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  • Diagnóstico del Instituto Verbo Encarnado: nueva Carta del Comisario

    Diagnóstico del Instituto Verbo Encarnado: nueva Carta del Comisario

    Una nueva misiva del Cardenal Santos Abril, 4to Comisario Pontificio para el IVE desde su fundación hasta la fecha, nos ha llegado, con las habituales advertencias a las que nos tiene acostumbrados.

    La pueden leer en su totalidad al final del artículo; sin embargo, algunos párrafos nos han parecido especialmente destacables, y los queremos publicar aquí, a modo de reumen, clasificados por temática:

    1. Destaca a simple vista la admirable buena voluntad del Comisario y al mismo tiempo, la paciencia que tiene:

    “En mi condición de Comisario Pontificio para el instituto del Verbo Encarnado, junto con los miembros del Consejo General que me acompañan, aprovecho la ocasión que nos brinda la celebración de la Pascua de Resurrección para llegar a todos vosotros con mi saludo pascual y mis mejores deseos de paz.”

    Con qué delicadeza, por ejemplo, hace alusión a los problemas del Instituto, en esta parte:

    “Cuando hemos podido dialogar sobre esto con algunos de vosotros, con frecuencia se pone de manifiesto la disponibilidad y espíritu misionero del IVE, que es de alabar: ¿cómo negarnos ante las peticiones de los Obispos, ante las necesidades de la Iglesia? Está bien reflexionar de esta manera, pero el aporte del IVE a la vida diocesana no puede limitarse a suministrar párrocos, sino que debe ser el enriquecimiento de la vida de la diócesis con el carisma del Instituto, que por ser Instituto religioso conlleva la vida fraterna en común y su correspondiente testimonio”.

    Y más adelante:

    “Si algo hemos podido confirmar, yo y mis Colaboradores del Comisariato, a lo largo de estos años, es la habitual ilegalidad en el modo de operar de los responsables del Instituto del Verbo Encarnado en sus relaciones con el oficio del Comisario Pontificio; queriendo pensar bien, tal vez sea por desconocimiento de las Constituciones y Directorios.”

    En numerosos lugares de su carta, el Cardenal se muestra disponible para ayudar al Instituto, con una preocupación verdadera: “Hubiera sido nuestro deseo haber procedido de manera más rápida en esta cuestión, pero no ha sido posible”.

    Y con delicadeza y altura, corrige y agradece:

    “Con gran dolor he sido informado por religiosos del IVE de la presencia del P. Buela en Acilia, el pasado mes de marzo, presencia realizada sin mi conocimiento ni permiso. Un hecho realmente grave, entre otras cosas por tratarse de una casa que está bajo mi directa jurisdicción en cuanto Comisario Pontificio. Estos religiosos, a quienes agradezco su sinceridad, manifiestan su dolor por las situaciones que rodean al Instituto y la continua desobediencia hacia las normas de la Iglesia con la continua promoción del P. Buela por parte de los superiores entre las filas de los miembros de ambas ramas.”

    Finalmente, para mostrar su buena disposición y seriedad en el cumplimiento de su oficio, se despide:

    “Con nuestra mejor intención, con nuestras limitaciones y posibilidades y con la ayuda de los religiosos del IVE que con su mejor buena voluntad quieran colaborar, seguiremos trabajando para el bien del IVE y de la Iglesia”

    ¿A quién le cabría pensar que no hay buena voluntad en el Cardenal? Sólo con un prejuicio muy arraigado (de más de 30 años) se podría llegar a pensar lo contrario.

    2. La situación irregular del IVE

    También en la carta queda de manifiesto una situación claramente irregular, innegable bajo cualquier punto de vista. Se toman datos reales, se citan fuentes oficiales del mismo Instituto, y se corrobora con la realidad. Algunos párrafos son más que claros:

    «Las Constituciones n.353 piden que en las comunidades haya un número de religiosos que salvaguarden la vida comunitaria y posibiliten la práctica de los consejos evangélicos. Salvo casos excepcionales, deberán estar destinados, por lo menos, tres religiosos. Y decir que ‘están destinados’ supone que viven y hacen vida común en aquella comunidad, no que vivan en otra comunidad o se dediquen a la itinerancia por razones formativas u otras. Más aún, cuando en Const. 354 se afirma que en cada comunidad local habrá un sacerdote (superior local) asistido, salvo que no sea posible, por un Consejo con cuatro miembros, se está pensando en que lo normal serían comunidades de al menos 5 religiosos«.

    «Lo que sucede a nivel de las comunidades locales se refleja en las jurisdicciones. Partiendo de las estadísticas presentadas, el número de religiosos profesos en el IVE correspondería a dos provincias medianas de cualquier instituto religioso, mientras que en el IVE hay 13 Provincias y 4 Delegaciones».

    «Los datos anteriormente referidos hablan de unas 150 presencias en estas 17 jurisdicciones, que se extienden por 44 naciones y casi 100 diócesis. Lo cual nos da un mapa del IVE muy distorsionado. Entidades jurídicas con pocos religiosos y comunidades, que apenas pueden responder a las exigencias propias de una Provincia religiosa: marco jurídico civil, dimensión económica y formativa, gestión de archivos y otras necesidades que implica una jurisdicción eclesiástica».

    3. La cantidad de bajas:

    «La excesiva ocupación ha sido una realidad constante desde la época de mi formación. Creo que nunca tuve tiempo para poder pensar lo que sucedía en mi vida. Era una cosa después de otra. Como sacerdote esto fue todavía peor. No tenía tiempo para hacer todo lo que se nos pedía…» El anterior es el testimonio de un religioso que solicitó a la Santa Sede la dispensa de las obligaciones sacerdotales y religiosas, incluido el celibato. No tenía tiempo, y cuando tuvo tiempo, lo que hizo fue abandonar la vida religiosa y sacerdotal. No son casos aislados. Es un testimonio que se repite en muchas peticiones de dispensa o de incardinación en las Diócesis. Pensemos que en los últimos años, con la información todavía incompleta, casi 275 religiosos, la mayoría sacerdotes, han abandonado el Instituto: 125 reducciones al estado laical, 52 incardinaciones en diferentes diócesis, 5 procesos en Doctrina de la Fe, 11 expulsiones y casi 50 exclaustraciones simples. Además, más de 30 dispensas de votos temporales y perpetuos concedidos solamente en los cuatro años de este último Comisariamiento.

    4. Constante “ilegalidad” y desobediencia en el Instituto:

    “Si algo hemos podido confirmar, yo y mis Colaboradores del Comisariato, a lo largo de estos años, es la habitual ilegalidad en el modo de operar de los responsables del Instituto del Verbo Encarnado en sus relaciones con el oficio del Comisario Pontificio; queriendo pensar bien, tal vez sea por desconocimiento de las Constituciones y Directorios.”

