Etiqueta: Abuso sexual

  • Ejemplo de lo que se debe hacer con los curas abusadores

    Ejemplo de lo que se debe hacer con los curas abusadores

    Estimados lectores:

    Hoy les traemos una noticia que ejemplifica mínimamente lo que se debería hacer con esta clase de sacerdotes abusivos: cárcel para ellos e indemnización a las víctimas.

    ¿Tomarán nota los «distraídos» superiores del IVE y SSVM?

    La Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado una orden de busca y captura contra Segundo Cousido Vieites, sacerdote salesiano y profesor de religión del colegio Salesianos de Vigo (Pontevedra) que fue condenado a 32 años y cinco meses de cárcel por abusos sexuales continuados a seis menores en 2019.

    El sacerdote ya pasó nueve meses en prisión y salió bajo fianza al disminuir el riesgo de fuga. Tenía que haber ingresado en prisión este mes de febrero para cumplir esa pena impuesta. Sin embargo, no lo ha hecho y, al agotarse el plazo, la justicia ha emitido una orden para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo detengan para llevarlo inmediatamente a la cárcel.

    La sentencia condenatoria dictada en 2021 por la Audiencia Provincial de Pontevedra fue recurrida ante el TSXG por el religioso, pero alto tribunal gallego ratificó la pena en mayo de 2022. Sin embargo, según fuentes del TSXG, los numerosos recursos presentados por el condenado han provocado que se retrasase el inicio de la ejecución de la sentencia del TSXG, que no fue firme hasta finales de octubre.

    Abusos cometidos en 2019

    El Tribunal consideró probado que en 2019, durante un campamento celebrado en la localidad de Cambados, en una peregrinación a Santiago de Compostela y en la sede de una asociación juvenil vinculada al colegio, el acusado realizó tocamientos en los genitales a varios menores, aprovechando su condición de superioridad, al ser profesor de los jóvenes y monitor en sus actividades extraescolares.

    El sacerdote ejercía en el 2019 de monitor, director y acompañante de los menores y dormía en las mismas instalaciones que ellos. Los hechos que tuvieron lugar durante una peregrinación a Santiago tuvieron lugar en un albergue de Valga.

    La Voz de Galicia detalla que en ese campamento como no había literas suficientes, las juntaron y el sacerdote durmió en medio de dos menores. Uno de ellos se despertó a media noche y descubrió que el cura le estaba haciendo tocamientos. Al no atreverse a enfrentarse a él, intentó girarse de lado de la cama para repeler al adulto pero este insistió. A causa de este incidente, el menor sufrió pesadillas y bajó su rendimiento escolar y no quería que sus familiares lo tocasen.

    Otra de las víctimas se despertó y descubrió al sacerdote en plenos tocamientos y este le preguntó por la hora. Otra víctima sufrió los abusos en el albergue de Padrón durante una peregrinación. El menor salió en mitad de la noche al baño y el sacerdote le ayudó a abrir la puerta. Cuando se acostó, a los pocos minutos, notó como el sacerdote le tocaba.

    La mayoría de denuncias y cargos contra este sacerdote son por tocamientos a menores. Las víctimas relataron en el juicio que se quedaron “en shock” cuando les ocurrió, sin ser capaces de reaccionar porque no podían creer que les hiciese algo así. La sentencia fue contundente, exponiendo que los menores “narraron con firmeza y de forma acorde a su edad lo que les ocurrió y lo que vieron respecto de otros”.

    Además de la pena de prisión, la Audiencia de Pontevedra le había impuesto el pago de una indemnización de 76.000 euros al conjunto de las víctimas por los daños psicológicos producidos.

    Fuente: https://infovaticana.com/2023/03/02/en-busca-y-captura-un-cura-de-vigo-condenado-a-32-anos-de-carcel-por-abusos/#comments

  • Semejanzas del ICRSS y el IVE

    Semejanzas del ICRSS y el IVE

    Estimados lectores:

    Compartimos un impresionante testimonio de un ex miembro del ICRSS (Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote) que nos ha llegado y que nos parece muy similar a los comportamientos de Buela y McCarrick.

    Nuevamente, nuestro compromiso con erradicar para siempre esta plaga de depredadores denunciándolos en los tribunales correspondientes y en los medios de comunicación.

    Agradecemos el testimonio de esta persona.

    Estimada en Cristo,

    Un resumen del caso del visitador apostólico:

    Uno de los elementos más espinosos de la historia es el caso «Bacqué» (nuncio apostólico retirado), se trata un arzobispo francés nacido a Burdeos (de una familia de ricos banqueros) y que posee una red muy potente de contactos en el Vaticano, es él, al menos en los últimos años, ciertamente el mayor protector de W.

    Bacqué es ampliamente conocido en los medios romanos por sus tendencias homosexuales (es amigo de Fréderic Martel, autor de «Sodoma», quien le menciona explícitamente en su libro, Bacqué habiéndolo albergado a Roma en la «Casa del Clero» para ayudarlo a realizar su libro sobre la homosexualidad en la curia romana).

    La relación de Bacqué con el Instituto es una relación, podemos decirlo claramente, perversa; el Instituto lo corteja por su dinero y por su poder, Bacqué ha hecho testamento en favor del Instituto y da cada año más de 30,000 euros. A cambio de sus servicios Bacqué pide una cosa sola: seminaristas.

    El Instituto (y no solo, también los legionarios cortejan a Bacqué y le mandan seminaristas, aunque mucho menos que el Instituto) le manda, sobre todo durante sus vacaciones en su casa de familia en Burdeos (le domaine de Sion) seminaristas para hacerle compañía, seminaristas – petición explicita – que deben ser «bellos seminaristas». Hasta donde yo sé Bacqué no ha cometido abusos sexuales, pero sí ha avanzado propuestas indecorosas:

    -Un amigo mío tuvo que hacerle de dama de compañía durante más de un mes; cuando le mostró su habitación, Monseñor Bacqué no se retuvo de comentarle «He aquí la ducha (es espaciosa), hay espacio para más de uno»; Bacqué no se retenía de hacer comentarios sobre la «belleza física» de su jardinero y su círculo de amigos, a decir de mi amigo, estaba claramente compuesto por homosexuales.

    -A dos seminaristas distintos, y en ocasiones distintas, les pidió que le frotasen el trasero y le colocasen una crema, cosa que fue percibida por entrambos como indecorosa y como una solicitación de tipo sexual, por lo menos implícita, uno de ellos, escandalizado, contactó Gricigliano (casa general en Florecncia) para denunciar los hechos, la respuesta de su superior fue: «Cállate y soporta, nosotros también tuvimos que pasar por ahí».

    -Bacqué intentó obtener también «bellos» seminaristas de Tolón, lo pidió a Monseñor Rey, pero Monseñor Rey rechazó (adjunto aquí la carta de Monseñor Rey que no debe ser publicada).

    Todo esto ilumina la relación con el Instituto. El ICRSS fue objeto en 2014 de una visita apostólica, ¿Quién fue el visitador…? Moseñor Bacqué, evidentemente la visita dio «buenos resultados» y el Instituto continuó a mandarle seminaristas… Bacqué dijo a dos personas diversas (un seminarista y un sacerdote que me lo compartieron) que había voluntariamente guardado silencio en su informe sobre los objetivos aspectos desviados del Instituto, mencionando explícitamente el lujo faraónico de la vida de los superiores, especialmente W.

    En el Dossier Canonique hay un apartado sobre Bacqué y la visita de 2014, ahí se narra cómo Bacqué relataba el contenido de todas las entrevistas privadas a W. y cómo los seminaristas tenían instrucción de no decir nada negativo sobre el Instituto, amenazando con que, si lo hacían, W. lo sabría, pues Bacqué se lo diría el día mismo.

    En otros correos trataré de episodios concretos que iluminaban otras dimensiones de la deriva sectaria.

    In Christo Rege

    Para entender más sobre la deriva sectaria de este instituto, leer este artículo de nuestro blog.

  • El sectarismo y los abusos no son algo nuevo

    El sectarismo y los abusos no son algo nuevo

    Artículo original de Lorenzo Prezzi en italiano AQUÍ

    El 30 de enero, se publicaron en Francia dos informes sustanciales sobre los abusos y las tendencias sectarias de tres personalidades católicas muy conocidas en el país y más allá.

