Un lector de nuestro blog, Enrique R., nos ha interpelado varias veces en estos días acerca de nuestra persistencia en seguir denunciando lo sucedido con el difunto Buela.
Enrique, tal vez usted pertenezca a las jóvenes generaciones y desconozca el pasado.
Hace 9 años ya, el padre Carlos Walker en su condición de Superior General recibió el correo de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, que publicamos en su totalidad a continuación.
En el 5to párrafo dice: “… que el Gobierno General y todo el Instituto tome conciencia de manera reservada pero también con claridad, cómo fue el comportamiento del Fundador por tantos años y con tantas personas”.
Esto no lo hizo ni Carlos Walker ni, mucho menos, Gustavo Nieto. Nada. Hicieron todo lo contrario. Entonces, Enrique, cuando el IVE lo haga, el tema se dejará.»La verdad os hará libres» Jn 8,32
CONGREGACIÓN
PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA
Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA
Ciudad del Vaticano, 6 de abril de 2016
Prot. n. DD. 2037 – 1/1985
Reverendo Padre:
Ha llegado a este Dicasterio su carta del 25.2.2016, con la cual pide “reconsiderar bien estas últimas decisiones”, es decir, las contenidas en la Carta-Decreto de este Dicasterio, fechada el 16.12.2015.
Siguiendo su sugerencia, los Provinciales del IVE han enviado copia de su carta acompañada de un escrito propio en el que expresan plena adhesión a lo que usted solicita. A los escritos de los Provinciales se han añadido notas de solidaridad por parte de muchos religiosos, firmadas en su mayor parte con una fórmula estereotipada.
Considerado todo atentamente, se recuerda cuanto le fue notificado explícitamente en nuestro encuentro del 23.10.2015: “La fase del diálogo ha concluido”. Con este escrito no se pretende ni se puede reabrir la discusión. El encuentro mencionado, al cual usted fue convocado, quería ser —y de hecho fue— el diálogo en el cual el Dicasterio le daba la oportunidad de hacer conocer su pensamiento para luego tomar las decisiones y dar las disposiciones.
La intervención se ha considerado necesaria a raíz de las denuncias de sacerdotes del IVE comprometidos en distintas partes del mundo y deseosos de que el Gobierno General y todo el Instituto tomen conciencia, con reserva pero también con claridad, de cuál ha sido el comportamiento del Fundador durante tantos años y con tantas personas.
No es el caso atribuir a otros la acusación de difamación.
De las amplias consideraciones presentadas como premisa y fundamento de su petición de revisión de lo establecido, se ha hecho un análisis atento. Tales razones, expuestas sintéticamente también en su pro-memoria al Sumo Pontífice, habían sido bien consideradas por el Dicasterio.
Si las disposiciones dadas con el escrito del 16.12.2015 demuestran, como usted se apresura a sostener, falta de confianza hacia los Padres Capitulares, una falta aún mayor de confianza hacia el Dicasterio demuestra usted y cualquiera otro que haya avalado su escrito, cuando piensa que las personas a quienes se dará un encargo en el próximo Gobierno General serán elegidas sin la debida información y sin un discernimiento cuidadoso, “abriendo así la posibilidad de grandes males”.
Es bien conocido y compartido por el Dicasterio el aprecio de los Obispos por los miembros del IVE comprometidos apostólicamente en sus diócesis. En lo que respecta a su admiración y sorpresa por las recientes disposiciones de la Santa Sede, es necesario notar que el asunto del Instituto y del Fundador es conocido por dichos Prelados solo en la versión dada por el propio Instituto.
Con el presente escrito se confirman plenamente todas las disposiciones y las informaciones ya dadas. Usted tendrá cuidado de comunicar estas decisiones a todos y a cada uno de los Religiosos que han firmado cartas con la misma petición por usted presentada.
El Dicasterio considera deber reafirmar la vigencia de la disposición impartida por el Sumo Pontífice Benedicto XVI y nunca revocada: “No le está permitido al P. Buela ninguna injerencia en el gobierno y en la marcha del Instituto”.