    “…Hemos sido puestos de lado y en todo momento se ha obrado sin nuestro conocimiento y consentimiento, en contra de las Constituciones y Directorios del IVE. Lo poco que hemos podido conocer ha sido siempre como cosa pasada, y gracias a la información enviada por algún religioso, nunca por los Provinciales. Releyendo las Constituciones y los Directorios y teniendo presente que, desde hace cuatro años las atribuciones del Superior General las tiene el Comisario Pontificio, esta lista de actuaciones ilegales sería interminable. No me extiendo en ello. Me limito a recordar a los Superiores Provinciales su voto de obediencia y la obligación que tienen de respetar y cumplir, ellos en primer lugar, las normas de las Constituciones y Directorios.”

    Una constante, desde sus inicios:

    “Los puntos anteriormente expuestos y otros en los que no me extiendo ahora, manifiestan que después de 30 años de intervenciones de la Santa Sede y siendo el cuarto Comisario Pontificio, las cosas poco han cambiado”.

    Desobediencia a los Papas:

    Ya lo hemos citado más arriba, pero por la gravedad del hecho, conviene recalcar:

    “Con gran dolor he sido informado por religiosos del IVE de la presencia del P. Buela en Acilia, el pasado mes de marzo, presencia realizada sin mi conocimiento ni permiso. Un hecho realmente grave, entre otras cosas por tratarse de una casa que está bajo mi directa jurisdicción en cuanto Comisario Pontificio. Estos religiosos, a quienes agradezco su sinceridad, manifiestan su dolor por las situaciones que rodean al Instituto y la continua desobediencia hacia las normas de la Iglesia con la continua promoción del P. Buela por parte de los superiores entre las filas de los miembros de ambas ramas.

    Esta visita, como se me informa, ha dado ocasión a una peregrinación masiva por parte de novicios, seminaristas, hermanas y sacerdotes, todos deseosos de verlo y hablar con él.

    Me limito a recordar que el Papa Benedicto XVI prohibió al P. Buela cualquier injerencia en el gobierno y en la marcha del Instituto, prohibición que fue ratificada por el Papa Francisco el 25 de marzo de 2013.

    Y, puestos a recordar, tengan todos los religiosos (y religiosas) presente que por el voto de obediencia se obligan a obedecer al Sumo Pontífice, como a su Superior supremo (can. 590 S2) y que el Papa actúa normalmente a través de la Curia Romana (can. 360), en nuestro caso, a través del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (Francisco, Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, números 121-127 [19/03/2022])”.

    Con este último tema, concluimos el resumen de la Carta, que nos pareció particularmente clara y grave. Como bien lo recuerda el Cardenal, el vivir en la Iglesia, obedientes a la jerarquía y al Santo Padre, es uno de los elementos esenciales del instituto, el cual, por los hechos, parecería que se está perdiendo. Termina el Cardenal diciendo:

    “De lo contrario seguiremos traicionando lo que las Constituciones 211 señalan como lema del Instituto del Verbo Encarnado: «con Pedro y bajo Pedro»

    ¡Buena lectura!

  • No basta pedir perdón

    No basta pedir perdón

    Algunos ciegos defensores del IVE todavía siguen convencidos de que basta con “pedir perdón”, y ya está todo resuelto. Un comentario de la famosa Rosita, entre tantos, lo muestra claramente.

    Sin embargo, como le respondió Luis de la Calle, el perdón y la justicia son dos cosas distintas. Es obvio.

    Enlace a los comentarios citados: https://verbo-encarnado-ssvm-abusos.info/invitacion-a-rosita-a-un-debate-publico/#comments

    Pero lamentamos decirle a los “rositas” del IVE que no somos los únicos que estamos convencidos de que no es suficiente pedir perdón y perdonar.

    Parece que el Papa Francisco estuvo leyendo nuestro blog y le respondió a la aludida:

    Por otra parte, para los que apelan a la misericordia y el amor para dar por terminado todo, les recordamos que Dios también perdona, pero la pena por los pecados no se cancela con sólo haberle pedido perdón. Y esto lo saben bien los confesores del IVE. La reparación es parte de la justicia, por lo que queda en evidencia la falta de sentido moral en sus posturas, cuando les dicen a las víctimas: “perdona y sigue tu vida”.

    Para ver todo el video del Papa, AQUÍ

    Y aquí les dejamos las palabras del Papa en el video:

    «Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta pedir perdón.
    Pedir perdón es necesario, pero no basta. Pedir perdón es bueno para las víctimas, pero son ellas las que tienen que estar “en el centro” de todo.
    Su dolor, sus daños psicológicos pueden empezar a sanar si encuentran respuestas; acciones concretas para reparar los horrores que han sufrido y prevenir que no se repitan.
    La Iglesia no puede tratar de esconder la tragedia de los abusos, sean del tipo que sean. Tampoco cuando los abusos se dan en las familias, en los clubs, en otro tipo de instituciones.
    La Iglesia tiene que ser un ejemplo para ayudar a resolverlos, sacarlos a la luz en la sociedad y en las familias.
    Es la Iglesia la que tiene que ofrecer espacios seguros para escuchar a las víctimas, acompañarlas psicológicamente y protegerlas.
    Oremos por los que sufren a causa del mal recibido por parte de los miembros de la comunidad eclesial: para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y a su sufrimiento
    «.

  • Ejemplo de lo que se debe hacer con los curas abusadores

    Ejemplo de lo que se debe hacer con los curas abusadores

    Estimados lectores:

    Hoy les traemos una noticia que ejemplifica mínimamente lo que se debería hacer con esta clase de sacerdotes abusivos: cárcel para ellos e indemnización a las víctimas.

    ¿Tomarán nota los «distraídos» superiores del IVE y SSVM?

    La Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado una orden de busca y captura contra Segundo Cousido Vieites, sacerdote salesiano y profesor de religión del colegio Salesianos de Vigo (Pontevedra) que fue condenado a 32 años y cinco meses de cárcel por abusos sexuales continuados a seis menores en 2019.

    El sacerdote ya pasó nueve meses en prisión y salió bajo fianza al disminuir el riesgo de fuga. Tenía que haber ingresado en prisión este mes de febrero para cumplir esa pena impuesta. Sin embargo, no lo ha hecho y, al agotarse el plazo, la justicia ha emitido una orden para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo detengan para llevarlo inmediatamente a la cárcel.

    La sentencia condenatoria dictada en 2021 por la Audiencia Provincial de Pontevedra fue recurrida ante el TSXG por el religioso, pero alto tribunal gallego ratificó la pena en mayo de 2022. Sin embargo, según fuentes del TSXG, los numerosos recursos presentados por el condenado han provocado que se retrasase el inicio de la ejecución de la sentencia del TSXG, que no fue firme hasta finales de octubre.

    Abusos cometidos en 2019

    El Tribunal consideró probado que en 2019, durante un campamento celebrado en la localidad de Cambados, en una peregrinación a Santiago de Compostela y en la sede de una asociación juvenil vinculada al colegio, el acusado realizó tocamientos en los genitales a varios menores, aprovechando su condición de superioridad, al ser profesor de los jóvenes y monitor en sus actividades extraescolares.

