Luis… por que sabiendo realmente toda la obra que conlleva el Ive con los hogares de discapacitados,que son cuatro o cinco. Con las misiones por el mundo en la cuales ahí se encuentran sus hermanos,los colegios,santiago del estero,san luis…etc,su único fin sea destruir…. no se da cuenta de la dimensión
      del daño que causas. Dios no solo va a pedir cuenta en el juicio final de esto,si no de todas esas almas a las que i fluenciaste con todo esto. Pido a Dios por ti,por que eres y serás sacerdote para siempre!

    4. Luis

      Es muy difícil entender y caer en la cuenta de lo que estoy denunciando. Quizás no sea para todos. Pero yo hago bien advirtiendo. El que avisa no traiciona.

  2. Abusos SSVM

    "La gracias del combate" , pu ede ser más deshonesto el padre Gustavo nieto EX SUPERIOR GENERAL, -que aunque muchos miembros no lo saben fue destituido el consejo y el Vaticano ha puesto de modo público un Comisario Pontificio y otros sacerdotes de distintas congregaciones para averiguar qué pasa en el IVE-. Volviendo al deshonesto y manipulador Nieto, lógicamente con el gran permiso del silencioso manipulador Buela, luego de hacerse público lo del comisario escribe SIN FIRMAR un artículo y publica: "La gracia del combate" para ser repetida y rezada por sus miembros. El mensaje oculto del repetitivo artículo: "el comisario, el Papa, la Iglesia nos persigue", ¡¡¡que bueno somos!!!. La misma letanía de siempre!

    1. Luis

      Ese escrito es penitencial, digo. Hubiese venido buen leerlo para alguna Cuaresma. El mayor tormento tragar todas esas bazofias

  3. Yape

    Literal! Sin contar que antes del seminarista pasaron los directores espirituales, capellanes, las superioras (incluidas formadoras y hasta la general) y por supuesto no hicieron nada de nada…

    1. Luis

      Tal cual Yape. Mucha responsabilidad ante Dios. Él se encargará de rendir cuentas