Testimonio Ex servidora – ‘Un consejo a la Iglesia’

¿Existe verdadero control sobre las nuevas Órdenes Religiosas?


Luego de haberse hecho pública las declaraciones del Cardenal Joao Braz de Aviz en distintos medios, donde habla sobre los diferentes tipos de abusos en las congregaciones religiosas y el gran drama del desamparo de estas instituciones hacia muchas ex religiosas al que el mismo santo Padre ha tenido que crear en Roma un lugar para ayudar a estos casos. Esta ayuda es loable, pero me pregunto si no seria mejor ¿prevenir que remediar? Puede alguien en vez de hacer tantas reuniones infructuosas sobre los dramas actuales de muchas congregaciones, actuar urgente con alguna medida disciplinaria para que estas instituciones puedan ver el error y el daño que se les está causando a tantas almas nobles en el mundo?


En esta problemática actual de la iglesia con las órdenes femeninas tenemos por un lado muchas ordenes muy antiguas que están pasando por crisis muy serias en vocaciones y en espiritualidad con bases sólida y adaptada a estos tiempos actuales a los tiempos que estamos viviendo, y vemos por otro lado un gran auge de congregaciones jóvenes que van surgiendo, muchas llenas de vocaciones y con gran celo apostólico, pero muchas veces conducidas por fundadores que dejan mucho que desear (legionarios de Cristo, miles Christi, San juan bautista, Verbo Encarnado etc), y puede seguir una gran lista de institutos fundados recientemente que han tenido ciertos problemas en su cúpula a los que la iglesia tuvo que intervenir drásticamente como en el caso del Instituto San Juan Bautista, fundado en Salta, Argentina, donde, directamente se procedió al cierre del mismo, aunque, tenían cientos de vocaciones y jóvenes muy apostólicos, pero los abusos y la manipulación interna era tal que no se pudo salvar dicha obra. 

De los demás Institutos como el caso del Instituto del Verbo Encarnado, también Argentino, pero con casas en todo el mundo, sabemos que su fundador está sentenciado por la iglesia a vivir alejado de dicho instituto por sospechas de abusos, y en la actualidad están intervenido con un comisario pontificio: el cardenal Santos Abril que lleva adelante esta ardua tarea. 

Este Instituto tiene su rama femenina: “Servidoras del Señor y la virgen de Matará”, comparten el mismo fundador, las mismas constituciones, misiones y también cuentan con muchísimas vocaciones  esparcidas por muchos países y a este Instituto quería referirme especialmente, ya que, conozco muy bien la realidad por que viví casi 20 años como religiosa de este instituto y ahora leyendo al cardenal y todo lo que la iglesia viene enfrentando con estas órdenes nuevas, me di cuenta que importante es que la iglesia como madre tenga algo de control sobre sus modos de entender y vivir los evangelios o al menos un control más práctico y con menos demoras, ya que, en el camino se pierden muchas almas.

Sabemos también que la iglesia cautelosamente lleva muchos años para aprobar una congregación religiosa como tal, pero algunas llevan más de 30 años trabajando como si fuesen congregaciones aprobadas y son apenas una asociación pública de fieles, y en el medio cientos de jóvenes ven sus vidas truncadas, por ser partes de estos experimentos de congregaciones, a lo que la iglesia al tomarse sabiamente su tiempo para aprobarlos tampoco los frena en sus impulsos apostólicos por captar vocaciones esperando con ese gran numero poder ser aprobados, y en el medio de ese gran número de almas muchas quedan en el camino dañadas por la inexperiencia, trato, modos de estos institutos que terminan siendo peor que una empresa que necesita expandirse y exige lo indecible de sus trabajadores y cuándo no funcionan más o alguno decide irse por propia voluntad esta empresa no se hace cargo ni de los años aportados ahí ni de sus cargas sociales, ni del seguro médico, ni siquiera en algunos casos de haberte conocido, simplemente pasa a ser un traidor del Señor del que mejor no se habla más. Por supuesto hubieron excepciones, pero contadas.