    El sacerdote ejercía en el 2019 de monitor, director y acompañante de los menores y dormía en las mismas instalaciones que ellos. Los hechos que tuvieron lugar durante una peregrinación a Santiago tuvieron lugar en un albergue de Valga.

    La Voz de Galicia detalla que en ese campamento como no había literas suficientes, las juntaron y el sacerdote durmió en medio de dos menores. Uno de ellos se despertó a media noche y descubrió que el cura le estaba haciendo tocamientos. Al no atreverse a enfrentarse a él, intentó girarse de lado de la cama para repeler al adulto pero este insistió. A causa de este incidente, el menor sufrió pesadillas y bajó su rendimiento escolar y no quería que sus familiares lo tocasen.

    Otra de las víctimas se despertó y descubrió al sacerdote en plenos tocamientos y este le preguntó por la hora. Otra víctima sufrió los abusos en el albergue de Padrón durante una peregrinación. El menor salió en mitad de la noche al baño y el sacerdote le ayudó a abrir la puerta. Cuando se acostó, a los pocos minutos, notó como el sacerdote le tocaba.

    La mayoría de denuncias y cargos contra este sacerdote son por tocamientos a menores. Las víctimas relataron en el juicio que se quedaron “en shock” cuando les ocurrió, sin ser capaces de reaccionar porque no podían creer que les hiciese algo así. La sentencia fue contundente, exponiendo que los menores “narraron con firmeza y de forma acorde a su edad lo que les ocurrió y lo que vieron respecto de otros”.

    Además de la pena de prisión, la Audiencia de Pontevedra le había impuesto el pago de una indemnización de 76.000 euros al conjunto de las víctimas por los daños psicológicos producidos.

    Fuente: https://infovaticana.com/2023/03/02/en-busca-y-captura-un-cura-de-vigo-condenado-a-32-anos-de-carcel-por-abusos/#comments

  • El sectarismo y los abusos no son algo nuevo

    El sectarismo y los abusos no son algo nuevo

    Artículo original de Lorenzo Prezzi en italiano AQUÍ

    El 30 de enero, se publicaron en Francia dos informes sustanciales sobre los abusos y las tendencias sectarias de tres personalidades católicas muy conocidas en el país y más allá.

    El primero (900 páginas) se refiere al fundador del Arche, una institución eclesial que apoya a cientos de comunidades en todo el mundo a favor de los más discapacitados, Jean Vanier. Una comisión independiente encargada por Arche entregó su trabajo (ver aquí).

    Otra comisión encargada por los dominicos de Francia investigó el comportamiento censurable de dos hermanos, ambos dominicos, Thomas y Marie-Dominique Philippe. El primero es cofundador con Vanier de l’Arche, el segundo iniciador de las diversas familias religiosas de la Comunidad de San Juan (consultar aquí).

    Se espera un tercer informe, de la Comunidad de San Giovanni.

    ¿Puede desaparecer el núcleo sectario?

    Antes de dar unas notas resumidas sobre los resultados de las investigaciones, vale la pena subrayar la valentía de las fundaciones y de la Orden para arrojar luz sobre las páginas oscuras de sus fundadores o cohermanos.

    En segundo lugar, es bueno distinguir lo que puede envenenar los manantiales originales de los carismas y lo que afecta sólo parcialmente el patrimonio espiritual de las familias religiosas. La conclusión del resumen sobre Plagio y abuso es indicativa: una investigación sobre Thomas Philippe, Jean Vanier y l’Arche. “Si el nodo sectario original formó un microsistema en el corazón del Arche, a la luz de los hechos de abuso considerados por la comisión, no parece haberse extendido. El rápido desarrollo de las comunidades y la entrada de numerosas personas con diferentes perfiles y motivaciones, a lo que se suman otros elementos (como el control de los poderes públicos, la presencia de profesionales externos) explican la escasa difusión del nudo sectario y su consumo dentro del Arca«.

    Conclusiones similares son previsibles con respecto a los dominicos: los dos hermanos vivían sustancialmente fuera de la comunidad y lejos de los líderes internos.

    Para la Comunidad de San Juan la cuestión es más penetrante y requiere una mayor atención y energía de purificación interior.

    “La noche de bodas»

    Las denuncias de abusos contra Vanier y los hermanos Philippe estallaron a mediados de la década pasada, iniciando trámites internos de renovación y estudios que ahora se hacen públicos. Pero la historia es mucho más larga.

    Podemos comenzar desde 1938, cuando Thomas Philippe afirma haber tenido experiencias místicas significativas en Roma llamadas la «noche de bodas». La participación del cuerpo en el goce extático se narra como una conjunción con la Virgen y manifestación de una relación más misteriosa (incestuosa) entre María y Jesús, que él recuerda como el fundamento de su camino espiritual.

    El propio Thomas Philippe inició una fundación original en 1945, no lejos del centro de estudios de Saulchoir (Soisy-sur-Seine). Allí se encuentran algunos de los jóvenes católicos más inteligentes y prometedores de Francia. Entre ellos, J. Maritain, C. Journet y el propio Jean Vanier. Un ambiente de gran vivacidad intelectual y sincera investigación que, sin embargo, comienza a tambalearse con las primeras denuncias, muy discretas, del comportamiento de Thomas Philippe (mientras que Marie-Dominique permanece más recluida en ese momento).

    A mediados de la década de 1950 el caso llegó a Roma y, en 1956, hubo una severa condena canónica para Thomas Philippe que lo destituyó del cargo de la asociación Eau vive, privándolo de la celebración litúrgica y del acompañamiento espiritual. Pero la discreción absoluta de la sentencia, la obstinada voluntad del grupo original (menos de una docena de personas), encabezado por Vanier, permite la continuidad de las relaciones y la continuación de prácticas «espirituales» que confunden las relaciones sexuales con experiencias místicas. Son considerados con razón por el Santo Oficio (ahora el Dicasterio para la Doctrina de la Fe) como un «falso misticismo».

    Madre Cecilia, hermana de Philippes, también está involucrada en estas derivas indecorosas. Prácticas custodiadas por un muro de silencio (incluso después de la fundación del Arche en 1964), favorecidas por la total autonomía de las viejas y nuevas fundaciones, por la creciente autoridad de los personajes (que se acreditan hasta las salas de Juan Pablo II, mientras que Juan XXIII había advertido expresamente a Vanier que se distanciara de los Philippe) y del clima sectario que estos inducen a su alrededor. Apreciado por la rigurosa defensa de las razones de la institución eclesiástica y por el número de vocaciones.

    Formas sectarias

    Retomo algunas notas de la citada síntesis (126 páginas) del informe sobre J. Vanier, donde a menudo se evoca a los tres personajes juntos. Si las víctimas consideradas son 25 para Vanier y 23 para Thomas Philippe, su número predecible es mucho más consistente. El rasgo común que los une (y esto también se aplica a Marie-Dominique Philippe) es una relación de poder sobre mujeres interesadas, una situación de dependencia de parte de ellas y la ausencia de su consentimiento válido respecto de las prácticas abusivas de que fueron objeto.