    El primero (900 páginas) se refiere al fundador del Arche, una institución eclesial que apoya a cientos de comunidades en todo el mundo a favor de los más discapacitados, Jean Vanier. Una comisión independiente encargada por Arche entregó su trabajo (ver aquí).

    Otra comisión encargada por los dominicos de Francia investigó el comportamiento censurable de dos hermanos, ambos dominicos, Thomas y Marie-Dominique Philippe. El primero es cofundador con Vanier de l’Arche, el segundo iniciador de las diversas familias religiosas de la Comunidad de San Juan (consultar aquí).

    Se espera un tercer informe, de la Comunidad de San Giovanni.

    ¿Puede desaparecer el núcleo sectario?

    Antes de dar unas notas resumidas sobre los resultados de las investigaciones, vale la pena subrayar la valentía de las fundaciones y de la Orden para arrojar luz sobre las páginas oscuras de sus fundadores o cohermanos.

    En segundo lugar, es bueno distinguir lo que puede envenenar los manantiales originales de los carismas y lo que afecta sólo parcialmente el patrimonio espiritual de las familias religiosas. La conclusión del resumen sobre Plagio y abuso es indicativa: una investigación sobre Thomas Philippe, Jean Vanier y l’Arche. “Si el nodo sectario original formó un microsistema en el corazón del Arche, a la luz de los hechos de abuso considerados por la comisión, no parece haberse extendido. El rápido desarrollo de las comunidades y la entrada de numerosas personas con diferentes perfiles y motivaciones, a lo que se suman otros elementos (como el control de los poderes públicos, la presencia de profesionales externos) explican la escasa difusión del nudo sectario y su consumo dentro del Arca«.

    Conclusiones similares son previsibles con respecto a los dominicos: los dos hermanos vivían sustancialmente fuera de la comunidad y lejos de los líderes internos.

    Para la Comunidad de San Juan la cuestión es más penetrante y requiere una mayor atención y energía de purificación interior.

    “La noche de bodas»

    Las denuncias de abusos contra Vanier y los hermanos Philippe estallaron a mediados de la década pasada, iniciando trámites internos de renovación y estudios que ahora se hacen públicos. Pero la historia es mucho más larga.

    Podemos comenzar desde 1938, cuando Thomas Philippe afirma haber tenido experiencias místicas significativas en Roma llamadas la «noche de bodas». La participación del cuerpo en el goce extático se narra como una conjunción con la Virgen y manifestación de una relación más misteriosa (incestuosa) entre María y Jesús, que él recuerda como el fundamento de su camino espiritual.

    El propio Thomas Philippe inició una fundación original en 1945, no lejos del centro de estudios de Saulchoir (Soisy-sur-Seine). Allí se encuentran algunos de los jóvenes católicos más inteligentes y prometedores de Francia. Entre ellos, J. Maritain, C. Journet y el propio Jean Vanier. Un ambiente de gran vivacidad intelectual y sincera investigación que, sin embargo, comienza a tambalearse con las primeras denuncias, muy discretas, del comportamiento de Thomas Philippe (mientras que Marie-Dominique permanece más recluida en ese momento).

    A mediados de la década de 1950 el caso llegó a Roma y, en 1956, hubo una severa condena canónica para Thomas Philippe que lo destituyó del cargo de la asociación Eau vive, privándolo de la celebración litúrgica y del acompañamiento espiritual. Pero la discreción absoluta de la sentencia, la obstinada voluntad del grupo original (menos de una docena de personas), encabezado por Vanier, permite la continuidad de las relaciones y la continuación de prácticas «espirituales» que confunden las relaciones sexuales con experiencias místicas. Son considerados con razón por el Santo Oficio (ahora el Dicasterio para la Doctrina de la Fe) como un «falso misticismo».

    Madre Cecilia, hermana de Philippes, también está involucrada en estas derivas indecorosas. Prácticas custodiadas por un muro de silencio (incluso después de la fundación del Arche en 1964), favorecidas por la total autonomía de las viejas y nuevas fundaciones, por la creciente autoridad de los personajes (que se acreditan hasta las salas de Juan Pablo II, mientras que Juan XXIII había advertido expresamente a Vanier que se distanciara de los Philippe) y del clima sectario que estos inducen a su alrededor. Apreciado por la rigurosa defensa de las razones de la institución eclesiástica y por el número de vocaciones.

    Formas sectarias

    Retomo algunas notas de la citada síntesis (126 páginas) del informe sobre J. Vanier, donde a menudo se evoca a los tres personajes juntos. Si las víctimas consideradas son 25 para Vanier y 23 para Thomas Philippe, su número predecible es mucho más consistente. El rasgo común que los une (y esto también se aplica a Marie-Dominique Philippe) es una relación de poder sobre mujeres interesadas, una situación de dependencia de parte de ellas y la ausencia de su consentimiento válido respecto de las prácticas abusivas de que fueron objeto.

    Thomas, que confía plenamente en Vanier, disfruta de un edificio que puede albergar hasta 300 personas (del Arche y de otras procedencias) en el que reproduce las prácticas ya ensayadas en la época del Eau vive. Una desorganización notoria y la escasez de normas compartidas van acompañadas de la invitación a una insistente oración de adoración y al cultivo de numerosas vocaciones que nutren los diferentes monasterios.

    El abuso sexual se inicia dentro de una aventura humana y espiritual de vocación, gracias a la complicidad involuntaria de muchos que invitan a hablar con el p. Tomás y su creciente reputación de sabiduría y santidad. El diálogo espiritual se produce sin ningún elemento de equilibrio (por ejemplo, con una referencia diferente de la autoridad) y los abusos se producen gracias a una manipulación de los ritos sacramentales, en particular de la confesión.

    Entre Thomas y Vanier los acercamientos a las víctimas son similares. Pero, mientras que para Vanier siempre se trata de mujeres mayores de edad, de buena cultura y clases sociales privilegiadas, para Thomas son sobre todo chicas jóvenes en busca de un camino en la vida. Besos, abrazos, combinaciones de partes eróticas se suceden sin concluir necesariamente con la penetración sexual. No conocen las formas violentas, salvo en contados casos.

    Las justificaciones, -y esto concierne tanto a los hermanos Philippe como a los Vanier-, son de naturaleza mística y teológica en la creencia de un pasaje continuo entre el elemento espiritual y el comportamiento físico. Hasta la paradójica afirmación de Marie-Dominique de la superioridad del miembro masculino de Jesús respecto a su corazón. La engañosa relación incestuosa de Jesús con María se evoca de diversas formas. Sucede que las víctimas de uno de los maltratadores encuentran confirmación de las relaciones irregulares por parte de los otros dos. Cuesta pensar que exista un consenso libre y maduro por parte de gente encantada con el carisma de personajes de este calibre, temerosa de desagradarlos y de ser abandonada. Algunos de ellos siguen convencidos de que han tenido una experiencia liberadora. Solo después de un tiempo perciben la violencia a la que han sido sometidos.

    Los signos de la liberación

    La toma de conciencia y el despertar se dan ante la advertencia de un sufrimiento interior insoportable o ante el enfrentamiento con alguien ajeno a las instituciones y cuando, por diversas razones, estalla un desacuerdo con el maltratador.

    El uso de terapeutas y la pertenencia en las asociaciones de víctimas resultó ser importante. Las quejas se presentan generalmente a las autoridades eclesiásticas y a las referencias internas. En el caso de Vanier, son los nuevos directores del Arche quienes lo cuestionan al respecto, obteniendo admisiones limitadas. Recién cuando las denuncias se hacen públicas y son recogidas por los medios de comunicación, se inician los procesos internos y externos correspondientes.

    Muy delicada es la reflexión sobre la comunicación espiritual más amplia, a través de libros, entrevistas y videos, particularmente extensa en lo que se refiere a Vanier.

