Como es propio de los cabecillas del IVE, han vuelto a esconder los problemas graves relacionados con la moral de sus sacerdotes. Esta vez, han hecho lo mismo de siempre: trasladar a Gustavo Domenech a Francia, donde estuvo destinado un tiempo debido a su conducta sexual inapropiada con mujeres en diferentes lugares.

Lo que antes era un secreto a voces en San Rafael, hoy ya no lo es tanto, ya que este sacerdote ha roto todas las barreras de discreción en su comportamiento con el sexo femenino. Durante una de sus primeras misiones en EE. UU., tuvieron que regresarlo a Argentina debido a un amorío público que tuvo con una feligresa en dicho país. Posteriormente, pasó muchos años ayudando en la parroquia San Maximiliano Kolbe (San Rafael), donde contactó a muchas jóvenes de los grupos parroquiales, algunas de ellas provenientes de los hogares de caridad del IVE. En su perfil de Facebook, donde su foto principal lo muestra vestido de civil con un estilo propio de alguien «canchero», suele contactar a muchas mujeres parroquianas que lo siguen, escribiéndoles hasta altas horas de la madrugada.
De vez en cuando, alguna cae en sus redes. Comienza con conversaciones «sanas y santas», pero termina invitándolas a las cabañas turísticas que su familia posee en San Rafael.

Este blog ha recibido, desde hace un año, numerosos testimonios de mujeres, todas con el mismo patrón:
- Creen que ellas son la causa de su tentación y que no deben contarle a nadie la experiencia vivida con el sacerdote.
- Defienden el sacerdocio a toda costa, por lo que nunca hablan.
- Muchas de ellas buscan dirección espiritual con el famoso Padre Gabriel Zapata, quien, sabiendo toda la situación, las disuade de denunciar y, en cambio, les aconseja ofrecer todo como una cruz y guardar silencio. A algunas incluso les rompió las pruebas que tenían.
- La mayoría de las mujeres que elige son personas vulnerables (con problemas afectivos graves, enfermedades psicológicas, familias ausentes, o que han sido acogidas en los hogares de huérfanos del IVE).
- Varias religiosas lo han criticado más de una vez por su amistad con la superiora local del hospital Schestakow, quien finalmente fue removida de su cargo, mientras que él fue enviado a Francia.
Después de un corto periodo en Francia, ayudando en una parroquia, lo volvieron a traer a San Rafael, donde permaneció hasta hace unas semanas.
Tras retomar sus bajos instintos y ante una feligresía que ya hablaba demasiado sobre las muchas mujeres que relataban sus amoríos con él, el gobierno en la sombra del IVE decidió devolverlo a Francia. Tal vez, debido a las barreras del idioma, le cueste más tiempo entablar amistades pecaminosas. ¡Por supuesto, ni el comisario ni el obispo del lugar deben estar al tanto del «regalito» que les llegó!
Lamentablemente, ante la cantidad de testimonios y pruebas recibidas sobre su conducta, se decidió hacer pública su situación, esperando que las mujeres sean más precavidas y no caigan en la fantasía de creer que están en una película como «El pájaro canta hasta morir», sino que reconozcan que están frente a una persona con problemas que usa a las mujeres como si fueran pañuelos desechables.
Su hermana de sangre y religiosa (Hermana Maite) lo habría involucrado mucho en actividades con menores (campamentos del colegio, etc.) sin conocer los riesgos. Ante rumores de una posible denuncia civil por parte de una de las víctimas, la familia se verá obligada a tratar los problemas afectivos de este sacerdote o disuadirlo para que deje los hábitos si no es su verdadera vocación, evitando que siga captando víctimas.
En fin, el IVE tiene tantas historias escondidas… ¡Pero se glorían de la formación antiprogresista que tienen! Les preocupa más la formación que la moral de vida.
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