    Thomas, que confía plenamente en Vanier, disfruta de un edificio que puede albergar hasta 300 personas (del Arche y de otras procedencias) en el que reproduce las prácticas ya ensayadas en la época del Eau vive. Una desorganización notoria y la escasez de normas compartidas van acompañadas de la invitación a una insistente oración de adoración y al cultivo de numerosas vocaciones que nutren los diferentes monasterios.

    El abuso sexual se inicia dentro de una aventura humana y espiritual de vocación, gracias a la complicidad involuntaria de muchos que invitan a hablar con el p. Tomás y su creciente reputación de sabiduría y santidad. El diálogo espiritual se produce sin ningún elemento de equilibrio (por ejemplo, con una referencia diferente de la autoridad) y los abusos se producen gracias a una manipulación de los ritos sacramentales, en particular de la confesión.

    Entre Thomas y Vanier los acercamientos a las víctimas son similares. Pero, mientras que para Vanier siempre se trata de mujeres mayores de edad, de buena cultura y clases sociales privilegiadas, para Thomas son sobre todo chicas jóvenes en busca de un camino en la vida. Besos, abrazos, combinaciones de partes eróticas se suceden sin concluir necesariamente con la penetración sexual. No conocen las formas violentas, salvo en contados casos.

    Las justificaciones, -y esto concierne tanto a los hermanos Philippe como a los Vanier-, son de naturaleza mística y teológica en la creencia de un pasaje continuo entre el elemento espiritual y el comportamiento físico. Hasta la paradójica afirmación de Marie-Dominique de la superioridad del miembro masculino de Jesús respecto a su corazón. La engañosa relación incestuosa de Jesús con María se evoca de diversas formas. Sucede que las víctimas de uno de los maltratadores encuentran confirmación de las relaciones irregulares por parte de los otros dos. Cuesta pensar que exista un consenso libre y maduro por parte de gente encantada con el carisma de personajes de este calibre, temerosa de desagradarlos y de ser abandonada. Algunos de ellos siguen convencidos de que han tenido una experiencia liberadora. Solo después de un tiempo perciben la violencia a la que han sido sometidos.

    Los signos de la liberación

    La toma de conciencia y el despertar se dan ante la advertencia de un sufrimiento interior insoportable o ante el enfrentamiento con alguien ajeno a las instituciones y cuando, por diversas razones, estalla un desacuerdo con el maltratador.

    El uso de terapeutas y la pertenencia en las asociaciones de víctimas resultó ser importante. Las quejas se presentan generalmente a las autoridades eclesiásticas y a las referencias internas. En el caso de Vanier, son los nuevos directores del Arche quienes lo cuestionan al respecto, obteniendo admisiones limitadas. Recién cuando las denuncias se hacen públicas y son recogidas por los medios de comunicación, se inician los procesos internos y externos correspondientes.

    Muy delicada es la reflexión sobre la comunicación espiritual más amplia, a través de libros, entrevistas y videos, particularmente extensa en lo que se refiere a Vanier.

    La insistencia en el acompañamiento, la alianza y la comunión tienen plena legitimidad en la comunicación eclesial. Sólo un ojo más atento percibe la presencia de raíces enfermas que retroceden a las desviaciones originales. Se podría hablar de dos niveles distintos: «El primero se basa en una mística íntima, secreta, derivada del «matrimonio espiritual» con las deformaciones ya indicadas. El segundo piso revela una espiritualidad de compromiso con los pobres, reconociéndoles un papel eminente para la conversión y transformación de las relaciones en la sociedad”.

    Los estudios avalan unánimemente la modalidad y la intencionalidad que guió la comisión autónoma de investigación de abusos, dirigida por Jean-Marc Sauvé.

    Hasta aquí la noticia.

    Conclusión nuestra:

    Después de leer artículos informativos como el presente, no nos cabe ninguna duda, más bien todo lo contrario: nos reafirmamos en la necesidad apremiante de denunciar todos los abusos dentro de la iglesia. Muchas aberraciones como éstas se siguen perpetuando justamente por «el silencio de los buenos»

  • Un análisis imperdible sobre los abusos en la Iglesia

    Un análisis imperdible sobre los abusos en la Iglesia

    Creo que casi todos los lectores estarán al tanto de las distintas y recurrentes noticias de abuso sexual dentro de la iglesia, y no se estarán desayunando con ninguna nueva sobre este desagradable tema.

    Hoy queremos ofrecerles un artículo de Domenico Marrone que nos ha parecido excelente en su análisis, y muy actual con lo que respecta al caso Rupnik, el más actual y escandaloso del decadente pontificado de Francisco. Los dejamos con el texto:

    En el ámbito eclesiástico, en los últimos años se han registrado abusos sexuales y abusos espirituales, entendidos como el ejercicio del poder, la sumisión y la dignidad vulnerada, explotando la fe de la víctima como contexto de cobertura. El caso Rupnik nos ha dejado atónitos e incrédulos.

    El asombro también lo determina el hecho de que estamos en presencia de un artista talentoso y de renombre internacional. Picasso afirmó que «el arte tiene el extraordinario poder de sacudir el polvo acumulado en la vida cotidiana del alma». Creemos en esta afirmación, pero, al mismo tiempo, sentimos que nuestra alma está como abrumada por una tormenta de arena y polvo.

    El caso Rupnik

    Entendemos el poder que está en manos del arte y los artistas. El verdadero artista tiene una sensibilidad particularmente desarrollada y su genio se realiza a través de un análisis social, civil y religioso muy profundo y agudo. El artista es un intelectual con un papel que conlleva una gran responsabilidad humana y social.

    El artista es el vocero de pensamientos éticos, religiosos, sociales y humanos que pueden ayudar a construir un mundo mejor alrededor de las personas. La del artista es una verdadera misión comunitaria. Los artistas pueden ayudar a ser más felices y a redescubrir un entusiasmo positivo capaz de cambiar a las personas desde dentro.

    Entendemos cuál debe ser el papel ético del artista y qué importante responsabilidad social tiene que gestionar. En el caso Rupnik surgen cuestiones de no poca importancia: ¿rechazar las obras de los artistas inmorales? ¿Atribuir la ética del autor a sus obras? ¿Es correcto disfrutar de obras de arte hechas por personas inmorales? Éstas son solo algunas de las preguntas que abrumadoramente surgen ante el lamentable caso.

    Sentimos el desenlace dramático de una arrogancia prometeica disruptiva y devastadora de una concupiscencia insaciable y lujuriosa de un solo hombre, encerrado en la prisión de un narcisismo trágico, en un vano intento de ponerse en el lugar de Dios usurpando su poder. Estamos en presencia de una decidida perversión del espíritu y/o del enmascaramiento de una perversión sexual (y las dos cosas suelen coincidir). Estamos en presencia de una mística orgiástica.

