Como todos sabemos, Carlos Buela fue obligado por la Iglesia durante años a alejarse del gobierno del Instituto y vivir recluido en Génova (al mejor estilo Marcial Maciel); su entorno le aconsejó durante ese tiempo que aprovechara a escribir su vida o el legado para el Instituto.
Como ustedes saben, por las denuncias que tuvo, ya no pudo tener jóvenes sacerdotes o seminaristas que oficiaban de secretarios, como siempre los había tenido, ya que el 90 % de los secretarios de Buela terminaron abandonado el Instituto y algunos incluso el sacerdocio; muchos de ellos escandalizados por los problemas de alcohol de su fundador, sus malos tratos, otros por sus abusos de diferentes tipos y el otro 10% que aún quedan en el Instituto sienten que todas las caricias y tratos que recibieron fueron por su especial favoritismo del fundador hacia su persona, por la que solo les resta como obligación ser y transmitir la enorme carga salvar al Instituto del Verbo Encarnado, cueste lo que cueste.
Es así que, durante el último tiempo de su vida, estuvo cuidado por religiosas Servidoras del Señor y la Virgen de Matará. El problema aquí sería que Buela siempre para escribir sus libros contó con la ayuda de sus secretarios sacerdotes; es más se dice entre los pasillos del IVE, que la gran mayoría de los libros de Buela fueron escritos por sus secretarios que luego se los daban a Buela para que los leyera y se los corrigiera; pero el trabajo siempre era de los secretarios.
Esto se puede comprobar en su última obra “El Señor es mi Pastor”, una obra que escribió ya estando recluido en Génova, y en sus últimos años. Un libro de 884 páginas… no de lectura ágil sino un recopilado de datos familiares, árbol genealógico, detalles muy insignificantes sobre distintos momentos de su vida y a todo esto en cada capítulo pegando algún texto espiritual de algún santo para que el libro tenga algún aporte para el espíritu.
Por supuesto evita contar sobre detalles importantes de su vida, como por ejemplo por qué fue recluido, por qué lo persiguieron tantos años. A referencia de eso es que en el prólogo solo agrega: “No relataré las distintas vicisitudes que por gracia de Dios me tocó vivir, porque tendría que escribir otro libro, porque algunos que las produjeron no podrán defenderse y por qué no quiero perder tiempo en esas cosas”.
Lamentablemente esa pérdida de tiempo a la que se refiere le hubiese hecho un gran bien a su congregación, ya que se fue sin explicar
- por qué nunca hizo un tratamiento para salir de su problema de alcohol,
- por qué tantos años de difamación a tantos buenos sacerdotes,
- por qué se alejaron los primeros sacerdotes como Sáenz, Ezcurra, etc.,
- por qué las ansias de fundar en todas partes del mundo aunque sea enviando un solo sacerdote,
- por qué siempre su medio de santificación era humillar chabacanamente a sus sacerdotes,
- por qué abandonaron más de 200 sacerdotes del IVE en los últimos años
- y un sinfín de preguntas que obviamente no están en este libro.
Y continúa diciendo que algunos no podrán defenderse. ¿No será que al revés, que la iglesia se vería obligada a aclarar muchos puntos que, para no escandalizar a la grey, dejaron que mueran con él? El deal era: él debía retirarse y esconderse en Génova y la Iglesia no haría pública las denuncias hacia su persona y los graves problemas internos del IVE.
Pero como todo lo que hace el IVE es a escondidas, a semejanza de su fundador, apenas murió su fundador comenzaron a enviar a sus provinciales y algunos sacerdotes el libro digital, “la última obra del P.Buela”, pero no a todos. No todos los religiosos pueden tenerlo aún, ya que como no tiene ningún tipo de autorización eclesiástica… no vaya a ser que se entere el comisario pontificio, quien les dejó expresamente prohibido que se ensalce la figura de Buela, ya que pesaban sobre el causas penales y eclesiásticas. Así que todo es top secret.
Hasta que en España ya salió la edición impresa y se entregó en los conventos de Europa, en Sudamérica todavía no llegó a todos. Solo los superiores tienen la gracia…
Y como tenemos varios lectores del Instituto del Verbo Encarnado y no nos gusta ese tipo de discriminación es que lo dejamos aquí a disposición de todos.
Aquel que tenga tiempo y paciencia corrobore por sí solo y haga un análisis de esta psicología narcisista que logró tener cautivos a cientos.
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