En la calle sin seguridad social y con solo 500 euros después de 20 años como monja

Hoy, distintos medios de España se hicieron eco de la historia de la ex Hermana Fidelis, uniéndose así a muchísimas víctimas en todo el mundo que denuncian exactamente lo mismo. Sin ir más lejos, en Mendoza, Argentina, las SSVM están en juicio por abandono de persona y daños morales de la ex Hna. Piaghe, quien estuvo también más de 25 años y se enfermó dentro. Hoy ella debe afrontar los tribunales sin que sus superioras tengan la más mínima caridad de afrontar los daños que ocasionaron. En España entrevistaron a la ex Hna Fidelis quien tuvo la valentía de contarnos su historia. Aqui replicamos la del medio «La voz de Galicia», aunque la notícia se há publicado en distintos medios de España-

Una mujer que estuvo en las «servidoras» de la congregación del Verbo Encarnado denuncia la precariedad a la que se enfrentan las que dejan los hábitos

8 de junio de 2025

Dejó su nombre y comenzó a llamarse Esposa Fidelis, dentro de la congregación a la que entró apenas cumplidos los 18 años. Un año antes, cuando iba a la misa por el grupo de jóvenes donde había hecho amistades, le había confesado al cura de su parroquia que «quería servir a Cristo pero no sabía cómo». A partir de entonces «los curas del Verbo Encarnado te empiezan a mirar como la chica elegida. Solo conmigo no, con un montón. El padre te mira, te llama, cierra la puerta del despacho y te dice: veo algo en ti, estás preparada para hacer un retiro. Yo había hecho la comunión y la confirmación, iba a misa de vez en cuando pero en ese momento no me sentí llamada por Dios, ni mucho menos, pero pensé que era importante».

Esposa Fidelis, como prefiere que se le llame en este reportaje, relata la manera en que entró a la «rama femenina de la familia religiosa» del Instituto del Verbo Encarnado, llamada Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Fundada en 1988 en Argentina y ya extendida por 44 países, según sus propios datos, se dedican a servir a los curas católicos en distintos destinos. En España, Esposa Fidelis, originaria de Brasil, estuvo en Canarias y Cataluña, antes de abandonar la orden, veinte años más tarde.

Después de romper la relación con sus padres, que se oponían a que eligiera la vida de monja, entró al convento. «Para nosotras el primer acto de valentía, el más grande que puedes hacer ante Dios, es contra tus propios padres de sangre, tu propia familia», asegura quien, desde entonces, repitió una rutina diaria. «Todos los años de religiosa que he vivido, desde el primer momento, me levanté a las seis de la mañana, y después de la misa y adoración, tenía que limpiar, cocinar, coser, planchar. Lo que el cura pidiera. Los fines de semana daba catequesis a los niños».

Esclavitud de amor

Según el Instituto del Verbo Encarnado, a quien contactó sin obtener repuesta este periódico, «las hermanas dedican toda su vida a la oración, a la penitencia y a la contemplación» y a la «esclavitud de voluntad y amor» con «ofrenda de todos nuestros bienes y nosotros mismos». «Todo tu mundo es allí, con un horario muy rígido, establecido para hacer todas lo mismo, a la misma hora. Todos los días son iguales y estás obligada a confesarte una vez a la semana».

Hasta los 38 años, Esposa Fidelis sirvió dentro de los conventos. A esa edad logró que su renuncia a la vida religiosa se hiciera efectiva. «Salí con 38 años, nunca trabajé en mi vida, no tengo estudios, solo estudios teológicos que, por lo menos si fueran válidos, si tuviera un título válido, podría empezar de ahí, pero para el mundo no he estudiado nada», explica. «Fue como si me transportara de un planeta a otro. Salí sin saber abrir una cuenta bancaria, sin amistades, sin relaciones con nadie». Poco a poco comprendió que nunca había cotizado en la seguridad social, que no tenía derecho a paro ni tan siquiera poseía la tarjeta sanitaria. Cuando la despidieron del convento, recuerda, le dieron sólo 500 euros.