    La insistencia en el acompañamiento, la alianza y la comunión tienen plena legitimidad en la comunicación eclesial. Sólo un ojo más atento percibe la presencia de raíces enfermas que retroceden a las desviaciones originales. Se podría hablar de dos niveles distintos: «El primero se basa en una mística íntima, secreta, derivada del «matrimonio espiritual» con las deformaciones ya indicadas. El segundo piso revela una espiritualidad de compromiso con los pobres, reconociéndoles un papel eminente para la conversión y transformación de las relaciones en la sociedad”.

    Los estudios avalan unánimemente la modalidad y la intencionalidad que guió la comisión autónoma de investigación de abusos, dirigida por Jean-Marc Sauvé.

    Hasta aquí la noticia.

    Conclusión nuestra:

    Después de leer artículos informativos como el presente, no nos cabe ninguna duda, más bien todo lo contrario: nos reafirmamos en la necesidad apremiante de denunciar todos los abusos dentro de la iglesia. Muchas aberraciones como éstas se siguen perpetuando justamente por «el silencio de los buenos»

  • Las autoridades de la Iglesia se desentienden y no responden: ¿Qué hacer entonces?

    Las autoridades de la Iglesia se desentienden y no responden: ¿Qué hacer entonces?

    Noticias de abusos en la Iglesia nunca faltan, y menos en estos últimos tiempos.

    Los casos del obispo Zanchetta y del reciente Padre Rupnik son un actual e innegable ejemplo.

    Evidentemente, la Iglesia ha tomado una política de callar y encubrir casos que, a todas luces, es la peor. ¿Acaso disminuirán el escándalo por esconderlo? Sabemos que es todo lo contrario: el escándalo aumenta cuando se ocultan y encubren los casos.

    Y la máxima autoridad en la Iglesia lo sigue haciendo: Ya lo hizo con Zanchetta; ahora lo hace con Rupnik.

    Hoy queremos dar a conocer a nuestros lectores esta lamentable política que se viene aplicando, y que no es en absoluto distinta a la utilizada con el fundador del Verbo Encarnado, el Padre Carlos Miguel Buela.

    Contacta una de las víctimas del jesuita Ivan Rupnik con el portal italiano Left para contar que ella y otras tres monjas de la congregación del sacerdote artista escribieron sendas cartas al Papa, cartas que nunca recibieron respuesta.

    El Papa Francisco recibió cuatro cartas de otras tantas ex monjas de la comunidad del comisariado. “Una era mía”, dice la víctima que se ha puesto en contacto con Left, y que ofrece un extracto de la misiva: “En los últimos años las pocas vocaciones de la Comunidad de Loyola han venido sobre todo de Brasil y África. Son niñas frágiles por cultura y por historias personales muy complejas y dolorosas, que pueden quedar atrapadas más fácilmente en relaciones de dependencia y sumisión absoluta, según una forma malsana (tanto desde el punto de vista religioso como antropológico) de concebir el valor y la práctica del voto de obediencia y del propio carisma comunitario, entendido como «disponibilidad a los Pastores”.

    Cada vez es más evidente que “la adicción y el maltrato psicológico son muy difíciles de probar y que por ello se configuran como una forma de maltrato aún más grave”, prosigue la exmonja. Un dolor silencioso, que hace a la víctima aún más frágil y expuesta porque no es creída, no reconocida; o porque se considera responsable de su condición.

    El Papa Francisco nunca contestó a esta o a las otras tres cartas. Además, denuncia la fuente, “llevamos meses esperando el resultado de la investigación de Libanori, el jesuita encargado sobre el proceso a Rupnik, sobre la Comunidad de Loyola”.

    Un silencio inexplicable. «Hoy la Comunidad Loyola prácticamente ya no existe, pero sabemos que la fundadora, Ivanka Hosta, y sus seguidoras se han mudado a Braga en Portugal”, aclara la víctima anónima citada por Left. “Aquí, a pesar de la investigación y todas las prohibiciones que siguieron, hubo un intento de que una niña brasileña tomara los votos perpetuos. Su hermana está desesperada porque se dio cuenta de que todo es una estafa y está muy preocupada porque le impiden contactarla. Aquí también está toda la dinámica de una secta: ha habido un alejamiento de la familia que no es del todo voluntario, hay un impedimento para cualquier contacto con el mundo exterior, hay una situación de fragilidad interior, y hay dudas que han llevado a esta chica a un paso de rendirse. Dudas que desaparecen con mucha culpa por haber vacilado, frente a algunas de las figuras de autoridad, figuras claves de la Comunidad Loyola”.

    Al igual que estas monjitas, nosotros también seguimos esperando la justicia del Vaticano con el Padre Buela y un saneamiento de su “fundación”. Mientras tanto… ¿qué hacer?

    Por supuesto, no sólo esperar, sino, sobre todo, continuar.

    Continuar con las denuncias, seguir con la política acertada de dar a conocer la inmoralidad de los inmorales y procurar la correspondiente justicia; denunciar en los tribunales civiles, no dejar de escuchar y defender a las víctimas, en simples palabras: seguir haciendo lo que venimos haciendo en este blog.

  • Un análisis imperdible sobre los abusos en la Iglesia

    Un análisis imperdible sobre los abusos en la Iglesia

    Creo que casi todos los lectores estarán al tanto de las distintas y recurrentes noticias de abuso sexual dentro de la iglesia, y no se estarán desayunando con ninguna nueva sobre este desagradable tema.

    Hoy queremos ofrecerles un artículo de Domenico Marrone que nos ha parecido excelente en su análisis, y muy actual con lo que respecta al caso Rupnik, el más actual y escandaloso del decadente pontificado de Francisco. Los dejamos con el texto:

    En el ámbito eclesiástico, en los últimos años se han registrado abusos sexuales y abusos espirituales, entendidos como el ejercicio del poder, la sumisión y la dignidad vulnerada, explotando la fe de la víctima como contexto de cobertura. El caso Rupnik nos ha dejado atónitos e incrédulos.

    El asombro también lo determina el hecho de que estamos en presencia de un artista talentoso y de renombre internacional. Picasso afirmó que «el arte tiene el extraordinario poder de sacudir el polvo acumulado en la vida cotidiana del alma». Creemos en esta afirmación, pero, al mismo tiempo, sentimos que nuestra alma está como abrumada por una tormenta de arena y polvo.

    El caso Rupnik

    Entendemos el poder que está en manos del arte y los artistas. El verdadero artista tiene una sensibilidad particularmente desarrollada y su genio se realiza a través de un análisis social, civil y religioso muy profundo y agudo. El artista es un intelectual con un papel que conlleva una gran responsabilidad humana y social.

    El artista es el vocero de pensamientos éticos, religiosos, sociales y humanos que pueden ayudar a construir un mundo mejor alrededor de las personas. La del artista es una verdadera misión comunitaria. Los artistas pueden ayudar a ser más felices y a redescubrir un entusiasmo positivo capaz de cambiar a las personas desde dentro.

    Entendemos cuál debe ser el papel ético del artista y qué importante responsabilidad social tiene que gestionar. En el caso Rupnik surgen cuestiones de no poca importancia: ¿rechazar las obras de los artistas inmorales? ¿Atribuir la ética del autor a sus obras? ¿Es correcto disfrutar de obras de arte hechas por personas inmorales? Éstas son solo algunas de las preguntas que abrumadoramente surgen ante el lamentable caso.

    Sentimos el desenlace dramático de una arrogancia prometeica disruptiva y devastadora de una concupiscencia insaciable y lujuriosa de un solo hombre, encerrado en la prisión de un narcisismo trágico, en un vano intento de ponerse en el lugar de Dios usurpando su poder. Estamos en presencia de una decidida perversión del espíritu y/o del enmascaramiento de una perversión sexual (y las dos cosas suelen coincidir). Estamos en presencia de una mística orgiástica.

    Abuso: un incesto espiritual

    Inmediatamente debemos señalar que los abusos perpetrados tienen un rasgo que puede calificarse de incesto espiritual. De hecho, fueron cometidos -si se establece la imputabilidad- precisamente por quien debería haber sido la transparencia encarnada de la paternidad de Dios y la maternidad de la Iglesia para aquellos de quienes en cambio abusó escandalosamente.

    Y tales abusos son también espiritualmente orgiásticos, siendo el protagonista también un hermano en la misma fe por su común bautismo. Justificó las acciones desviadas en sus ojos. Abusó del papel de «padre espiritual» para imponer actos eróticos a personas subyugadas y sin libertad.