En mi caso ingresé a los 17 años, en Mendoza, Argentina, junto a otras 29 jóvenes éramos un noviciado de 30 chicas y un número así ingresaba cada año. Un instituto con apenas 20 años de fundado, superioras muy jóvenes, mucha alegría, mucha pobreza para seguir a Cristo pobre, vida de oración, buena formación teológica, parecía el cielo. Tanto que una joven conoce este instituto y ya quiere quedarse hasta que van pasando los años , uno va madurando en la vida y a partir de los 30 años se va dando cuenta que hay cosas que no cierran y uno empieza a preguntarse muchas cosas por ejemplo:

1) ¿Por qué hay muchísimas deserción en las religiosas de votos perpetuos? si ingresan por año muchísimas por qué por otro lados salen muchas hermanas de más de 15-20 años de vida religiosa. ¿Qué está pasando? Las hermanas que sale muchas han tenido cargos importantes dentro del instituto, misiones importantes, algunas de admirar por su virtud, y a que se debe el dejar todo en silencio y no volver a hablarlo más?

2) Por que empieza a haber entre los miembros muchas enfermedades psicológicas de depresión, bulimia, bipolaridad etc.?

3) Por que se elige de superioras a las más jóvenes, aunque algunas ni siquiera tengan votos perpetuos?  Como alguna vez que pregunte al superior esto y me respondieron “son más dóciles”, me pregunto a quién son dóciles, ¿al gobierno de turno? O tal vez porque no cuestionan nada. Y si hay superioras más grande en edad son aquellas que han demostrado fidelidad absoluta y obediencia ciega al fundador (cuestionado por la iglesia), al consejo general del IVE y a los superiores mayores, caso contrario si tiene opinión propia al poco tiempo deja de ser superiora o se la envía a una misión perdida en el confín del mundo sin mucha importancia.

4) Se prohíbe las amistades particulares entre las religiosas, el uso de internet es muy restringido casi nulo, no hay celular personal, porqué todo lo que viene del mundo te hace mundano. Si todo esto fuera con el fin de filtrar cosas que no hacen bien al alma se entiende, pero cuando es con el fin de que no te lleguen noticias como los del cardenal arriba mencionado, o los problemas actuales de la iglesia, o noticias sobre el fundador, etc es mejor no saber nada del mundo porqué todo en definitiva son calumnias y difamaciones contra las órdenes tradicionales y así la vida adentro es otro mundo. No a las amistades particulares (como les llaman), es decir, a tener una amiga religiosa en quien confiar. Si se habla algo más profundo con alguna hermana, esa no corresponde, pues sabemos que solo le corresponde al director y a la superiora, con esto se cortar los lazos afectivos lo más que se pueda, caso contrario estás incurriendo en desorden, murmuración, etc.  todo lo contrario a lo que la medicina enseña que para que una persona este sana psicológicamente debe crear buenos lazos afectivos.

5) Una joven ingresa con 17/18 años y si por alguna razón decide salir, o el mismo instituto después de haberla enviado a misiones muy difíciles y el cansancio de la misión y la vida agitada ha agotado sus fuerzas, de repente ya no es tan útil, asi que se la deja de lado, y la indiferencia es tal que muchas después de varios años de vida religiosa se encuentran afuera por ejemplo con 40 años sin estudios válidos, sin obra social, sin aportes jubilatorios y sin ninguna ayuda económica para rehacer su vida porque supuestamente el instituto vive de la caridad y no tiene para afrontar todo esto.