Interpelado específicamente sobre el tema, Su Excia. Mons. Apicella notificó que: “Durante el Capítulo General por mí presidido como Delegado Apostólico, confirmé que la dimisión de P. Buela del cargo de Superior General fue cambiada en renuncia, y al mismo tiempo reiteré que P. Buela no debía tener ninguna parte en el Gobierno del Instituto, como había sido dispuesto por el Sumo Pontífice Benedicto XVI”.
Considerada la dificultad objetiva —señalada desde el principio— para la correcta interpretación del vocablo “marcha” del Instituto usado en la disposición de Benedicto XVI, este Dicasterio, a fin de evitar modos personales de valoración, ha considerado oportuno dar una interpretación concreta del término mediante las siguientes aplicaciones, aprobadas en forma específica por el Sumo Pontífice Francisco el 2.4.2016:
- a) Queda absolutamente prohibido al P. Carlos Buela tener relación con los miembros del IVE, a excepción de aquellos de la Comunidad donde habitará con el permiso de este Dicasterio, y con las Religiosas “Siervas del Señor y de la Virgen de Matará”.
- b) No podrá hacer declaraciones a los medios de comunicación ni aparecer en público.
- c) No podrá participar en ninguna iniciativa ni encuentro ni personalmente ni a través de otros medios de comunicación.
En la Audiencia del 2.4.2016, concedida al Em.mo Cardenal Prefecto y a Su Excelencia el Rev.mo Secretario, el contenido de este escrito fue presentado e ilustrado al Sumo Pontífice, con solicitud de aprobación en forma específica, benignamente concedida con firma autógrafa por el Papa Francisco, quien está bien informado sobre la delicada situación del IVE y de su Fundador y la sigue con solicitud desde hace muchos años.
Con la confianza de que cuanto aquí se le comunica sea acogido con el “completo espíritu de obediencia” profesado en su carta, me valgo de la circunstancia para enviarle cordiales saludos.
+ José Rodríguez Carballo, O.F.M.
Arzobispo Secretario
João Braz Card. de Aviz
Prefecto
DECRETO
En la larga y exigente atención prestada al Instituto del Verbo Encarnado, a raíz de repetidas señales consideradas atendibles acerca del comportamiento del Fundador, P. Carlos Buela, con diversos jóvenes del Instituto, el Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica consideró como propio deber interesar a Su Santidad Benedicto XVI sobre esta difícil situación.
El Pontífice dispuso que: “No le está permitida al P. Buela ninguna injerencia en el gobierno y en la marcha del Instituto”. Este precepto, nunca revocado, fue confirmado con aprobación específica por el Papa Francisco en la Audiencia al Em.mo Cardenal Prefecto del mencionado Dicasterio el 25 de marzo de 2013.
Recientemente, algunos sacerdotes del IVE, con la única finalidad de poder contribuir al bien del Instituto y remover definitivamente de su interior la memoria dolorosa de cuanto tuvieron que sufrir en su juventud por comportamientos poco honestos del P. Buela, han planteado el problema directamente a Su Santidad el Papa Francisco.
Habiendo surgido dudas sobre la interpretación correcta del vocablo “marcha” usado en la disposición de Benedicto XVI, con los consiguientes efectos prácticos, y habiendo emergido divergencias y contrastes sobre el modo de afrontar y aclarar la situación, el Dicasterio, al aproximarse la celebración del Capítulo General, ha retomado el problema y ha formulado la siguiente interpretación, aprobada en forma específica por el Papa Francisco en la Audiencia concedida al Em.mo Cardenal Prefecto y al Exc.mo Arzobispo Secretario el 2.4.2016:
- a) Queda absolutamente prohibido al P. Carlos Buela tener relación con los miembros del IVE, a excepción de aquellos de la Comunidad donde habitará con el permiso de este Dicasterio, y con las Religiosas “Siervas del Señor y de la Virgen de Matará”.
- b) No podrá hacer declaraciones a los medios de comunicación ni aparecer en público.
- c) No podrá participar en ninguna iniciativa ni encuentro ni personalmente ni a través de otros medios de comunicación.
Una observancia consciente, en todas sus partes, de cuanto aquí se dispone, enuncia y confirma, no es solo una exigencia moral de obediencia sino también condición para la paz y la unidad del Instituto.
Dado en Roma, Ciudad del Vaticano, el 6 de abril de 2016.

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