    También se hace referencia impropiamente a una excomunión latae sententiae para la absolución del cómplice. Pero ¿se puede considerar cómplice a una persona sometida y no libre? ¿No sería más apropiado hablar de violación y uso fraudulento, con el único fin de obtener ganancias sexuales, del discurso religioso, de teología desviada y corrupción de las almas? Necesitamos deconstruir las «justificaciones» de la casuística hipócrita.

    Si nos limitamos a la indignación (y esto es necesario, ante tal acumulación de escándalos internos), si nos conformamos con explicaciones psicológicas o psiquiátricas (que en todo caso son parte del problema), corremos el riesgo de perdernos lo esencial: el vínculo directo entre el abuso espiritual y el abuso sexual.

    Los depredadores sexuales operan dentro de las estructuras eclesiales sobre almas inocentes sedientas de Dios, no fuera, al margen de las sexualidades imposibles, sino al contrario en el seno de sus misiones religiosas.

    Estos escuchan confesiones, dirigen las conciencias para torcerlas mejor y devolverlas a sus perversiones. Se aprovechan de su ascendencia religiosa, de su posición de dominio (fundador, sacerdote o en todo caso «padre espiritual») para practicar no sólo violaciones de la conciencia, violaciones de la inocencia, de la frescura del alma, del cuerpo y del espíritu, sino también para justificar todo esto en nombre de la religión.

    Perversión de la palabra religiosa

    Entonces se comprende mejor por qué la perversión sexual interviene en el proceso de perversión del discurso religioso: se necesita el dominio espiritual sobre un alma inocente para corromperla; se necesita el poder del secreto religioso y la iniciación en los misterios de Dios para conducir a las víctimas a esa muda impotencia; se necesita el poder de la gracia de Dios para borrar todo. Este uso de Dios para fines de humanidad diabólica mantiene al pervertido en la ilusión de una justificación diferente, de una «relación especial» que estaría más allá de las reglas morales.

    Es sobre todo una perversión espiritual. La víctima debe consentirlo. La violación se convierte en una “relación especial”. La moral se desvanece en favor de la «misión». Para pasar la repugnante página de los abusos, la cuestión de la manipulación espiritual en la Iglesia todavía necesita ser abordada, a través de sus instrumentos (confesión, dirección/acompañamiento espiritual), sus discursos.

    Incluso más allá de las flagrantes perversiones, estas herramientas siempre deben manejarse con precaución, y los discursos deben hacerse con el mayor respeto por las personas y la mayor consideración por la integridad (espiritual, psíquica y física) de las personas.

    ¿Cuál es la relación entre el abuso espiritual y el sexual? El abuso espiritual y sexual están estrechamente entrelazados. El abuso espiritual es a menudo la estrategia de preparación, es decir, la estrategia de iniciación del abusador para prepararse y justificar el abuso sexual.

    Abuso espiritual

    En comunidades organizadas jerárquicamente o en relaciones donde hay un superior y un subordinado, siempre existe la posibilidad de conflictos. En la búsqueda de una definición adecuada de cuándo se produce un abuso de poder, de autoridad o espiritual, es necesario ante todo advertir que cualquier dificultad con el respeto a la autoridad en la jerarquía eclesiástica no es ya en sí misma un abuso.

    Hablamos de maltrato espiritual cuando en un contexto religioso se rebasan los límites de la dignidad de la persona, que el Creador ha trazado para el hombre como persona, de tal forma que se restringe su espacio vital físico, espiritual e íntimo. Esto ocurre de manera manipuladora y sin el consentimiento del individuo, para que bajo el pretexto de la espiritualidad en el sentido más amplio de la palabra sea humillado o anulado.

    El límite del abuso es cuando la persona en el cargo de superior abusa del poder y la autoridad para satisfacción personal e ingresa al espacio íntimo y espiritual de la persona subordinada, utilizando diferentes formas de manipulación e intimidación.

    La primera característica del abuso espiritual es la violación de los límites. La violación de los límites espirituales viola la privacidad de una persona. La persona pierde el espacio de protección que merece su dignidad. Aquí tienen lugar las cosas más íntimas de la vida espiritual. En las comunidades, esto, aterradoramente, a menudo toma la forma de un acompañamiento que se ofrece, incluso se permite, solo dentro de la comunidad.

    Aquí se fusionan las áreas del foro interno y del foro externo, estrictamente separadas por el derecho canónico. Las estructuras incestuosas se desarrollan muy fácilmente en las comunidades.

    Toma el lugar de Dios

    Según Klaus Mertes, el abuso espiritual se basa en una profunda confusión en la relación entre el guía espiritual y la voz de Dios, lo que puede dar lugar a las siguientes anomalías. El superior o compañero confunde al subordinado para que éste lo confunda con la voz de Dios. Una segunda posibilidad es que el mismo superior o compañero sustituya la voz de Dios. En cambio, una tercera variante de abuso espiritual conduce a la sustitución combinada de roles de las dos primeras posibilidades. Esto quiere decir que el superior se considera enviado por Dios en quien el subordinado debe creer y seguir, pero el mismo subordinado también lo ve bajo esta luz.

    Este tipo de abuso puede incluir manipulación y explotación, imposición de responsabilidades falsas, censura de decisiones, demandas de secreto, coerción, control bajo el disfraz de la voluntad de Dios, demandas de obediencia, subrayar la posición excepcionalmente privilegiada o sublime de los subalternos, el aislamiento como un instrumento de castigo, superioridad y elitismo.

    Es característico del abuso espiritual que la persona superior lesione al sumiso en el ámbito de su autonomía personal y libertad en un contexto religioso. Este abuso puede manifestarse en forma de abandono espiritual, donde la persona subordinada es privada de las posibilidades de crecimiento espiritual, como manipulación espiritual o como violencia espiritual.

    Un tipo de comportamiento sutil y oculto es propio de la manipulación espiritual, donde la persona subordinada es engañada, recibe información incorrecta sobre su comportamiento, para que no se dé cuenta de que le están quitando su autonomía, es decir, su libertad personal.

    En la violencia espiritual hay un control total del otro que debe seguir las indicaciones, aceptar los ideales presentados, limitar severamente los contactos con los demás, someterse al control en la vida cotidiana, por ejemplo, en la comunicación con los demás. Tal forma de abuso puede durar mucho tiempo hasta que la persona subordinada reconoce su autoridad y poder al superior, es decir, hasta que logra escapar del círculo de cautiverio.

    Los abusos espirituales, de los que la Iglesia sólo en los últimos años ha tomado conciencia de manera más integral y completa, pueden afectar al individuo o a las comunidades. Ocurren en un ambiente de fe, donde bajo el pretexto de escuchar a Dios, representado por el guía espiritual o superior, ejerce poder sobre los demás.

    Violencia sexual y violencia espiritual

    El abuso espiritual puede relacionarse con el abuso sexual y puede ser un preludio del mismo, aunque esto no es una regla. Ambos pueden manifestarse como formas independientes de abuso. La característica de ambos es la relación asimétrica entre el responsable y el subordinado, por lo general se trata de abuso espiritual en sistemas cerrados con una organización estrictamente jerárquica.

    Aquí se debe enfatizar que la violencia sexual en un contexto religioso es difícil de entender sin conocer la naturaleza y el contexto de la violencia espiritual. Las personas frágiles y en riesgo que son presa fácil de este tipo de abusadores, son especialmente los novatos en las comunidades religiosas, los conversos, las personas con ideales elevados, las comunidades carismáticas y religiosas con reglas confusas sobre el papel de los miembros individuales y los órganos de gobierno.

    La principal característica del maltrato espiritual es la pérdida de la autonomía espiritual personal, por lo que el maltratador desprecia a la víctima, la manipula y ejerce violencia contra ella. Aquí siempre está en evidencia la pregunta por Dios y la fe, por lo que se abusa de lo que es de Dios en la relación con el otro para satisfacer necesidades personales.

    Al igual que el abuso sexual, la dinámica del abuso espiritual también es tal que posteriormente la víctima, si no procesa los traumas, puede convertirse en perpetrador del abuso y asumir sin saberlo los modelos de comportamiento de los abusadores, repitiendo en el rol de gobierno lo que ha sufrido como víctima.

