En las últimas semanas, dos diócesis europeas han comunicado al Instituto del Verbo Encarnado (IVE) que no podrá continuar con su presencia pastoral en el futuro: Turín, en Italia, y Granada, en España. Aunque los sacerdotes del Instituto siguen actualmente en sus respectivos destinos, las notificaciones de expulsión ya han sido entregadas y la noticia se ha hecho pública en ambos casos.
En Turín, la información fue difundida por La Nuova Bussola Quotidiana el 11 de junio de 2025. Según el medio, el arzobispo Roberto Repole habría considerado que el estilo pastoral de los sacerdotes del IVE no encajaba con el camino promovido por la diócesis. Los religiosos no habrían recibido explicaciones detalladas ni oportunidad de diálogo; simplemente se les comunicó que debían irse al finalizar su mandato.
En Granada, la decisión ya es de conocimiento público, aunque no se ha emitido una declaración oficial por parte del arzobispado. Fuentes cercanas al IVE confirman que han sido informados de que deberán abandonar la diócesis. Por ahora, continúan ejerciendo su ministerio, pero su expulsión ya ha sido comunicada.
Estas dos expulsiones, tan recientes como significativas, reavivan el debate sobre el lugar de los institutos religiosos con perfiles marcadamente divisivos. El estilo formativo, la teología pastoral y la manera de insertarse en las diócesis del IVE generan reacciones encontradas: para unos, representan una respuesta firme y ortodoxa en tiempos de confusión; para otros, una forma de rigidez que dificulta la comunión eclesial.
Lo cierto es que, poco a poco, el Instituto parece estar perdiendo espacios en diócesis que buscan un modelo eclesial menos conflictivo y más integrador. Y este fenómeno no parece ser aislado.
Deja una respuesta