«No había nada más que hacer. Solo esperar la muerte, porque la muerte me llevaría al cielo»

«Este caso es parecido al de otras siete personas que pertenecieron a esa congregación», asegura Juantxo Domínguez, presidente de la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad (Redune), que asesora a Esposa Fidelis y a las otras personas para llevar sus casos a los tribunales. «Los que vienen no pueden denunciar porque se quedan en la calle. Al final trabajan, trabajan y trabajan sin seguridad social y así estarán hasta que se mueran. Es una situación que sucede en el ámbito eclesiástico, sea católico o evangélico, e institucional». La demanda «se enfoca, por una parte, en el aspecto de no haber cotizado en la Seguridad Social y, por otra, en la coacción para no abandonar la orden».

«Fue horrible, horrible. Nunca imaginé que iba a pasar hambre, frío y estar hasta tres de la mañana sin saber dónde dormir. Cuidé a la abuela de una conocida y en la pandemia me recibió otra congregación religiosa que me dejó vivir en una habitación sin pagar. Pero tampoco tenía dinero para comida, ni para nada», rememora. «No he querido tener más contacto con el Verbo Encarnado. Ahora intento demandarlos por negar que había una relación laboral y luego decir, sin mi consentimiento, que había sido autónoma los últimos años, cuando todavía era monja. ¿Y todos los años que no he cotizado? No tengo nada de estos años, qué ganaba yo, no he ganado nada. Hace unos años intenté demandar perjuicios y daños morales, con un abogado de oficio, pero no tengo ninguna respuesta. Haré lo que esté en mis manos».

Renuncia y silencio

La primera vez que trató de renunciar sucedió antes de hacer los primeros votos. La superiora del convento la envió a un retiro, asegura, de donde salió convencida de que «estaba pagando mis pecados y no había nada más que hacer. Solo esperar la muerte porque la muerte me llevaría al cielo». Hizo los primeros votos, con 19 años y los renovó anualmente. En 2004, en Tenerife, no quiso hacer los votos perpetuos, mantiene Esposa Fidelis, y la destinaron a un monasterio de silencio, «para que dios me mostrara que yo tenía vocación».

«No teníamos tarjeta sanitaria pública. Nos atendían en una mutua privada, para evitar que vayamos a un hospital»

Durante varios años se repitió la renuncia ante la superiora, el encierro en monasterios y el reencuentro en el convento, aunque fuera en diferentes conventos. «Me iba poniendo cada vez más triste, dejé de comer y de dormir. Tenía crisis durante las noches. Me dije: esto es fruto de vivir una vida que no es tuya». Su estado de salud continuó deteriorándose y la enviaron a la «casa provincial de la congregación en Barcelona, donde estaba la superiora mayor. Me hicieron irme con lo puesto». Le dieron tres meses sabáticos para recuperarse. «Me dijeron: ¿Acaso Jesucristo te abandonó cuando estaba él en la cruz? Murió por ti ¿y tú, porque estás triste, vas a abandonarlo?». Para entonces tenía «poco más de treinta años». La reiteración de esta conducta es la que podría servir, en una demanda, para demostrar la «coacción» señalada por RedUne.

Su salud empeoró y comenzó a acudir a un psiquiatra en un consultorio privado. «Al mismo psiquiatra iban más hermanas depresivas», afirma. «No teníamos tarjeta sanitaria pública. Nos atendían en una mútua privada, para evitar que vayamos a un hospital público y tenernos más controladas. Yo venía arrastrando una depresión desde 2009 y recién en 2014 decidieron llevarme a un psiquiatra. Ya estaba entregada, sin ganas de hablar, sin fuerzas para luchar. Hablo sólo de mi caso». Después de acudir a un hospital, donde dijo que había ingerido suficientes pastillas para quitarse la vida y de ser catalogada como posible suicida, Esposa Fidelis logró, no sin antes volver a pasar por encierros solitarios en monasterios, que la superiora le permitiera irse.

«Es difícil seguir siendo creyente, pero no voy a negar la existencia de Dios porque soy demasiado inteligente con para eso. No es cuestión de negar, pero la relación con dios queda herida. Queda totalmente herida. Lo espiritual me suena a Verbo Encarnado y entrar a una iglesia es como revivir un trauma. Cada vez que intento entrar en una iglesia, acabo en una crisis de rabia, y prefiero dejarlo», dice Esposa Fidelis. «Cuando pienso en mi juventud, veo que he perdido mi vida. El único sueño que tenía claro era tener una familia, tener hijos»

Comentarios

8 respuestas a «En la calle sin seguridad social y con solo 500 euros después de 20 años como monja»