    Abuso: un incesto espiritual

    Inmediatamente debemos señalar que los abusos perpetrados tienen un rasgo que puede calificarse de incesto espiritual. De hecho, fueron cometidos -si se establece la imputabilidad- precisamente por quien debería haber sido la transparencia encarnada de la paternidad de Dios y la maternidad de la Iglesia para aquellos de quienes en cambio abusó escandalosamente.

    Y tales abusos son también espiritualmente orgiásticos, siendo el protagonista también un hermano en la misma fe por su común bautismo. Justificó las acciones desviadas en sus ojos. Abusó del papel de «padre espiritual» para imponer actos eróticos a personas subyugadas y sin libertad.

    También se hace referencia impropiamente a una excomunión latae sententiae para la absolución del cómplice. Pero ¿se puede considerar cómplice a una persona sometida y no libre? ¿No sería más apropiado hablar de violación y uso fraudulento, con el único fin de obtener ganancias sexuales, del discurso religioso, de teología desviada y corrupción de las almas? Necesitamos deconstruir las «justificaciones» de la casuística hipócrita.

    Si nos limitamos a la indignación (y esto es necesario, ante tal acumulación de escándalos internos), si nos conformamos con explicaciones psicológicas o psiquiátricas (que en todo caso son parte del problema), corremos el riesgo de perdernos lo esencial: el vínculo directo entre el abuso espiritual y el abuso sexual.

    Los depredadores sexuales operan dentro de las estructuras eclesiales sobre almas inocentes sedientas de Dios, no fuera, al margen de las sexualidades imposibles, sino al contrario en el seno de sus misiones religiosas.

    Estos escuchan confesiones, dirigen las conciencias para torcerlas mejor y devolverlas a sus perversiones. Se aprovechan de su ascendencia religiosa, de su posición de dominio (fundador, sacerdote o en todo caso «padre espiritual») para practicar no sólo violaciones de la conciencia, violaciones de la inocencia, de la frescura del alma, del cuerpo y del espíritu, sino también para justificar todo esto en nombre de la religión.

    Perversión de la palabra religiosa

    Entonces se comprende mejor por qué la perversión sexual interviene en el proceso de perversión del discurso religioso: se necesita el dominio espiritual sobre un alma inocente para corromperla; se necesita el poder del secreto religioso y la iniciación en los misterios de Dios para conducir a las víctimas a esa muda impotencia; se necesita el poder de la gracia de Dios para borrar todo. Este uso de Dios para fines de humanidad diabólica mantiene al pervertido en la ilusión de una justificación diferente, de una «relación especial» que estaría más allá de las reglas morales.

    Es sobre todo una perversión espiritual. La víctima debe consentirlo. La violación se convierte en una “relación especial”. La moral se desvanece en favor de la «misión». Para pasar la repugnante página de los abusos, la cuestión de la manipulación espiritual en la Iglesia todavía necesita ser abordada, a través de sus instrumentos (confesión, dirección/acompañamiento espiritual), sus discursos.

    Incluso más allá de las flagrantes perversiones, estas herramientas siempre deben manejarse con precaución, y los discursos deben hacerse con el mayor respeto por las personas y la mayor consideración por la integridad (espiritual, psíquica y física) de las personas.

    ¿Cuál es la relación entre el abuso espiritual y el sexual? El abuso espiritual y sexual están estrechamente entrelazados. El abuso espiritual es a menudo la estrategia de preparación, es decir, la estrategia de iniciación del abusador para prepararse y justificar el abuso sexual.

    Abuso espiritual

    En comunidades organizadas jerárquicamente o en relaciones donde hay un superior y un subordinado, siempre existe la posibilidad de conflictos. En la búsqueda de una definición adecuada de cuándo se produce un abuso de poder, de autoridad o espiritual, es necesario ante todo advertir que cualquier dificultad con el respeto a la autoridad en la jerarquía eclesiástica no es ya en sí misma un abuso.

    Hablamos de maltrato espiritual cuando en un contexto religioso se rebasan los límites de la dignidad de la persona, que el Creador ha trazado para el hombre como persona, de tal forma que se restringe su espacio vital físico, espiritual e íntimo. Esto ocurre de manera manipuladora y sin el consentimiento del individuo, para que bajo el pretexto de la espiritualidad en el sentido más amplio de la palabra sea humillado o anulado.

    El límite del abuso es cuando la persona en el cargo de superior abusa del poder y la autoridad para satisfacción personal e ingresa al espacio íntimo y espiritual de la persona subordinada, utilizando diferentes formas de manipulación e intimidación.

    La primera característica del abuso espiritual es la violación de los límites. La violación de los límites espirituales viola la privacidad de una persona. La persona pierde el espacio de protección que merece su dignidad. Aquí tienen lugar las cosas más íntimas de la vida espiritual. En las comunidades, esto, aterradoramente, a menudo toma la forma de un acompañamiento que se ofrece, incluso se permite, solo dentro de la comunidad.

    Aquí se fusionan las áreas del foro interno y del foro externo, estrictamente separadas por el derecho canónico. Las estructuras incestuosas se desarrollan muy fácilmente en las comunidades.

    Toma el lugar de Dios

    Según Klaus Mertes, el abuso espiritual se basa en una profunda confusión en la relación entre el guía espiritual y la voz de Dios, lo que puede dar lugar a las siguientes anomalías. El superior o compañero confunde al subordinado para que éste lo confunda con la voz de Dios. Una segunda posibilidad es que el mismo superior o compañero sustituya la voz de Dios. En cambio, una tercera variante de abuso espiritual conduce a la sustitución combinada de roles de las dos primeras posibilidades. Esto quiere decir que el superior se considera enviado por Dios en quien el subordinado debe creer y seguir, pero el mismo subordinado también lo ve bajo esta luz.

    Este tipo de abuso puede incluir manipulación y explotación, imposición de responsabilidades falsas, censura de decisiones, demandas de secreto, coerción, control bajo el disfraz de la voluntad de Dios, demandas de obediencia, subrayar la posición excepcionalmente privilegiada o sublime de los subalternos, el aislamiento como un instrumento de castigo, superioridad y elitismo.

    Es característico del abuso espiritual que la persona superior lesione al sumiso en el ámbito de su autonomía personal y libertad en un contexto religioso. Este abuso puede manifestarse en forma de abandono espiritual, donde la persona subordinada es privada de las posibilidades de crecimiento espiritual, como manipulación espiritual o como violencia espiritual.

    Un tipo de comportamiento sutil y oculto es propio de la manipulación espiritual, donde la persona subordinada es engañada, recibe información incorrecta sobre su comportamiento, para que no se dé cuenta de que le están quitando su autonomía, es decir, su libertad personal.

    En la violencia espiritual hay un control total del otro que debe seguir las indicaciones, aceptar los ideales presentados, limitar severamente los contactos con los demás, someterse al control en la vida cotidiana, por ejemplo, en la comunicación con los demás. Tal forma de abuso puede durar mucho tiempo hasta que la persona subordinada reconoce su autoridad y poder al superior, es decir, hasta que logra escapar del círculo de cautiverio.