    ¿Cuáles son las causas del abuso contra la mujer? El primer requisito es un desequilibrio de poder. Las mujeres adultas a menudo son abusadas en las relaciones pastorales. El adicto suele tener una confianza enorme en el agresor, puede ser manipulado. El agresor utiliza el poder para transformarla en un objeto con el que puede hacer lo que quiera.

    En el caso de los sacerdotes entra en juego el exceso de poder sobre las mujeres. Las mujeres piensan: «Estoy bien cuando sirvo y no digo ‘yo’ demasiado alto». El abuso sexual a menudo no se trata de la satisfacción de impulsos, sino más bien de la necesidad narcisista de manipular a una persona hasta el punto de quebrantar su voluntad.

    De la confianza a la agresión sexual

    El abuso viene lentamente, no sucede de inmediato. Los atacantes generan confianza y se vuelven indispensables. Le dicen a la víctima que ella es la persona más importante en la vida y empieza a creérselo y se vuelve adicta. Sólo entonces se producen los ataques. Los afectados ya sienten que esto no es bueno para ellos, pero su percepción está tan anulada que ya no pueden encontrarle sentido.

    En las comunidades, los miembros se encierran en sí mismos y esto resulta en intimidación y aislamiento. Y de repente no queda nadie para que el afectado cuente lo que está pasando. Los atacantes les dijeron cuál era la voluntad de Dios para ellos y tenían que obedecer.

    Es difícil definir el abuso sexual; hay varios intentos de una definición especializada. El concepto de abuso (del latín, abusus) en el sentido más amplio del término significa una actividad o acto contrario a las normas sociales vigentes, a las normas humanas generalmente aceptadas y contra la dignidad de la persona humana.

    Indica la explotación de su condición para beneficio personal o para una acción ilegal que causa daño material o inmaterial a sí mismo y a los demás. Es el uso incorrecto o negativo, es decir, el abuso de la propia condición en contraposición a la finalidad del cargo encomendado. El abuso se caracteriza porque su acción es planificada e intencional, lo que también se aplica a la dinámica del abuso sexual.

    El abuso sexual es cualquier acción no verbal, verbal o física que atente contra la dignidad y traspase los límites de otra persona de cualquier edad o género con el propósito de lograr placer sexual o perpetrar violencia. Es todo contacto o interacción física, acción visible, verbal o psicológica entre un menor y un adulto, o entre dos adultos, cuando el maltratador utiliza al otro contra su voluntad como medio de excitación sexual.

    Trauma y poder

    La violencia sexual es una de las experiencias existenciales más traumáticas y deja profundas heridas. Cuando hablamos de violencia sexual, primero pensamos en la violación, que sin embargo representa solo un aspecto mínimo en el contexto de este tipo de violencia. La mayoría de los abusos son otros mecanismos anteriores de dependencia en las relaciones y la demostración de poder sobre víctimas particularmente seleccionadas.

    Sólo cuando miramos la experiencia interior de la víctima, con la que el agresor se comporta como ella no quiere, nos damos cuenta de que se trata de violencia. En esta condición la víctima no logra desarrollar ni reconocer su propia voluntad, y menos aún hacerla valer.

    Las experiencias de los psicoterapeutas atestiguan que en todos los casos de abuso sexual hay una larga preparación que comienza en primer lugar en la fantasía del abusador. En primer lugar, el abuso sexual es un abuso de confianza, es decir, un abuso sentimental, que sólo puede alcanzar el nivel físico en un paso posterior, como es propio en particular de los miembros de la familia o de quienes abusan entre las filas del clero, que goza de gran confianza entre la gente. El abuso a largo plazo, aunque sea sólo sentimental, y la adicción a las relaciones pueden tener consecuencias incurables.

    Cuanto más dura el abuso, peores consecuencias deja para la víctima, dañándola espiritualmente hasta el punto de no poder vivir con normalidad. La víctima, que para el maltratador no es una pareja de igual a igual, sino un puro objeto sexual, es asaltada por graves sentimientos de culpa y vergüenza, por lo que suele presentar trastornos alimentarios y dificultades para cumplir con los deberes cotidianos, el sueño y las relaciones en general.

    Por lo general, la víctima ve en escapar de la trampa su salvación, pero el escape solo puede ser interno, frente a sentimientos de culpa personales, y no frente al abusador. La huida del cuerpo, de la condición y de la experiencia personal lleva a la persona maltratada al extrañamiento de sí mismo y a la soledad, lo que puede llevar a tal confusión que ya no permite una evaluación correcta de las propias percepciones, ni confiar en ellas.

    Los perpetradores de violencia sexual a menudo son adictos a la sexualidad. La adicción es una enfermedad caracterizada por la repetición y agravamiento de conductas nocivas. Las características de la adicción son la embriaguez, la repetición y el aumento de la dosis, los excesos y las caídas del humor, la incapacidad para detener la conducta patológica a pesar de la conciencia de su nocividad y la reacción de abstinencia. La persona adicta nota la conducta dañina y quiere parar, pero fracasa, porque de lo contrario viviría una crisis de abstinencia.

    No casos sino una cuestión estructural

    La violencia sexual no es sólo una cuestión de casos individuales, sino un fenómeno generalizado y un problema estructural. En ocasiones, las instituciones eclesiales han ofrecido un entorno propicio para ejercer la violencia sexual y ocultar a los perpetradores contra jóvenes y adultos de ambos sexos que, bajo el pretexto de la espiritualidad y la vida de fe, han abusado del cargo y la autoridad encomendados para ejercer el poder y descargar sus impulsos sexuales en niños, jóvenes y adultos.

    Un gran desafío para la Iglesia es el reconocimiento de la culpa y la aceptación de la responsabilidad. Ocultar el problema debe ser cosa del pasado: se necesita honestidad, verdad y transparencia.

    Concluyo volviendo a la pregunta inicial sobre los criterios de valoración del arte. Cada vez que salen a la superficie las turbias fechorías de los ídolos del panteón del arte, uno se pregunta: ¿es correcto separar la obra del artista?

    Detrás de la cándida efigie de alguien que ha hecho de la pureza y de la sublimidad el principio de sus creaciones parecería en efecto esconderse un alma muy limpia. Los hechos que se han conocido han arrojado luz sobre los lados oscuros de una personalidad ambiguamente siniestra, que supuestamente explotó su autoridad para ejercer un control perverso sobre el cuerpo y el alma de las mujeres. De ahí la inquietante hipótesis de los actos sexuales consumidos sin su consentimiento.

    La imagen de Rupnik y su producción artística

    Luego viene la gran pregunta que es difícil de responder en monosílabos: ¿es correcto que esto repudie, en retrospectiva, el invaluable legado que este artista del mosaico ha donado a la historia del arte sacro mundial? ¿Es legítimo condenar sus tan alabados mosaicos, ahora que su imagen se ve comprometida por supuestas (o ciertas) acusaciones de abuso sexual y espiritual? Después de la noticia de los abusos, ¿es realmente posible, por tanto, poder contemplar sus mosaicos con el corazón alegre, sin dejarse arañar por una sensación de malestar por los abusos cometidos por el autor? ¿Se puede omitir este “detalle” de su vida privada?

    Mantener el foco en el producto creativo más que en el autor, ¿no significa acaso abdicar de la responsabilidad educativa y de la influencia que el arte y sus representantes ejercen en la vida de sus usuarios? ¿No sería adecuado tomar distancia para evitar que tales abusos se legitimen?

    De hecho, si en los últimos años ha crecido la conciencia en el debate público sobre actitudes que ya no se normalizan como en el pasado, habiendo cambiado -afortunadamente, añadiría- los estándares de aceptación en los circuitos artísticos, es difícil aceptar que lo que amamos es hijo de distorsiones debidas a personalidades autoritarias que se esconden detrás de una creación artística que ha atemperado nuestro gusto a lo largo de los años y trazado nuestras coordenadas en la geografía de la producción artística.