  1. Una mas

    Sathy. Queria dar fe de lo que hasescrito, conzco lo q conras sobre la hna Ines de Jesus. Porque lo hable mil veces con los superiores, para muchos su enfermedad era psicologica, y en esto se presto hasra el caradura del tio materno el Gran Dr. Radle y a las criticas escuche a muchos de sus primos hijos del señor Randle habkando por ejm. «Que queres con Ines». He escuchado superioras diciendo q era una gracia de Dios para purificarla. La enfermedad de Ines era visible para todos la misma le generaba tanto liquido en su abdomen que le quitaba la capasidad de respirar bien, pero cuando ella decidia contra todos o akmenos muchos internarse para que por medio de una jeringa por una sonda le sacaran ese liquido , tenia muchas de estas «Piadosas Servidiras» criticandola y tratandola de desobediente cuando te falra el aire si gay algo q te sobra es el sentido comun , cosa que a muchas de estas» madres espirituales les falta». No tienen idea de maternidad, ni de caridad, ni de ser buenas hermanas. No tienen idea de compadecerse con una persona que sufre. Le duela a quien le duela han hablado mal de todos los miembros enfermos que han tenido. De Emmanuel, Betharram, Agonia,Silencio,el P. Ruben Maldonado,el P. Gaspar…… Jose Hernandez…..bueno es larguisima la lista. Es tipico el sermon hablando grandezas de estos religiisos cuando mueren, pero antes se los critica, que son impacientes, exigentes, tercos, que no hablan a tiempo , que no obedecen, que no llevan bien la cruz, que sus enfermedades o sintomas son psicologicos. Tienen que saber que Dios es el unico que sabe lo que ellos sufrieron, cuantas veces hablaron sin caridad del que sufria, los abandinos y tristezas que les ocacionaron, y que si fueron ourifucados por ellos y por tenerlos a ustedes como familia religiosa, me costa que muchos ofrecian por Buela, y por los pecados y daños que cometen los religiosos de la Gran Familia del Ive. Dios sabe que en lo que escribo no miento, y es mi mayor deceo que ningun miembro sufriente padezca estas pruebas de parte de sus hermanos en religion. Es verdad que algunos cuidan con caridad a los enfermos pero sobran los dedos de una mano para contarlos son los menos y mas insignificantes los critican y causan mucho daños son los significantes que se ponen en lugar de Dios a Juzgar y criticar el dolor de sus hernanos. En el caso de Ines recuerdo que llegue al hospital a verla y llevar algunas cosas que necesitaba y me encontre a la Gran Pilar Curuchet monja , despotricando por el pasillo contra Ines que era una desibediente y le cimplicaba la vida a todos, porque ella tenia cosas para hacer y tenia que estar alli, la deje y segui hasta la habitacion y me encintre a Ines sola y cin dolor porque esa sonda la hacia sufrir mucho, y la hermana que tenia que estar con ella estaba en la habitacion de enfrente porque » ya no la aguantaba» No voy a nombrar ha esta hermana porque realmente me da mucha pena. Esta es la familia, las hermanas, la maternidad, la caridad de Cristo y Maria en tratar al projimo. He escuchado a sacerdotes criticando y hablando mal de otro que estaba muriendo consumido en 20 dias por un canser en una cama de hospital porq no rezaba Misa ni el Breviario delante de el. No tienen ni idea lo unido a Dios que puede estar una persona que esta sufriendo en su lecho de enfermedad. Y esto si es Fe, verdadera porque tiene a Dios en los labios en medio de su dolor, no fe o pidad de estampitas , que es solo para la foto , pero no mueve, no comvierte, no obra porque es solo apariencia. » PIEDAD, OBEDIENCIA,VIRTUD, SANTIDAD, RELIGIOSOS…..sepulcros blanqueados.

  2. Ex Fidelis

    Todo hay que decir, y Corredentora me ha pedido «perdón» de la forma más soberbia posible. Tres años después cuando le envié a mis padres a que le obligasen a que me llamara por teléfono. Cuidadose muchos sus palabras, no vaya ser que metiera la pata, me dijo: «ojalá no hayan dañado tu fe», «la has dañado tú Corredentora» y espero que te acuerdes de esta respuesta. La culpa la tienes tú, Contemplación y Agnus Dei que tiene menos luz que las tres juntas.