    Los abusos espirituales, de los que la Iglesia sólo en los últimos años ha tomado conciencia de manera más integral y completa, pueden afectar al individuo o a las comunidades. Ocurren en un ambiente de fe, donde bajo el pretexto de escuchar a Dios, representado por el guía espiritual o superior, ejerce poder sobre los demás.

    Violencia sexual y violencia espiritual

    El abuso espiritual puede relacionarse con el abuso sexual y puede ser un preludio del mismo, aunque esto no es una regla. Ambos pueden manifestarse como formas independientes de abuso. La característica de ambos es la relación asimétrica entre el responsable y el subordinado, por lo general se trata de abuso espiritual en sistemas cerrados con una organización estrictamente jerárquica.

    Aquí se debe enfatizar que la violencia sexual en un contexto religioso es difícil de entender sin conocer la naturaleza y el contexto de la violencia espiritual. Las personas frágiles y en riesgo que son presa fácil de este tipo de abusadores, son especialmente los novatos en las comunidades religiosas, los conversos, las personas con ideales elevados, las comunidades carismáticas y religiosas con reglas confusas sobre el papel de los miembros individuales y los órganos de gobierno.

    La principal característica del maltrato espiritual es la pérdida de la autonomía espiritual personal, por lo que el maltratador desprecia a la víctima, la manipula y ejerce violencia contra ella. Aquí siempre está en evidencia la pregunta por Dios y la fe, por lo que se abusa de lo que es de Dios en la relación con el otro para satisfacer necesidades personales.

    Al igual que el abuso sexual, la dinámica del abuso espiritual también es tal que posteriormente la víctima, si no procesa los traumas, puede convertirse en perpetrador del abuso y asumir sin saberlo los modelos de comportamiento de los abusadores, repitiendo en el rol de gobierno lo que ha sufrido como víctima.

    ¿Cuáles son las causas del abuso contra la mujer? El primer requisito es un desequilibrio de poder. Las mujeres adultas a menudo son abusadas en las relaciones pastorales. El adicto suele tener una confianza enorme en el agresor, puede ser manipulado. El agresor utiliza el poder para transformarla en un objeto con el que puede hacer lo que quiera.

    En el caso de los sacerdotes entra en juego el exceso de poder sobre las mujeres. Las mujeres piensan: «Estoy bien cuando sirvo y no digo ‘yo’ demasiado alto». El abuso sexual a menudo no se trata de la satisfacción de impulsos, sino más bien de la necesidad narcisista de manipular a una persona hasta el punto de quebrantar su voluntad.

    De la confianza a la agresión sexual

    El abuso viene lentamente, no sucede de inmediato. Los atacantes generan confianza y se vuelven indispensables. Le dicen a la víctima que ella es la persona más importante en la vida y empieza a creérselo y se vuelve adicta. Sólo entonces se producen los ataques. Los afectados ya sienten que esto no es bueno para ellos, pero su percepción está tan anulada que ya no pueden encontrarle sentido.

    En las comunidades, los miembros se encierran en sí mismos y esto resulta en intimidación y aislamiento. Y de repente no queda nadie para que el afectado cuente lo que está pasando. Los atacantes les dijeron cuál era la voluntad de Dios para ellos y tenían que obedecer.

    Es difícil definir el abuso sexual; hay varios intentos de una definición especializada. El concepto de abuso (del latín, abusus) en el sentido más amplio del término significa una actividad o acto contrario a las normas sociales vigentes, a las normas humanas generalmente aceptadas y contra la dignidad de la persona humana.

    Indica la explotación de su condición para beneficio personal o para una acción ilegal que causa daño material o inmaterial a sí mismo y a los demás. Es el uso incorrecto o negativo, es decir, el abuso de la propia condición en contraposición a la finalidad del cargo encomendado. El abuso se caracteriza porque su acción es planificada e intencional, lo que también se aplica a la dinámica del abuso sexual.

    El abuso sexual es cualquier acción no verbal, verbal o física que atente contra la dignidad y traspase los límites de otra persona de cualquier edad o género con el propósito de lograr placer sexual o perpetrar violencia. Es todo contacto o interacción física, acción visible, verbal o psicológica entre un menor y un adulto, o entre dos adultos, cuando el maltratador utiliza al otro contra su voluntad como medio de excitación sexual.

    Trauma y poder

    La violencia sexual es una de las experiencias existenciales más traumáticas y deja profundas heridas. Cuando hablamos de violencia sexual, primero pensamos en la violación, que sin embargo representa solo un aspecto mínimo en el contexto de este tipo de violencia. La mayoría de los abusos son otros mecanismos anteriores de dependencia en las relaciones y la demostración de poder sobre víctimas particularmente seleccionadas.

    Sólo cuando miramos la experiencia interior de la víctima, con la que el agresor se comporta como ella no quiere, nos damos cuenta de que se trata de violencia. En esta condición la víctima no logra desarrollar ni reconocer su propia voluntad, y menos aún hacerla valer.

    Las experiencias de los psicoterapeutas atestiguan que en todos los casos de abuso sexual hay una larga preparación que comienza en primer lugar en la fantasía del abusador. En primer lugar, el abuso sexual es un abuso de confianza, es decir, un abuso sentimental, que sólo puede alcanzar el nivel físico en un paso posterior, como es propio en particular de los miembros de la familia o de quienes abusan entre las filas del clero, que goza de gran confianza entre la gente. El abuso a largo plazo, aunque sea sólo sentimental, y la adicción a las relaciones pueden tener consecuencias incurables.

    Cuanto más dura el abuso, peores consecuencias deja para la víctima, dañándola espiritualmente hasta el punto de no poder vivir con normalidad. La víctima, que para el maltratador no es una pareja de igual a igual, sino un puro objeto sexual, es asaltada por graves sentimientos de culpa y vergüenza, por lo que suele presentar trastornos alimentarios y dificultades para cumplir con los deberes cotidianos, el sueño y las relaciones en general.

    Por lo general, la víctima ve en escapar de la trampa su salvación, pero el escape solo puede ser interno, frente a sentimientos de culpa personales, y no frente al abusador. La huida del cuerpo, de la condición y de la experiencia personal lleva a la persona maltratada al extrañamiento de sí mismo y a la soledad, lo que puede llevar a tal confusión que ya no permite una evaluación correcta de las propias percepciones, ni confiar en ellas.

    Los perpetradores de violencia sexual a menudo son adictos a la sexualidad. La adicción es una enfermedad caracterizada por la repetición y agravamiento de conductas nocivas. Las características de la adicción son la embriaguez, la repetición y el aumento de la dosis, los excesos y las caídas del humor, la incapacidad para detener la conducta patológica a pesar de la conciencia de su nocividad y la reacción de abstinencia. La persona adicta nota la conducta dañina y quiere parar, pero fracasa, porque de lo contrario viviría una crisis de abstinencia.