    Por lo tanto, si defender el arte por el arte significa hacerlo en detrimento de sujetos violados en su dignidad humana, además de físicamente, tal vez deberíamos repensar los límites de nuestra aceptación. Deberíamos escuchar a quienes no se sienten a gusto con ese encanto tan idolatrado en sus mosaicos. También tenemos el deber de diseccionar los efectos de esas obras en la comunidad eclesial y cuestionarnos.

  • Los doce casos de abuso del Padre Buela

    Los doce casos de abuso del Padre Buela

    Titulamos el artículo de hoy de una manera llamativa, porque son doce los casos que hoy por hoy se han registrado acerca del fundador del Instituto Verbo Encarnado, el Padre Carlos Buela. Y como muchos no conocían este puntual dato, lo ofrecemos al público citando una importante revista de antropología y cultura cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en su última edición, la número 102 escrito por la socióloga Sofia Brahm.

    El texto completo de dicho artículo de sumo interés y profunda investigación titulado “La Iglesia en Latinoamérica frente a los abusos eclesiales” lo pueden encontrar en la revista Humanitas, como dijimos, en su último número, haciendo clic AQUÍ para descargar o leer online. No tiene desperdicio.

    Nosotros recogemos en este breve artículo solamente la parte que hace referencia a dicho fundador, para dar a conocer información de público conocimiento ya imposible de ocultar. Los superiores del IVE se han estado empeñando en no hablar del tema y buscar complicadas explicaciones a los casos adjudicados al Padre Buela. Pero esto ya no es más posible.

    Agradecemos, junto con la autora Sofía Brahm, la valentía de las víctimas que cada vez con mayor fortaleza y sinceridad se animan a hablar, tanto a nivel eclesial como civil, a través de los distintos canales de información, como es el presente blog.

    «Gracias a la valentía de muchas víctimas hemos podido constatar, horrori­zados, el daño causado y el hecho de que no lo supimos ver y que muchas veces fui­mos nosotros mismos agentes de silenciamiento», dice la autora.

    En el apartado “La realidad de los abusos en la Iglesia latinoamericana y el caso de los institutos religiosos” Sofía Brahm nos trae a colación los distintos y ya conocidos casos de fundadores de institutos religiosos:

    “Destacados son los casos de Argentina, que a la fecha contabiliza alrededor de 85 sacerdotes acusados de abuso; de Chile, que suma casi 200 casos, y de Colombia, con poco más de 100 sacerdotes con denuncias”.

    Y continúa:

    “Debe constatarse, lamentablemente, que los hechos más salientes de abuso dentro de la región han sido cometidos por fundadores o líderes de institutos religiosos. Tal es el caso, por ejemplo, del mexicano Mar­cial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, quien falleció en 2008 después de haber sido condenado en 2005 por la Congregación para la Doctrina de la Fe por abuso sexual de al menos 60 seminaristas. Según un informe actualizado en marzo de 2021, los Legionarios reconocerían actualmente a 170 menores víctimas de abusos sexuales cometidos por 27 sacerdotes de la congregación entre 1941 y 2019”. Cita la fuente AQUI

    “En Argentina se tiene el caso del Instituto del Verbo Encarnado, donde la Santa Sede formuló cargos en 2016 contra su fundador, Carlos Buela, quien a la fecha acumula 12 acusaciones de abuso sexual”.

    Yendo al final de la reflexión, los dejamos con una última idea clave del artículo: la importancia de hablar; la importancia y necesidad de compartir testimonios y darlos a conocer:

    “La experiencia internacional nos muestra que los casos que salen a la luz pública son generalmente la punta del iceberg del abuso eclesial, el que siempre está rodeado de tabúes, y las víctimas muchas veces viven en soledad y silencio. Generalmente, tras cada vícti­ma de abuso sexual, hay muchas otras que sufrieron el mismo daño y no se atrevieron a denunciar, y cientos que, sin ser directamente abusadas en el plano sexual, sí fueron víctimas de manipulación, abuso de concien­cia y abuso de poder de parte de los mismos ofenso­res” …

    Doce son los casos que hasta ahora se han adjudicado a Buela. Pero siendo que suele ser sólo «la punta del iceberg», no nos sorprendamos si más adelante las cifras aumentan.

    Por eso, estimados lectores de nuestro blog, ya no se escandalicen más cuando alguien se atreve a contar su historia, haciendo un esfuerzo enorme. En vez de criticarlo, agradézcanle, ya que está haciendo un gran bien a la iglesia y a la sociedad.

  • El silencio de los buenos

    El silencio de los buenos

    Lamentablemente la mayoría de los institutos con rasgos sectarios suelen tomarse años para formar en sus miembros una conciencia, pudor espiritual y dependencia psicológica tal que no puedan transmitir sus sufrimientos, pensamientos o intimidades más que a aquellos designados, y así utilizan al director espiritual para que sea el único con quien un joven o una joven religiosa pueda consultar. Se les prohíbe las amistades particulares (para que los religiosos no sepan qué piensan los demás o qué sufren, o se unan a él; eso sería peligrosísimo para ellos…), se les prohíbe consultar con gente de afuera de la orden, o con la familia, etc…

    Así lo hicieron mucho tiempo los legionarios de Cristo, bajo el 4°voto de caridad en el que no podías faltar la caridad con nadie, por lo tanto los que veían algo raro sobre el fundador no podían decir nada para no faltar a ese voto….tal extremo hizo que los desórdenes morales del fundador crecieran en años y nadie se dé cuenta, aparte de que se cuidaba la figura de Maciel como un santo, por lo tanto nadie se atrevía ni siquiera pensar mal; tenían terror de faltar al voto, aun cuando Maciel ingresaba su esposa e hijos a los seminarios, (hay testimonios de sacerdotes que aunque se daban cuenta de que eso no era normal o dudaban, por el voto de caridad preferían salvarle la intención pensando que esa familia sería algún benefactor que lo llamaba “Papá” —o mejor no pensar nada y enfocarse en la santidad y así tranquilizaban sus conciencias).

    Esto hizo que la iglesia, luego de la sentencia de Maciel, les suprimiera el 4° voto a los legionarios, considerándolo terrible ya que apunta contra la libertad de las personas impidiéndoles pensar y actuar libremente. Si hubiesen hablado antes, tal vez la iglesia hubiese tomado medidas a tiempo y Maciel hubiese sido condenado por muchísimos abusos de menores y muerto en una cárcel, no rodeado en su convento lleno de honras y lujos; muchos crímenes se hubiesen evitado.

    El Verbo Encarnado no llegó a un 4° voto como ese, pero desde el noviciado se insta a la santidad, y quien aspira a la santidad, no debe “murmurar”, como le llaman ellos, (por lo tanto, no puedes pensar distinto, porque si lo haces, estás “murmurando”); no debes tener amistades particulares (“hace mal al alma”); no debes hablar las cosas internas que te pasan con nadie, sólo con tu director y superior/a. Todo bajo la máxima de “ser santo”, y ese es el camino.

    Con esto lograron que generaciones de chicos y chicas excelentes, que, al pasar los años, y ante tanta presión decidieron dejar la vida religiosa, aun afuera del sistema les cueste hablar. Han logrado que se convenzan que están “traicionando” la institución, que no están siendo agradecidos ni virtuosos, que harían daño a la Iglesia hablando, que generarían escándalo, etc. Y esto mientras la misma institución sí se dedica a hablar mal de ellos desacreditándolos, para que nadie más siga su ejemplo yéndose, ni les crea.

    Nuestro equipo recibe a diario consultas en privado, de gente que vivió en el IVE y en las SSVM, algunos más de 20 años, y la mayoría recién ahora se dan cuenta que cometieron un gran error en no hablar en su momento, y en dar vuelta la página de sus vidas apresuradamente, sin cerrar etapas y sanar heridas. Muchos vieron o escucharon los desórdenes de su fundador, los abusos psicológicos, el mal uso del dinero de los bienhechores, la cantidad de gente enferma psicológicamente, las vocaciones forzadas etc. y decidieron alejarse… y en muchos casos es entendible. ¿Pero por qué el silencio?