Conozco más de 60 compañeras ex religiosas que están dando vuelta por el mundo tratando de rehacer sus vidas como pueden, sin que nadie les dé ni siquiera una colaboración por tantos años trabajados para levantar el instituto misionero, y pregunto: ¿la iglesia no controla esto? Que estas órdenes al menos cumplan con las obligaciones civiles de cada país sobre el aporte jubilatorio, obra social etc. No es mejor exigirles a las nuevas órdenes que cumplan al menos con estas obligaciones antes de darles el permiso de abrir un instituto? En países Europeos por las mismas reglas civiles que tienen, por ahí se les complica más y en algunos casos se ven obligados a hacerlo, pero ¿y en Latinoamérica? donde más vocaciones hay. Cientos de jóvenes dan la mitad de su vida y ya en la adultez si no tienen a sus familiares que la acojan de vuelta se ven obligadas a una vida muy difícil, algunas se ven obligadas a volver al mismo instituto y mendigar alguna ayuda como alimentos y demás al que el instituto lo publica como una gran obra de caridad “dar de comer al hambriento” y lo muestra a todos sus miembros, la caridad de ayudar con alguno víveres algún tiempo a algunas de ellas esto hace que algunas por no perder esos pocos alimentos no quieran ni siquiera denunciar en algunos casos los abusos psicológicos, de autoridad, y demás sufridos adentro.

6) Si alguna joven desea salir, a eso se le llama tentación a la vocación por lo que debe esperar años hasta que se le vaya la tentación. ¿No es esto manipulación de conciencia? Si una religiosa desea dirigirse espiritualmente con otro director espiritual que no sea de la orden, no se puede, está prohibido ¿no es esto abuso de autoridad?

7) Una de las metas de estos institutos es tratar de abrir casas religiosas en muchas partes del mundo para así demostrar su expansión y evitar ser cerrado por la iglesia que los tiene en la mira, ahora bien, esto a costa de enviar jóvenes religiosas a veces de 23 años a lugares tan difíciles como Tanzania, Papua, Rusia, Gaza etc.. sin saber el idioma provocando que las primeras fundadoras de esos lugares, la mayoría hoy o están con terapias psicológicas o están fuera de la vida religiosa por la experiencia traumática en algunos casos, pero el instituto no se hace problema por que ingresan muchas jóvenes y hay numero para remplazarlas constantemente, ahora me pregunto: ¿la iglesia no exige un tiempo obligatorio en la formación de las jóvenes para las misiones ad gentes? ¿Quién vigila que esto se cumpla? ¿No se debería velar que al menos la superiora de esos lugares sea alguien madura en edad y en virtud?

Como un caso que conocí de una religiosa de 23 años enviada como superiora a Tanzania en una comunidad de solo 3 hermanas (con ella eran 3). Conclusión: la superiora de 23 años quedó embarazada del jardinero africano del convento y tuvo que regresar a su país de origen sin glorias ni medallas solo con su propia humillación que no pudo ser la madre superiora ejemplo de sus hermanas como el instituto confió, pero aqui sí, en ese caso se los ayudó económicamente a la pareja feliz a vivir en otro país y formar su familia, para tapar rápido el escandalo ocasionado. Obviamente de estas cosas está prohibido hablar dentro, y me pregunto: ¿es la culpa de la joven religiosa o aquellos que la nombraron como superiora a tan corta edad y a un país, lengua y cultura tan distinta a su país de origen?.

8) La idea de expandirse mundialmente en las ordenes nuevas es esencial, y muchos obispos del mundo ante la falta de vocaciones ven esto como un regalo caído del cielo, pero son muy pocos los que se animan a controlar o sospechar porqué llegan a las misiones y son cambiadas las hermanas tan frecuente de comunidad y de país como se cambian piezas de ajedrez y de algunas ni siquiera se las vuelve a nombrar ocasionando desconcierto entre los fieles que se han encariñado con alguna y desean saber de ellas y de repente no se habla más, si la hermana pidió su indulto de votos y vuelve a su país de origen o en algunos casos quedan varadas en Europa como los casos al que el cardenal hace referencia nadie se hace cargo, ahora me pregunto: ¿os obispos que las llaman a trabajar en su diócesis no pueden controlar que estos institutos jóvenes cumplan con las obligaciones civiles de aportes, cargas sociales etc? ¿El origen y destino de las hermanas que se lleva a esa misión? Que se controle cuando una religiosa sale por el motivo que sea que se cumpla la caridad de justicia con la persona que aportó tantos años a la construcción de dicho instituto, como lo pide el derecho canónico. O hay que mirar a otro lado por el solo hecho de que esa alma prefirió irse de ese tipo de vida religiosa a ser despojada de su libertad interior.