    No casos sino una cuestión estructural

    La violencia sexual no es sólo una cuestión de casos individuales, sino un fenómeno generalizado y un problema estructural. En ocasiones, las instituciones eclesiales han ofrecido un entorno propicio para ejercer la violencia sexual y ocultar a los perpetradores contra jóvenes y adultos de ambos sexos que, bajo el pretexto de la espiritualidad y la vida de fe, han abusado del cargo y la autoridad encomendados para ejercer el poder y descargar sus impulsos sexuales en niños, jóvenes y adultos.

    Un gran desafío para la Iglesia es el reconocimiento de la culpa y la aceptación de la responsabilidad. Ocultar el problema debe ser cosa del pasado: se necesita honestidad, verdad y transparencia.

    Concluyo volviendo a la pregunta inicial sobre los criterios de valoración del arte. Cada vez que salen a la superficie las turbias fechorías de los ídolos del panteón del arte, uno se pregunta: ¿es correcto separar la obra del artista?

    Detrás de la cándida efigie de alguien que ha hecho de la pureza y de la sublimidad el principio de sus creaciones parecería en efecto esconderse un alma muy limpia. Los hechos que se han conocido han arrojado luz sobre los lados oscuros de una personalidad ambiguamente siniestra, que supuestamente explotó su autoridad para ejercer un control perverso sobre el cuerpo y el alma de las mujeres. De ahí la inquietante hipótesis de los actos sexuales consumidos sin su consentimiento.

    La imagen de Rupnik y su producción artística

    Luego viene la gran pregunta que es difícil de responder en monosílabos: ¿es correcto que esto repudie, en retrospectiva, el invaluable legado que este artista del mosaico ha donado a la historia del arte sacro mundial? ¿Es legítimo condenar sus tan alabados mosaicos, ahora que su imagen se ve comprometida por supuestas (o ciertas) acusaciones de abuso sexual y espiritual? Después de la noticia de los abusos, ¿es realmente posible, por tanto, poder contemplar sus mosaicos con el corazón alegre, sin dejarse arañar por una sensación de malestar por los abusos cometidos por el autor? ¿Se puede omitir este “detalle” de su vida privada?

    Mantener el foco en el producto creativo más que en el autor, ¿no significa acaso abdicar de la responsabilidad educativa y de la influencia que el arte y sus representantes ejercen en la vida de sus usuarios? ¿No sería adecuado tomar distancia para evitar que tales abusos se legitimen?

    De hecho, si en los últimos años ha crecido la conciencia en el debate público sobre actitudes que ya no se normalizan como en el pasado, habiendo cambiado -afortunadamente, añadiría- los estándares de aceptación en los circuitos artísticos, es difícil aceptar que lo que amamos es hijo de distorsiones debidas a personalidades autoritarias que se esconden detrás de una creación artística que ha atemperado nuestro gusto a lo largo de los años y trazado nuestras coordenadas en la geografía de la producción artística.

    Por lo tanto, si defender el arte por el arte significa hacerlo en detrimento de sujetos violados en su dignidad humana, además de físicamente, tal vez deberíamos repensar los límites de nuestra aceptación. Deberíamos escuchar a quienes no se sienten a gusto con ese encanto tan idolatrado en sus mosaicos. También tenemos el deber de diseccionar los efectos de esas obras en la comunidad eclesial y cuestionarnos.

  • Los doce casos de abuso del Padre Buela

    Los doce casos de abuso del Padre Buela

    Titulamos el artículo de hoy de una manera llamativa, porque son doce los casos que hoy por hoy se han registrado acerca del fundador del Instituto Verbo Encarnado, el Padre Carlos Buela. Y como muchos no conocían este puntual dato, lo ofrecemos al público citando una importante revista de antropología y cultura cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en su última edición, la número 102 escrito por la socióloga Sofia Brahm.

    El texto completo de dicho artículo de sumo interés y profunda investigación titulado “La Iglesia en Latinoamérica frente a los abusos eclesiales” lo pueden encontrar en la revista Humanitas, como dijimos, en su último número, haciendo clic AQUÍ para descargar o leer online. No tiene desperdicio.

    Nosotros recogemos en este breve artículo solamente la parte que hace referencia a dicho fundador, para dar a conocer información de público conocimiento ya imposible de ocultar. Los superiores del IVE se han estado empeñando en no hablar del tema y buscar complicadas explicaciones a los casos adjudicados al Padre Buela. Pero esto ya no es más posible.

    Agradecemos, junto con la autora Sofía Brahm, la valentía de las víctimas que cada vez con mayor fortaleza y sinceridad se animan a hablar, tanto a nivel eclesial como civil, a través de los distintos canales de información, como es el presente blog.

    «Gracias a la valentía de muchas víctimas hemos podido constatar, horrori­zados, el daño causado y el hecho de que no lo supimos ver y que muchas veces fui­mos nosotros mismos agentes de silenciamiento», dice la autora.

    En el apartado “La realidad de los abusos en la Iglesia latinoamericana y el caso de los institutos religiosos” Sofía Brahm nos trae a colación los distintos y ya conocidos casos de fundadores de institutos religiosos:

    “Destacados son los casos de Argentina, que a la fecha contabiliza alrededor de 85 sacerdotes acusados de abuso; de Chile, que suma casi 200 casos, y de Colombia, con poco más de 100 sacerdotes con denuncias”.

    Y continúa:

    “Debe constatarse, lamentablemente, que los hechos más salientes de abuso dentro de la región han sido cometidos por fundadores o líderes de institutos religiosos. Tal es el caso, por ejemplo, del mexicano Mar­cial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, quien falleció en 2008 después de haber sido condenado en 2005 por la Congregación para la Doctrina de la Fe por abuso sexual de al menos 60 seminaristas. Según un informe actualizado en marzo de 2021, los Legionarios reconocerían actualmente a 170 menores víctimas de abusos sexuales cometidos por 27 sacerdotes de la congregación entre 1941 y 2019”. Cita la fuente AQUI

    “En Argentina se tiene el caso del Instituto del Verbo Encarnado, donde la Santa Sede formuló cargos en 2016 contra su fundador, Carlos Buela, quien a la fecha acumula 12 acusaciones de abuso sexual”.

    Yendo al final de la reflexión, los dejamos con una última idea clave del artículo: la importancia de hablar; la importancia y necesidad de compartir testimonios y darlos a conocer:

    “La experiencia internacional nos muestra que los casos que salen a la luz pública son generalmente la punta del iceberg del abuso eclesial, el que siempre está rodeado de tabúes, y las víctimas muchas veces viven en soledad y silencio. Generalmente, tras cada vícti­ma de abuso sexual, hay muchas otras que sufrieron el mismo daño y no se atrevieron a denunciar, y cientos que, sin ser directamente abusadas en el plano sexual, sí fueron víctimas de manipulación, abuso de concien­cia y abuso de poder de parte de los mismos ofenso­res” …

    Doce son los casos que hasta ahora se han adjudicado a Buela. Pero siendo que suele ser sólo «la punta del iceberg», no nos sorprendamos si más adelante las cifras aumentan.

    Por eso, estimados lectores de nuestro blog, ya no se escandalicen más cuando alguien se atreve a contar su historia, haciendo un esfuerzo enorme. En vez de criticarlo, agradézcanle, ya que está haciendo un gran bien a la iglesia y a la sociedad.

