La Madre Corredentora de las SSVM se reunió el miércoles pasado en audiencia privada con el Papa Francisco para expresar su descontento con la visitadora designada por el Vaticano. Según parece, la visitadora solicitó espacio en la casa generalicia para vivir con su equipo y asumir las funciones de gobierno encomendadas por la Iglesia, lo que la Madre Corredentora considera un abuso de poder.
Obviamente, la nueva administradora quiere trabajar con libertad. Como es de público conocimiento, el IVE había sometido anteriormente a los demás comisarios a una serie de acciones restrictivas, revisando sus correspondencias, hackeando sus computadoras, escuchando sus llamadas y agotándolos hasta el punto de que terminaban su trabajo rápidamente solo para salir de esa situación.
Con esta trayectoria, al parecer, la visitadora les aconsejó mudarse a otro convento cercano para no interferir en sus asuntos. Sin embargo, la Madre Corredentora y sus allegadas se lamentaron de esta situación ante Francisco, acusando a la visitadora de abusar de sus facultades.
Según fuentes que estuvieron presentes, el Papa Francisco les pidió que tuvieran paciencia, asegurándoles que estaba al tanto de todo. Sin embargo, ante las insistentes quejas y lamentos de ellas sobre el comportamiento de la visitadora, que consideraban que estaba sobrepasando los límites, Francisco accedió a hablar con ella.
Además, ellas también querían abordar la situación de la culpabilidad de Buela, pero Francisco les pidió que no tocaran ese tema por ahora y que dejaran “a los muertitos descansar”.
La ironía de la situación es evidente. Después de esa reunión en la que se sintieron aliviadas y esperanzadas, el Papa Francisco fue internado dos días después. Ahora, las mismas personas que anteriormente habían rezado para que Bergoglio no fuera elegido Papa, están implorando por su pronta recuperación. Se hacen cadenas de oración, noches heroicas y viajes a santuarios pidiendo su recuperación…
La situación parece haber tomado un giro más grave
Según parece, las SSVM no solo están rezando por la recuperación del Papa Francisco, sino que también han lanzado una campaña interna para silenciar a cualquier hermana que intente comunicarse con la visitadora.
Se ha nombrado a una religiosa para que actúe como una especie de «vigilante» en cada comunidad, identificando a cualquier hermana que se atreva a hablar o escribir a la visitadora.
Clima de represión
Esto ha generado un clima de miedo y represión dentro de las comunidades, donde las hermanas son advertidas para que se alejen de aquellas que se consideran «traidoras» por intentar comunicarse con la visitadora o simplemente pensar de manera diferente.
Es irónico que esto se haga bajo el pretexto de un “espíritu de caridad fraterna que busca salvar el carisma”, cuando en realidad parece ser una forma de control y represión. Esto plantea serias preguntas sobre la salud y la transparencia dentro de las SSVM.
Rumbo preocupante
La situación parece estar tomando un rumbo cada vez más preocupante. Esto sugiere que el instituto está adoptando características propias de una secta, donde un grupo selecto controla la información y la transmite de manera selectiva al resto de los miembros.
La uniformidad de pensamiento y la lealtad ciega al carisma parecen ser los objetivos principales, y cualquier disidencia o pensamiento crítico es visto como una amenaza. La campaña para aislar a las hermanas que piensan de manera diferente o que quieren comunicarse con la representante del Vaticano es particularmente inquietante.
Además, están recolectando fondos para financiar los viajes clandestinos de las superioras a distintos países para “transmitir información” a las hermanas y evitar que se “dispersen del rebaño”. Esto plantea serias preguntas sobre la salud y la transparencia dentro de este instituto y sobre la posibilidad de que se estén violando los derechos y la autonomía de las hermanas.
Ánimo a los interventores
¡Lamentamos todas las vicisitudes que deberán afrontar las nuevas autoridades enviadas por el Vaticano para sobrellevar esta ardua tarea, pero cuando las cabezas están corrompidas, es muy difícil que el resto no se contamine!
Corresponsal: María Domínguez
Deja una respuesta