Carta del Card. Santos Abril, comisario pontificio y superior general del IVE (diciembre de 2023) – 1 – La carta al IVE.

Para ver la parte 2 (Anexo 1 – Reunión del Consejo General del IVE) y la parte 3 (Anexo 2 – Fuero interno)

Roma, 18 de diciembre de 2023.

Prot. IVE 426/2023

El sí de las promesas ha llegado, la alianza se cumple poderosa, el Verbo eterno de los cielos con nuestra débil carne se desposa. Misterio que sólo la/e alcanza, María es nuevo templo de la gloria, rocío matinal, nube que pasa, luz nueva en presencia misteriosa.

(Himno de la Liturgia de las Horas}

La celebración del Adviento, nos da la oportunidad de centrarnos en la preparación para el maravilloso misterio de la Encarnación, es decir, que Dios se haga humano, nazca en nuestro mundo y en nuestra historia en la persona de Jesús de Nazaret, para que nosotros participemos de su vida divina.

En las circunstancias actuales no podemos evitar traer a nuestra mente la tierra y el pueblo en el que Jesús nació y vivió y que, en este momento de la historia, está experimentando y soportando un sufrimiento y una destrucción intolerables a causa de la guerra. No obstante, esta es la tierra y el pueblo que Dios eligió para que Jesús naciera y viviera su vida humana como el «Príncipe de Paz»; tampoco podemos olvidar las guerras en curso y otros conflictos violentos que causan sufrimiento y destrucción indecibles a personas, propiedades y a la naturaleza en otros lugares de nuestro mundo como, por ejemplo, Ucrania, Yemen, Siria, Libia, Afganistán, Sudán, Haití… por nombrar algunos. Como tantas veces nos recuerda el Papa Francisco estamos viviendo una guerra mundial a pedazos.

El ¡Ven, Señor Jesús!, que nos acompaña a lo largo del Adviento sea nuestra sencilla oración de fe durante este tiempo santo y gozoso, en el que preparamos nuestras vidas y corazones para recibir a nuestro Salvador, Jesucristo, el Príncipe de Paz. En el ángelus de la reciente celebración de Cristo Rey el Papa Francisco decía»la oración es la fuerza de paz que rompe la espiral del odio, quiebra el ciclo de la venganza y abre caminos de reconciliación no esperados».

Junto con mi Consejo nos unimos a todos vosotros en esta oración y súplica confiada: ¡Ven, Señor Jesús! Oración que se hace más cercana a todos los religiosos del Instituto del Verbo Encarnado que en Ucrania, Tierra Santa y demás lugares viven el horror de la guerra y de otras calamidades.

Examinemos también cada uno de nosotros nuestro corazón y oremos: «Ven, Señor Jesús, modela mi corazón, para que sea signo e instrumento de tu paz».

A todos os deseamos una feliz Navidad y próspero y santo año nuevo 2024.

Cardenal Santos Abril y Castelló

Comisario Pontificio del IVE


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