  • Capturas Internacionales ¿Quién será el próximo?

    Capturas Internacionales ¿Quién será el próximo?

    Ha habido muchos casos como el que presentamos hoy. Pero lo interesante es que se ha hecho, a pesar de las trabas que se pusieron, y la justicia, aunque parezca a veces imposible, se hace.

    Hoy nos preguntamos: ¿Quién será el próximo? …

    Se verá… próximamente.

    Gustavo Oscar Zanchetta, ex obispo de Orán, Salta, Argentina.

    Acusación: Abuso sexual a seminaristas.

    Orden de captura internacional: noviembre 2019. Piden la captura internacional de Gustavo Zanchetta

    “La fiscal penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de Orán, María Soledad Filtrín Cuezzo, ha requerido la captura internacional del que fuera obispo de Orán, Gustavo Oscar Zanchetta, tras pedir que se dicte la rebeldía del religioso imputado por abuso sexual”.

    La medida se tomó debido a que el imputado no respondía a reiteradas llamadas telefónicas ni a correos electrónicos, tras haber establecido su domicilio en el Vaticano.

    ¿En qué terminó esta búsqueda de justicia a nivel internacional, ya que el acusado estaba en Italia?

    Condenan al obispo emérito Zanchetta a 4 años de cárcel por abusos

    Un tribunal argentino ha condenado al obispo emérito de Orán, Gustavo, a cuatro años y medio de prisión por el delito de abuso sexual simple continuado agravado y ha ordenado su ingreso en prisión.

    Una vez más han sido las autoridades civiles, no las eclesiásticas, las que han puesto fin a un escándalo protagonizado por un prelado católico, uno especialmente significativo y que hemos seguido en esta publicación en todas sus vueltas y revueltas, la penúltima de las cuales ha sido el muy demorado envío al tribunal del expediente vaticano.

    Cualquier similitud con las denuncias que llevamos adelante en este blog, es pura coincidencia ¿?…

    Dice la noticia sobre el obispo abusador: “Pocos años después de su consagración, cuando el obispo, a los cuatro años y una semana de haberle nombrado el Papa, contando el obispo 53 años, presenta su renuncia alegando motivos de salud, con tanta prisa que ni aún se despide de sus feligreses.”

    Prestemos atención al siguiente párrafo:

    “Pero el escándalo no salta a la palestra pública hasta la Navidad de 2018, cuando un diario local, El Tribuno de Salta, da la noticia de que tres sacerdotes de la diócesis de Orán habían denunciado al nuncio apostólico a su obispo Zanchetta por abusos sexuales contra una decena de seminaristas, y que también por eso, el 1 de agosto del 2017, el Papa había removido de la diócesis al obispo.”

    Cualquier similitud con las denuncias que llevamos adelante en este blog, es pura coincidencia…

    Si el Obispo Zanchetta mintió diciendo que el motivo de su renuncia fue la salud, podemos sospechar que también otros nos mientan sobre los supuestos problemas de salud a la hora de presentar sus renuncias. Acerca de este tema histórico, pueden consultar el siguiente artículo sobre PORQUÉ EN RELIDAD RENUNCIA EL PADRE BUELA

    Y quien esté interesado sobre la verdad de las condenas al Padre Buela, acá les dejamos los enlaces a los decretos de la Iglesia: DECRETO CIVCSVA – 2010 español

    Y más adelante, en el 2016, otro Decreto condenatorio más: DECRETO CIVCSVA – 2016 (Italiano y español)

    Volviendo al caso Zanchetta, abusador de seminaristas y negador de los hechos.

    “El 21 de noviembre de 2019, la fiscal había subrayado en reiteradas ocasiones su preocupación porque Zanchetta podría haber escapado al juicio en Argentina, dado que no existe un acuerdo de extradición entre Argentina y el Estado de la Ciudad del Vaticano. Es por ello que el fiscal solicitó, ante la imposibilidad de proceder a la notificación de los autos procesales en Roma, que se emitiera una orden de detención internacional contra el imputado. El 27 de noviembre de 2019, Zanchetta regresa a Argentina para registrar sus huellas dactilares y comunicar la nueva dirección. Al no contactarlo a través de las direcciones de correo electrónico y teléfono previamente comunicadas, había emitido una orden de arresto internacional y también había intentado solicitar la retirada del pasaporte diplomático vaticano del sospechoso, pero el juez había rechazado esta solicitud.”

    La periodista Silvia Noviasky ha compartido en sus redes sociales el momento en el que la juez lee la condena del tribunal en presencia de Zanchetta. Ha pedido su ingreso inmediato en prisión.

    #JuicioZanchetta La sentencia: 4 años y 6 meses, lo q pidió la fiscalía. De prisión efectiva así q va preso ahora pic.twitter.com/rPNEeTlO0d

    Muchos casos más faltan salir a la luz y llevarse a la justicia.

    Hoy nos podemos preguntar, con toda probabilidad: ¿Quién será el próximo? …

  • Francisco interviene el Instituto Miles Christi y nombra Comisario Pontificio al obispo Jorge Ignacio García Cuerva

    Francisco interviene el Instituto Miles Christi y nombra Comisario Pontificio al obispo Jorge Ignacio García Cuerva

    El Papa Francisco ha decidido intervenir el Instituto de derecho diocesano Miles Christi, cuyo fundador, el sacerdote argentino Roberto Juan Yannuzzi, fue reducido al estado laical por abusos sexuales y de conciencia.

    El Obispo de Gallegos en Argentina, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, fue nombrado por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Consagrada como “Comisario Pontificio” del Instituto de derecho diocesano Miles Christi.

    Fundador expulsado del estado clerical

    En 2016 la Santa Sede inició una investigación canónica para investigar al Fundador del Instituto, el sacerdote Roberto Juan Yannuzzi. El proceso fue iniciado por las autoridades de Miles Christi, quienes oportunamente informaron a la autoridad competente (Archidiócesis de La Plata, Argentina) de las irregularidades, abuso de autoridad en su gobierno y abuso sexual con adultos cometido por el Yannuzzi. La autoridad diocesana, a su vez, informó a la Santa Sede.

    En febrero del año 2020, el Papa Francisco impuso la dimisión del estado clerical al sacerdote Roberto Juan Yannuzzi, fundador y superior del Instituto Miles Christi en Argentina.

    Roberto Juan Yannuzzi, fundador de Miles Christi

    A través de un comunicado, el Arzobispado de La Plata explicó que la decisión del Papa Francisco se funda en que Yannuzzi “ha sido hallado culpable de los delitos contra el sexto mandamiento con adultos, de absolución del cómplice y de abuso de autoridad”.

    Este Instituto, tiene presencia en Argentina, Italia, México y Estados Unidos.

    Fuente: https://infovaticana.com/2022/12/05/francisco-interviene-el-instituto-miles-christi-y-nombra-al-obispo-jorge-ignacio-garcia-cuerva-comisario-pontificio/