Testimonio de Renata Patti, ex Focolar

¿Son conscientes los superiores de las órdenes religiosas de los abusos de
autoridad que cometen en nombre de Dios?

¿A quién recurre los miembros que lo sufren? A nadie. Pues la obediencia no
los permiten, todas las decisiones del superior o superiora tienen que ser
obedecidas, porque representan la voluntad de Dios, no cumplirlas significa
una falta al voto. 

Lo que relata Renata Patti, ex focolar no es algo aislado, sino una
practica común en algunas órdenes religiosas, también en las SSVM. Las
respuestas muchas veces por parte de las superioras al sufrimiento causado
son: «esto ha sucedido por voluntad de Dios»,
«Dios lo permite», «el superior se equivoca por tu bien»,
«el que obedece no se equivoca», anulando de esta forma cualquier
queja del súbdito y haciéndole agradecer la mano providente de Dios. ¿No
será eso abuso espiritual?
 ¿Y qué pasa cuando ese sufrimiento pasa a ser un delito a la persona? ¿Y
cuándo el miembro sale perjudicado en su vida emocional, psíquica,
etc?


En mi opinión, no creo que la Iglesia católica esté para la labor de
investigación de lo que pasa en las congregaciones religiosas a este
respecto. Cada orden religiosa se está volviendo una iglesia dentro de la
Iglesia; el fundador o fundadora, un Papa en su congregación, y esto no es
una afirmación exagerada.

Las consecuencias sufridas por los miembros relatadas por Renata en su
Movimiento, también las he visto en las SSVM. ¿El caso de suicidio?
¡También! aunque fue sólo un intento por parte de ese miembro.

¿Por qué se asemejan tantas experiencias bajo un mismo modo de vida que
son las órdenes religiosas, sea ella cual sea? ¡Sin ninguna duda no se
trata de casos aislados!

Muy interesante cómo Renata acaba su testimonio, cuando aclara que los
únicos que pueden intervenir de modo eficaz en esas instituciones con
problemas tan graves de abusos son las autoridades eclesiásticas que están
por encima de ellas. Pero, según ella: «o son simpatizantes o adherentes o miembros…». 

¿Por qué tanta fuerza y poder tienen esas órdenes religiosas si nacieron
para servir? ¿Qué autoridad creen que tienen de maltratar
psicológica y emocionalmente a sus miembros en nombre de Dios y de su
voluntad? No acabamos de reconocer que también son obras humana, por
tanto, pueden haber errores, muchos y graves.

Si no son conscientes, deben ser intervenidos o vigilados de alguna
forma; ¿si los son? ¡con más razón! o ya no podemos sostener que es una
obra del Espíritu Santo.

Dice Renata:«Es peligroso encubrir tales acusaciones con una capa de silencio,
seria mejor investigar y llegar a conclusiones claras».
 
Del libro: ‘Confesiones de un Cardenal’ de Olivier Le Gendre. Su traducción al italiano: ‘Orgullo y prejuicio en el Vaticano‘.