¿Existe realmente proceso de discernimiento en las SSVM?

PARTE 1

Empezaré una serie de reflexiones sobre mi experiencia en las SSVM, sobre un tema muy importante, el discernimiento, y porqué pienso -después de haber hablado con sacerdotes del IVE y que no son del IVE- que no existe verdadero proceso de discernimiento en el IVE y en las SSVM y lo que existe es en si muy deficiente. Un testimonio más que no difiere de tantos otros de las que han pasado por la SSVM. 

El problema es el mismo, el que conocemos tanto en la rama masculina como en la femenina: la precipitación y la falta de un trabajo serio de discernimiento por parte de los formadores con las vocaciones recibidas. Otro problema es la elección de superiores, en su mayoría muy jóvenes con sólo tres años de estudios pero sin experiencia en fundaciones y en el trato espiritual con las almas. Muchos son enviados a países lejanos como superiores o incluso antes de completar los años requeridos de votos perpetuos, (se puede ver el testimonio-carta, escrita por Kelly Sue o su video sobre «Los 6 signos de una secta» ) se les da no sólo responsabilidades materiales, sino espirituales sobre otras almas, sobre religiosos de la misma comunidad, futuras vocaciones, trato con jóvenes y familias con problemas, etc. Hay que empezar a entender que el Espíritu Santo no es mágico, viene en ayuda, pero los religiosos como tales deben tener la formación, la experiencia y la responsabilidad necesarias, para que en un futuro (lo que ya estamos viendo) no se intente corregir los abusos con secretismos, con cambios de países, etc. Los abusos muchas veces son delitos que provocan múltiples heridas en los miembros, y no se trata, como nos quieren hacer creer que son solamente errores humanos que deben ser perdonados.

Muchas sabemos que una vez en la misión, sobre todo si son superioras, las responsabilidades son más pesadas, apenas tenemos tiempo para pensar en nuestro periodo de discernimiento, que en realidad duran siete años, y esto no se tiene en cuenta como debería. 

También me pongo como ejemplo. Para mis votos perpetuos, sabía que la Madre Provincial viajaba, entre otras cosas para estar presente en mis votos como se hace normalmente. Tuve menos de dos días para hablar con ella, me dieron un día de retiro antes de hacer mis votos perpetuos, es decir, el día anterior, mientras todos se preparaban para la misa y la fiesta de los votos; el obispo del lugar donde misionaba ya lo sabía, el anillo ya había sido comprado por una pareja que serían mis padrinos, (padrinos que yo no elegí y que tampoco son necesarios, pero la SSVM los eligió para que me compraran el anillo). En otras palabras, ya habían asumido que lo haría. Sin embargo, pedí no hacerlos y esperar un año para pensarlo, como el mismo Código de Derecho Canónico contempla y permite, y recibí la respuesta de la Superiora Provincial de que era una tentación y que debía obedecer. Su respuesta fue clara, me preguntó: «¿Tienes alguna razón grave que darme para no querer hacer los votos perpetuos?» Le contesté: que tenía dudas, no quería dar ese paso y esperar un año más, estaba en mi derecho. Me respondió: «Si tienes dudas, obedece, yo te veo con vocación». No acepté esta respuesta y ese mismo día hablé con mi director espiritual y le expliqué mi deseo de no hacer los votos ese año.

No tenía más salida, si no podía recibir ayuda de mi propio director espiritual ¿qué otra cosa podía esperar? Si Dios te da la libertad de pensar y esperar, ¿por qué los superiores no pueden respectar esa libertad y la voluntad del religioso? Hice mis votos perpetuos sin quererlo, no escribí la fórmula de votos para que se leyera en misa, porqué realmente no me apetecía, sin embargo, tanto la misa como los preparativos de la fiesta se estaban haciendo, nadie, ni mi superiora local ni la superiora provincial prestaron atención a esto, la superiora provincial sería la primera que tendría la obligación de hablar primero con la hermana que va a hacer los votos, tener dudas ante un paso tan importante es más que suficiente para no hacerlos, nunca le mencioné que estaba pasando por una tentación, fue su conclusión, fue su respuesta, que se trataba de una tentación. ¿Qué haría una persona cuando se prepara para una boda y días antes y le surgen dudas sobre si seguir o no? ¿sería mejor casarse en contra de la propia voluntad o ser honesto con Dios y con uno mismo? Hoy, hablando de esto con personas que conocen tanto la vida religiosa como el Código de Derecho Canónico, me dicen: «lo más probable es que tus votos no fueran válidos». ¿Qué conocimientos tienen los miembros del IVE y de las SSVM sobre el Derecho Canónico? por la manera de actuar parece ser que ningún, pero sabemos muy bien que no es así, pues tienen conocimiento suficiente para actuar a tiempo, antes que el miembro o que las autoridades eclesiásticas se den cuenta. ¿El miembro puede pedir asesoramiento sobre estas leyes fuera del IVE o de las SSVM? ¡No! ¡Está prohibido por los superiores! 

En una determinada ocasión le pregunté a un miembro del gobierno general sobre sus conocimientos en Derecho Canónico, me respondió que ninguno. Efectivamente sabem mentir!!

Quiero aclarar aquí, para aquellos que no lo saben, que cuando una hermana es aceptada para hacer votos perpetuos, la superiora general y todo su consejo se reúnen para decidir si esta hermana es apta o no para recibir los votos perpetuos, Cuando han decidido que eres apta, te llaman o la superior local te da la noticia, muchas reciben la noticia con alegría, porque quieren hacerlo, pero las almas no son iguales, ¿por qué no atendieron mis necesidades cuando las estaba expresando? 

La libertad no va en contra de la obediencia y menos aún de la vocación. No sólo los superiores son capaces de discernir, todo religioso en su madurez espiritual puede y debe saber discernir, no podemos olvidar que la conciencia es un terreno donde sólo entra Dios y la persona, nadie más, los superiores sólo pueden tener derecho a consejo, nada mas! Esto es algo que en el Verbo Encarnado en general y desde los inicios siguen equivocandose, yo a esto llamo ignorancia culpable!   

Continuará…


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