    • Algunos tienen todavía familiares adentro y por no crear divisiones en las familias sólo se alejan despacito, sin explicaciones de lo que verdaderamente sucedió.
    • Otros le tienen terror a la lengua de Buela y su séquito, ya que se los desacredita moralmente con falsas acusaciones y los aduladores son fáciles para repetir lo mismo. Con eso logran que los demás miembros no se acerquen, y si no, dentro de los conventos y seminarios, cuando ven que un sacerdote o monja ejemplar deja la vida religiosa, ellos no dan explicaciones de lo sucedido a los miembros, y simplemente dicen: “Fulano está mal, no podemos hablar, pobre…, se volvió loco/a, pobre…no fue fiel… Dios lo dejó de lado, no fue fiel al carisma”, etc. y no se habla más de esa persona, dejando que cada uno imagine qué habrá sido lo “terrible” que hizo.
    • Otros sólo piensan que la iglesia no hará nada al respecto, que todo está corrupto, entonces no servirá de nada…
    • Otros simplemente vivieron situaciones traumáticas tan duras que sus mentes bloquean muchos recuerdos para salvaguardarse y no quieren revivir ciertos hechos.
    • Otros recibieron tantos años la bajada de línea de que hay que guardar la imagen del instituto, no escandalizar a los laicos, etc. que es mejor alejarse, convencerse de que el problema fueron ellos mismos, y así se libran de los ataques por parte de la Tercera Orden y fanáticos, y la vida, obviamente, les resulta más llevadera.

    Lo dicho es totalmente entendible, pero lo cierto es que estas buenas personas se alejan en silencio de la comunidad a la que ayudaron con su trabajo por muchísimos años, y que ahora son abandonados al mundo, sin estudios válidos, sin aportes jubilatorios, sin familia, sin amigos —ya que los “amigos” del IVE le dan vuelta la cara y no los reconocen. Es por este “silencio de los buenos” que dichos manipuladores siguen haciendo daño a tantas almas que ingresan con la ilusión de “ser santos”, y que, con el paso del tiempo, salen quebrados psicológicamente.

    El IVE perdió más de 100 sacerdotes en los últimos años. Las Servidoras no tienen religiosas de edad adulta, ya que la gran mayoría salió y sigue saliendo… Ingresan 30 novicias, y después de 10 años quedan 10 y después de 20 años quedan 2. Y en algunos noviciados no queda ninguna.

    Nos podemos preguntar con sentido común: ¿Vale la pena seguir callando?… ¿cuántas personas más deben seguir siendo afectadas?

    La iglesia tuvo que intervenir a estas órdenes de actitudes sectarias enviando Visitadoras y Comisarios, pero es muy difícil que alguien pueda pensar distinto, puesto que eso sería faltar la caridad o tener mal espíritu, y no ser tan santa. En las charlas y ejercicios espirituales se lava tanto el cerebro sobre “defender el carisma” (entiéndase no autocrítica), que adentro nadie se atreve a pensar distinto, ya que se iría contra el mismo carisma y se sentiría un hereje.

    Pero Dios existe y la verdad tarde o temprano sale a la luz.

    Al final el tiempo va haciendo salir grotescos abusos de todo tipo y los pone a la luz, aunque traten de tapar todo, y esto, de parte de los más indefensos y débiles. Dios es grande.

    Y ya son muchos los que, al alejarse de la situación y del lugar, pueden ver con claridad la manipulación sufrida y desean no callarse más, por el bien de los que ingresan cada año sin saber la historia real.  

    Muchos tuvieron sólo algunos años y vivieron sólo la experiencia buena de que “la finca es como el cielo en la tierra”. Éstos deberían sentirse agradecidos de no haberse dado cuenta de nada. Otros, sin embargo, fueron parte del gobierno y pudieron escuchar y tomar decisiones que afectaban a muchos, sólo por defender la imagen de Buela y sus locuras. Otros recibieron abusos sexuales por parte de Buela u otro sacerdote degenerado. Otros simplemente los enviaban con corta edad a misiones sumamente difíciles para terminar luego con tratamientos psicológicos donde ellos mismos los medican.

    Pero a pesar de todo este infierno, nunca sospecharon que espíritus libres fueran capaces de pensar por sí mismos y decidir romper el silencio, simplemente contando su experiencia. Estos espíritus no tienen de qué esconderse, (por el contrario, el IVE tiene una deuda con ellos: los enviaron a pedir para la construcción de muchos de sus proyectos, y ellos iban obedientes a defender fanáticamente al instituto que ahora les da la espalda, repitiendo las mismas mentiras que recibían de arriba)

    Y el hecho de hablar hizo que se ayude a muchos a no sentirse solos, a saber que la culpa no era de ellos sino del sistema que los tensaba tanto hasta enfermarlos; saber que ellos no le debían nada y no le tenían miedo a la crítica de los “manijeros” de siempre. Esos espíritus libres se convirtieron en cable a tierra de cientos que pensaban lo mismo y no se sentían capaces de expresarlo, y hoy decidieron contar su verdad.

    Que el IVE no es el único medio de salvación y que la vida y Dios es mucho más que el IVE, y aunque hayas estado más de 20 años adentro y piensas que perdiste gran parte de tu vida en una mentira colectiva, es hora de ayudar a otros a que sepan la verdad, tu historia, y luego, ellos también serán libres para decidir lo que quieran para sus vidas.

    Hay espíritus sublimes en muchos lugares, más de lo que nos imaginamos. Por ejemplo, en los Miles Christi, gracias a dos o tres que descubrieron las mentiras del fundador y gracias a que rompieron el silencio, se lo pudo allanar al fundador al estado laical. A los legionarios se los obligó a hacerse cargo de las aberraciones del fundador y destituir a los miembros del gobierno general que había tapado todo. Tantas otras congregaciones tuvieron que cerrarse en estos últimos tiempos por los desórdenes y abusos psicológicos hacia sus miembros, gracias a que las víctimas hablaron.

    El IVE no está exento de todo esto y la iglesia lo sabe. Sabe de los abusos del fundador, sabe que a los miembros les minimizan todo y nunca les llega la información real, y menos a la Tercera Orden, a la cual sólo le dicen lo que ellos quieren y los cuidan de cualquier información escandalosa, ya que de los laicos se sustentan, y no les conviene perder la gallina de los huevos de oro.

    En fin, sabemos que Buela tendrá pronto su sentencia por la cantidad de abusos, pero también esperamos justicia para el gobierno que siempre lo acompañó y tapó sus excesos de alcohol, sus largas noches de tv, sus abusos en el manejo del dinero mientras en muchas misiones los misioneros pasaban necesidad. Esperamos que también tengan su merecido y la iglesia castigue a los cómplices, sin los cuales, toda esta farsa no sería posible.

    Pero lo más importante es que las victimas ya han perdido el miedo, y el que tenga que hablar, hablará.

    Muchos decidieron denunciar a la autoridad correspondiente para que se tomen medidas correspondientes.

    El que no quiere denunciar formalmente, al menos puede dejar su testimonio en este blog para que le sirva a otros.

    Ojalá Dios nos conceda muchos espíritus sublimes con agallas de enfrentar lo que está mal, y sacar a luz lo que tantos años escondieron, como es el caso de Luis, que siempre aporta al equipo de este blog y su fortaleza es admirable. ¡Nuestro aplauso y apoyo para este valiente joven!

    Esperemos que “el silencio de los buenos” que solo ayuda a que el mal se desparrame más, se acabe pronto, y la verdad triunfe a la luz de todos.