9) Si es la formación intelectual que en este caso de este instituto comparado a otros es buena  ¿no se debería incentivar al mismo tiempo una formación humana y una madurez afectiva? que las religiosas puedan tener algún criterio propio y saber distinguir, pensar y que opinar libremente y con caridad no es pecado, sino al contrario un deber de buen hijo. ¿Basta solo con la formación intelectual?

Se enseña a no opinar en nada sino es falta de santidad, no pensar ni sospechar nada sino es falta de caridad, no ser distinto al resto, sino es falta de espíritu del carisma propio, no dudar del fundador y de los superiores porqué de ellos se reciben todas las gracias, en fin, vuelvo a preguntar ¿No es esto un quiebre psicológico cada día a tu persona? ¿No es esto manipulación de los miembros? El mensaje final a tu subconsciente es que solos los que no opinen, no piensen, sean dóciles a los superiores llegaran a altos grados de santidad, tendrán los halagos de sus superiores, serán los modelos a seguir y hasta heredaran cargos dentro del instituto.

Y así podría seguir enumerando muchas preguntas más, el fin no es criticar la vida religiosa que es hermosa y sigue Dios a través de ella llamando muchos jóvenes, sino más bien que tomemos conciencia sobre todo aquellos que tienen el poder de que si algún iluminado se le ocurre abrir un instituto de vida religiosa, sepan que son cientos las almas de buena voluntad que lo seguiran, pero es la iglesia que debe advertir si es un verdadero pastor o no, y el tiempo que se deja pasar es el tiempo en el que se pierden muchas ovejas y a lo que no nos podemos dar el lujo en estos tiempo de crisis.

Aunque yo nunca sufrí abusos de ningún tipo adentro, y aunque fui mayormente feliz como religiosa, y aunque no he estado de acuerdo con este modo de actuar sectario y otras cosas que no vienen del Espíritu de Dios, tampoco he sido ciega al dolor de ver a tantas hermanas mías que si sufrieron abusos de autoridad, el abandono ante las enfermedades, los daños psicológicos de muchas que todavía no pueden rehacer su vida. No me canso de escuchar el sufrimiento de tantas que quisieron dar lo mejor de ellas para Dios pero que en el camino, se encontraron con este instituto en los que dejaron todo confiándoles hasta su propia libertad, guiadas por jóvenes sin experiencias que han cometido muchos errores a los que a algunas les ha costado su propia salud.

Esto me hace repensar si es el silencio lo que realmente quiere Nuestro Señor o que alcemos nuestras voces para que nuestros pastores puedan oír el grito de tantas hermanas dañadas para que esto no le suceda a otras son muchísimos los testimonios que recibo de gente dañada por este instituto, tanto la rama masculina como la femenina, algunas con casos de abusos de autoridad muy serios, de abandono de persona graves,  de abusos de conciencia , de privación de libertad, algunas otras solo han sufrido el agotamiento físico y mental de una vida llena de actividades sin descanso, de horarios exigidos, alimentación precaria etc. Y me pregunto creen que es esto la vida religiosa que Nuestro señor quiere de sus hijas?

Ojalá Dios ilumine a nuestro Papa y a los obispos para  que puedan poner orden y seriedad a la vida consagrada de estos tiempo modernos y que todas estas vocaciones que siguen ingresando y que tardarán años en darse cuenta donde están no salgan dañadas y con la pena de saber que la Iglesia estaba al tanto y no hacía nada.
 
                                                 ¡La virgen nos ilumine!
Ex Servidora del Señor y la Virgen de Matara
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