¿Son conscientes los superiores de las órdenes religiosas de los abusos de
autoridad que cometen en nombre de Dios?
¿A quién recurre los miembros que lo sufren? A nadie. Pues la obediencia no
los permiten, todas las decisiones del superior o superiora tienen que ser
obedecidas, porque representan la voluntad de Dios, no cumplirlas significa
una falta al voto.
Lo que relata Renata Patti, ex focolar no es algo aislado, sino una
practica común en algunas órdenes religiosas, también en las SSVM. Las
respuestas muchas veces por parte de las superioras al sufrimiento causado
son: «esto ha sucedido por voluntad de Dios»,
«Dios lo permite», «el superior se equivoca por tu bien»,
«el que obedece no se equivoca», anulando de esta forma cualquier
queja del súbdito y haciéndole agradecer la mano providente de Dios. ¿No
será eso abuso espiritual? ¿Y qué pasa cuando ese sufrimiento pasa a ser un delito a la persona? ¿Y
cuándo el miembro sale perjudicado en su vida emocional, psíquica,
etc?