    Equipo de Administradores

  • Legionarios de Cristo buscaron limpiar la imagen del fundador: la serie millonaria que nunca vio la luz

    Legionarios de Cristo buscaron limpiar la imagen del fundador: la serie millonaria que nunca vio la luz

    (Georgina Zerega – El País) La congregación de los Legionarios de Cristo intentó limpiar la imagen de su fundador, Marcial Maciel, acusado en múltiples veces de pedofilia, con una serie de televisión que al final nunca vio la luz. Así lo cuenta el periodista Emiliano Ruiz Parra en una investigación publicada en la revista Gatopardo. En unos 19 capítulos de aproximadamente 20 minutos, la orden religiosa realizó una producción para mostrar una imagen de Maciel, como un sacerdote “maravilloso” y “compasivo”. Las grabaciones se llevaron a cabo a inicios de este siglo, por el año 2002, cuando el líder de la Legión acumulaba denuncias por abuso sexual. La producción nunca fue difundida, porque la congregación optó por “dar un giro y pasar de la defensa a ultranza a deslindarse” de su propio fundador, comenta Ruiz Parra. La producción televisiva había surgido en varias conversaciones que había tenido el reportero con sus fuentes. Pero un día, una de esas personas finalmente le dio las transcripciones de los capítulos. Eran siete apartados, seis de ellos dedicados a la historia de Maciel y la Legión, que iban desde Cotija, el municipio de Michoacán donde nació el fundador, a su establecimiento en Roma. El último se llamaba Un día en la vida, y mostraba al sacerdote por aquellos años, viviendo en la sede romana de la Congregación, y se le enseña como “un hombre de oración y trabajo”. Se trata, cuenta Ruiz Parra, de una producción profesional, “grabada con mucho dinero”, más de una cámara, en varias locaciones que incluyen ciudades de México, España e Italia.
    La serie fue realizada por Apostolate Resource Center (ARC) y dirigida por David Murray, autor además del libro Fundación, historia y actualidad de la Legión de Cristo. “Fue su último intento de hacer un relato oficial diciendo que Maciel era un santo”, dice el reportero y escritor, que cuenta que pudo ver algunos de los capítulos grabados. Parte de la serie fue narrada por Evaristo Sada, uno de los miembros históricos más cercanos a Maciel y por las imágenes circulan varios nombres que integraban la cúpula de la orden en aquel entonces, como Luis Garza Medina, el gran arquitecto de las finanzas legionarias, o Rafael Moreno, secretario particular de Maciel.
    “A mí me parece un caso muy interesante el de Rafael Moreno, porque él dice a cámara en la serie: ‘Lo más difícil de mi vida es darme cuenta de lo pecador que soy y convivir la mayor parte del día con una persona tan extraordinaria”, cuenta Ruiz Parra, “y luego nos enteramos por (la filtración de datos conocida como Vatileaks), que mientras decía esto estaba buscando en el Vaticano quien le escuche para dar una declaración de los delitos de Maciel”. Esa misma filtración reveló también que Moreno se encontraba entre los nombres de la extensa lista de víctimas de los abusos del fundador.
    Cuando se grabó la serie, habían pasado unos 50 años de la primera investigación por pedofilia que realizó el Vaticano contra el sacerdote, que concluyó en nada. Habían pasado también unos cinco años de que ocho exlegionarios denunciaran públicamente a Maciel por abuso sexual. Para inicios de este siglo, la imagen de la congregación estaba manchada, y barajaron la idea de limpiarla con un “relato propagandístico” en el que vendían a Maciel como “la gran bendición”. “Todos estaban de acuerdo en defender a Maciel”, dice el reportero. Finalmente, los Legionarios decidieron alejarse de Maciel, decir que desconocían “la doble vida” de su fundador, y rechazar el encubrimiento. Una versión insostenible para las víctimas, que denunciaron que operaba bajo el resguardo de no solo la elite católica, sino política.
    Los Legionarios se codearon durante años con políticos y famosos. Entre las figuras que aparecen o son nombrados en la serie televisiva están el magnate mexicano Emilio Azcárraga Vidaurreta, fundador de Telesistema Mexicano, la empresa fundadora de Televisa, de quien se dice que se recibió un donativo. O Alberto Martín-Artajo, el ministro de Exteriores durante el franquismo, sobre quien se comenta que le da becas a Maciel para que lleve a sus seminaristas al seminario jesuita de Comillas. También aparecen dándole la mano los cardenales de Juan Pablo II, entre quienes destacan el exsecretario de Estado de la Santa Sede Angelo Sodano, acusado de encubrir los abusos sexuales dentro de la Iglesia, o el cardenal Giovanni Battista Re, aún en activo.
    Pese a que las denuncias se acumulaban y el tema se volvía un asunto espinoso en el Vaticano, la cúpula religiosa optó durante años por encubrir a Maciel y proteger a la orden, que para ese entonces era una de las más ricas del mundo católico. La producción, explica el autor de la investigación, “es la prueba de esa complicidad” entre las más altas esferas de la Iglesia y el sacerdote mexicano. “Hay una escena rocambolesca en que Maciel explica los dulces típicos de Michoacán [su lugar de origen]”, comenta Ruiz Parra. Es “un esfuerzo de humanizar” al líder de la congregación y “de borrar sus crímenes”.

    Fuente – El País

  • Todos ellos cabecillas o fundadores

    Todos ellos cabecillas o fundadores

    Lo más llamativo del fenómeno es que, muchos de ellos, eran o son, líderes y cabecillas de sus organizaciones…

    Acerca de este fenómeno, recomendamos ir a este artículo donde ya se ha analizado más ampliamente, en una entrevista al Arzobispo José Rodríguez Carballo de la Revista Vida Nueva.

    No nos sorprende encontrar casos de abusos en la iglesia. Incluso, lamentablemente lo digo, nos hemos acostumbrado a ello.

    Lo que sí sorprende es que, justo los fundadores, es decir, los guías y los ejemplos a seguir, sean ellos mismos los peores ejemplos y los que arrastran a toda una comunidad a la perplejidad, en el mejor de los casos, y a la deriva sectaria, en el peor de ellos, en su afán de defenderlos hasta la muerte.

    Otra lamentable consecuencia de estos defensores de lo indefendible es, justamente, esa degradación moral en la que van cayendo inconscientemente. Ya no es solamente una relajación, sino, a veces, una verdadera degradación moral.

    Es llamativo, repetimos, que sean los mismos fundadores. O los líderes que siempre se nos han presentado como modelos. Ellos: justamente ellos, son el ejemplo del desastre.

    Quedará para una mayor reflexión e investigación acerca de este patrón común que vemos en muchas congregaciones aparentemente tradicionales y de numerosas vocaciones. Gran favor les harían sus fundadores depravados al reconocer sus caídas y salvar honestamente su propia fundación, diciéndoles la verdad.

    Mientras tanto, nosotros, desde la ya acostumbrada y curtida experiencia de escándalos en la iglesia de Cristo, seguimos rezando por la conversión de dichos “modelos”, y, sobre todo, la apertura del corazón y de la mente de sus seguidores.

  • Francisco interviene el Instituto Miles Christi y nombra Comisario Pontificio al obispo Jorge Ignacio García Cuerva

    Francisco interviene el Instituto Miles Christi y nombra Comisario Pontificio al obispo Jorge Ignacio García Cuerva

    El Papa Francisco ha decidido intervenir el Instituto de derecho diocesano Miles Christi, cuyo fundador, el sacerdote argentino Roberto Juan Yannuzzi, fue reducido al estado laical por abusos sexuales y de conciencia.

    El Obispo de Gallegos en Argentina, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, fue nombrado por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Consagrada como “Comisario Pontificio” del Instituto de derecho diocesano Miles Christi.

    Fundador expulsado del estado clerical

    En 2016 la Santa Sede inició una investigación canónica para investigar al Fundador del Instituto, el sacerdote Roberto Juan Yannuzzi. El proceso fue iniciado por las autoridades de Miles Christi, quienes oportunamente informaron a la autoridad competente (Archidiócesis de La Plata, Argentina) de las irregularidades, abuso de autoridad en su gobierno y abuso sexual con adultos cometido por el Yannuzzi. La autoridad diocesana, a su vez, informó a la Santa Sede.

    En febrero del año 2020, el Papa Francisco impuso la dimisión del estado clerical al sacerdote Roberto Juan Yannuzzi, fundador y superior del Instituto Miles Christi en Argentina.

    Roberto Juan Yannuzzi, fundador de Miles Christi

    A través de un comunicado, el Arzobispado de La Plata explicó que la decisión del Papa Francisco se funda en que Yannuzzi “ha sido hallado culpable de los delitos contra el sexto mandamiento con adultos, de absolución del cómplice y de abuso de autoridad”.

    Este Instituto, tiene presencia en Argentina, Italia, México y Estados Unidos.

    Fuente: https://infovaticana.com/2022/12/05/francisco-interviene-el-instituto-miles-christi-y-nombra-al-obispo-jorge-ignacio-garcia-cuerva-comisario-pontificio/