    No eres capaz de pedir perdón porqué es más facil predicar que actuar con virtud. No sois tontas, sabéis muy bien que pedir perdón es reconocer y reparar, NUNCA reconocereis los daños que habéis hecho a mí y a tantas otras porqué sabéis lo que implica; y es por eso que vuestro pedido de perdón se da pasado tres años e intentando acercarse de modo amigable, pero sin hablar del problema. No puedo fingir amistad, Corredentora, no soy farisaica cómo vosotras, enseguida enviaste a Amabilis con la frase: «queda cortado el contacto con nosotras», así es tu pedido de perdón! Dignas hijas de Buela!

    También hay que decir que la «pocas luces» de Agnus Dei me ha pedido perdón: «sí, Fidelis, he hablado con el Ministerio de Justicia y con un abogado para incapacitarte, pero no te preocupes, el juez te va a preguntar antes si quieres ser incapacitada o no», efectivamente estaba yo delante de una auténtica idiota, este ha sido tu requisito para ser superiora. Dabas vergüenza tu comportamiento infantil cómo superiora delante del obispo de Vic y tus actitudes sin sentido. Y teníamos que poner buena cara!

  3. Sathy

    «…la relación con dios queda herida. Queda totalmente herida. Lo espiritual me suena a Verbo Encarnado y entrar a una iglesia es como revivir un trauma. Cada vez que intento entrar en una iglesia, acabo en una crisis de rabia, y prefiero dejarlo»
    Gracias querida porque pusiste en palabras un sentimiento que llevo hace casi 10 años (desde que salí). Siempre me pregunto cuándo volveré a participar en una Misa y rezar de verdad sin estar juzgándolo todo con esa soberbia propia del IVE.
    No tengo contacto con nadie del ive y hacia meses que no entraba aquí a leer y sin embargo anoche volví a tener una pesadilla, y de las peores: había vuelto al convento y tenía que volver a salir, no me dejaban despedirme de la gente, horripilante todo.
    Hoy es mi aniversario de bautismo, le pido al Espíritu Santo que haga una nueva creación en mí y en todas las que salimos de ese infierno.

    1. Lo interesante del IVE es que los éxitos son colectivos pero los fracasos son personales

    2. Yolanda

      El afligido invocó al Señor y Él lo escuchó.

    3. EX

      Usted no está solo. Yo también puedo verme en este desastre espiritual que estoy experimentando. Gracias Sathy por tu testimonio. Estamos aquí juntos.

    4. Sathy

      Volví porque de repente hoy recordé algo lo cual sería interesante investigar, y es el tema de la muerte de los miembros. Sabemos que, que un miembro se enferme, es lo peor que les puede pasar, porque, horror! hay que hacerse cargo de él/ella…. quién sabe por cuánto tiempo, ya no produce, no trabaja, es un peso y peor aún si necesita acompañante…
      Por ejemplo la Hna Inés Fariña, QEPD. Le habían hecho un departamentito y la cuidábamos una Catalina por día, así hasta que murió. Recuerdo escuchar monjas que habían estado en su comunidad criticarla, incluso insinuar que su enfermedad era inventada… Lo que es la justicia Divina que la que dijo eso tb murió…
      El caso que me tocó más de cerca fue la Hna Mundi, una ecuatoriana de 36 años que fue a fundar a Mexico, en un hogar de sacerdotes. Recuerdo la última carta que nos escribió decía que “había tanto trabajo que no tenían día libre”. Esa monja, que ahora estará gozando en el Cielo, murió explotada, totalmente abandonada de la hdp de su superiora provincial que tuvo el descaro de escribir una crónica de su funeral para contar “lo impresionada que estaba la gente de la alegría de sus hermanas” . Si no fuera tan bienpensada creería que la alegría venía del hecho que murió sin ser una carga para nadie.

    5. anonimo

      pusiste palabras con un sentimiento que llevo desde que salí.por lo cual pase una crisis depresiva bien fuerte. Siempre me pregunto cuándo volveré a participar en una Misa real o rezar como es sin juzgarlo todo como el IVE. Algunos religiosos me miran mal, y algunas personas de una de las Parroquias del IVE tambien y se nota q me odian tanto que apesar del hecho de que ya no estoy alli siguen hablando de mi, gracias a Dios que salimos pronto de ese infierno. De verdad que ya no soportaba esa situación.

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